La Internacional Francisco Franco, o los nacionalistas norteamericanos y rusos adoradores de las mismas deidades sangrientas
La Internacional Francisco Franco, o los nacionalistas norteamericanos y rusos adoradores de las mismas deidades sangrientas / Harold Meyerson

 

Han pasado más de tres décadas desde que Pat Buchanan puso por primera vez al Partido Republicano en la vía del MAGA [Make America Great Again”, “Engrandecer de nuevo Norteamérica”, lema hoy del trumpismo]. Su declaración de guerra cultural contra el progresismo y la modernidad, que constituyó el tema de su discurso en la Convención Republicana de 1992 -el único discurso memorable surgido de ese cónclave, y con mucho el de mayor repercusión-, resonaba con la mayoría de los temas que hoy invocan prácticamente todos los republicanos. Las feministas, los gays, el aborto... todo estaba ahí, a la espera de que los republicanos se dieran cuenta de que serían dudosas sus victorias electorales si se enfrentaban a los demócratas en cuestiones económicas, lo que hacía que las guerras culturales resultaran la vía más prometedora.

Buchanan, criado en un hogar en el que se vitoreaba a los fascistas de Francisco Franco durante la Guerra Civil española, fue también el primer gran adalid de los republicanos de su generación en celebrar el ascenso en tierras lejanas de los defensores de las guerras culturales de derechas. Hace casi dos décadas, sus columnas periodísticas comenzaron a cantar las alabanzas de Vladimir Putin por denunciar a homosexuales, feministas y liberales. Buchanan era un Tucker Carlson [comentarista político ultraconservador de la cadena Fox] avant la lettre.

Sin embargo, dudo que hasta el temible Pat hubiera podido predecir hasta qué punto el Partido Republicano de hoy y el régimen ruso de Putin llegarían a figurar alineados. Esta semana, Rusia convocó una conferencia en Moscú con una serie de países en desarrollo, entre ellos Yibuti, Camboya, Pakistán y Myanmar, que siguió a otra reunión similar con países del África subsahariana. En ambas, Rusia trató de situarse como defensor suyo frente al Occidente dominado por los Estados Unidos.

Sin embargo, la causa común que presentaba no se parecía en nada a lo que Marx o Lenin hubieran defendido. Lejos de llevar a cabo un llamamiento a la unidad de los trabajadores del mundo, se trataba de sandeces de la guerra cultural de la derecha. En un discurso pronunciado en la reunión de esta semana, Sergei Naryshkin, jefe de la agencia rusa de inteligencia exterior, declaró: "El hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, pero los occidentales tratan de substituirlo por toda clase de transexuales... De hecho, para una persona física y espiritualmente sana, resulta desagradable y a veces incluso aterrador llegar a Europa, dada la variedad en los diferentes tipos de perversiones que allí se han generado”.

Suena lo mismito que un republicano MAGA hablando de Brooklyn, ¿verdad? Al fin y al cabo, la coalición de Putin -no sólo los matones a sueldo, sino también los rusos que encuentran acomodo en la intolerancia de la Iglesia Ortodoxa Rusa y cuya visión del mundo viene filtrada por la televisión estatal- es esencialmente la misma que la de Trump, una vez que substituimos la ortodoxia rusa por el protestantismo evangélico de derechas y el neo-Pravda de Putin por Fox News. Como la guerra de Putin está matando a muchos miles de sus compatriotas, por supuesto, su coalición puede estar reduciéndose, pero en qué medida tiene esto importancia en ausencia de control democrático es una cuestión abierta.

Dicho esto, tanto el MAGA como el “Engrandezcamos de nuevo a Rusia” pertenecen efectivamente a la misma Internacional, aunque no está claro si deberíamos llamarla Internacional Nacionalista o Internacional Ortodoxa o Internacional Homófoba o Internacional Misógina o Internacional Autocrática o Internacional Sangrienta o Internacional Antiliberal o Antidemocrática. Tal vez deberíamos llamarla simplemente Internacional Buchanan, aunque por lo que yo sé, puede que Pat prefiriese denominarla con el nombre de Francisco Franco.


Fuente: The American Prospect, 17 de agosto de 2023


Fuente → sinpermiso.info 

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