Ex presos políticos recuerdan a Reboiras y la represión de 1975
Ex presos políticos recuerdan a Reboiras y la represión de 1975
Elvira Branco

Cuatro militantes de la Unión del Pueblo Gallego no fueron liberados hasta 1977

 

Al asesinato por la Policía franquista del líder nacionalista y militante de la Unión del Pueblo Gallego (UPG) Xosé Ramón Reboiras Noia, 'Moncho Reboiras' , hoy hace 48 años, le siguió una fuerte represión contra el nacionalismo. Nós Diario habla con ex presos políticos de la UPG que fueron encarcelados por Franco en agosto de 1975 y que permanecieron en prisión hasta 1977.

Moncho Reboiras sigue presente en el día a día de Marisa Vázquez y Manuel Fernández 'Remesar' , dos ex presos políticos de la UPG que recuerdan a Reboiras en conversación con Nós Diario como un "lazo fundamental" del nacionalismo, "uno de los imprescindibles", añade Vázquez.

Tanto el asesinato de Reboiras como la detención de decenas de nacionalistas y la persecución de militantes de la UPG fueron maniobras de un régimen dictatorial que pretendía borrar un floreciente nacionalismo gallego. Algunos de ellos se vieron obligados a exiliarse, huyendo a un Portugal que empezaba a vivir una nueva situación política tras la revolución del 25 de abril. Fue el caso de Xosé Moa, Elvira Souto, Elsa Costas, Fernando Souto o García Crego.

Manuel Naia, Carlos García, Fernando Suárez, Fernanda Cotelo, Amparo Carracedo, Xosé Manuel Fernández, Marisol Juárez, Gonzalo Rei, Asunción Muñiz, Margarita Vázquez, Luz Rei ou Lois Diéguez son nomes que figuran na lista de detencións que seguiron o asasinato de Reboiras. Foron detidos e nalgúns casos tamén torturados.

Catro dos militantes da UPG detidos permaneceron na cadea até 1977, dous anos despois do pasamento do ditador Francisco Franco. Marisa Vázquez, Manuel Fernández 'Manolo de Remesar', Xosé María Brañas e Xan López 'Lito' viron as súas vidas truncadas nun momento no que o Estado español albiscaba no horizonte un novo período democrático.

Presos políticos

O primeiro foi Brañas, detido en Guntín (comarca de Lugo) mentres trasladaba no seu coche dous militantes de Euskadi ta Askatasuna: Emilio Goitia Batiz e Iñaki Villanueva Lanza. No cuartel de Lugo os vascos "cantan todo", narra Brañas no filme documental Reboiras. Acción e corazón (2020), e intenta manter a súa identidade política en segredo diante das forzas policiais. Até que é trasladado á Coruña, onde tanto o interrogatorio como as torturas soben de nivel. A "Brañas foi ao que máis torturaron", confesa no documentario Lito (finado en marzo do ano pasado).

Ao propio Lito detivérono na madrugada do mesmo 12 de agosto de 1975. As torturas no cuartel tampouco foron poucas: "dun culatazo na cabeza quedei 'grogui' durante tres días, 72 horas, non me saía nin a sinatura" explica no filme.

Finalmente, la detención de Marisa Vázquez y Remesar, que también ocurrió en Compostela el día 12, "nos tomó por sorpresa" , como explica la propia Vázquez a Nós Diario .

Viviendo bajo tierra, desconocían horas antes el asesinato de Moncho Reboiras. Remesar recuerda que fue detenido cuando ingresaba a un piso de propiedad del partido en la calle Rosalía de Castro de la capital del país, donde lo esperaban policías: “Ya estaban adentro, no pude hacer nada”, recuerda . para este periódico. Marisa Vázquez, en la misma calle, trató de refugiarse entre una multitud curiosa que observaba el operativo, "queriendo saber qué pasaba". Sin mucho éxito, pues fue reconocida por un agente de la Policía franquista.

La construcción de un túnel para poder escapar de la cárcel de A Coruña

Tanto Remesar como Marisa Vázquez coinciden en conversación con Nós Diario en que los interrogatorios que siguieron a sus detenciones fueron "muy duros", hasta el punto de afirmar, como hace Vázquez, que "entrar en la prisión en ese momento, para mí, fue un alivio: significaba que los interrogatorios habían terminado " .

Ambos recuerdan una estancia "tranquila" en prisión, aunque también reconocen su participación en el intento de construir un túnel para intentar escapar. Marisa recuerda cómo cargaba su ropa escondiendo la tierra excavada, mientras la policía penitenciaria le decía: "Quién tiene razón, las mujeres lavan la ropa de sus hombres". Estos cuatro presos políticos gallegos se mantuvieron al tanto de la actualidad política en el exterior a través de sus abogados, Nemésio Barxa y Teresa Conde Pumpido, la prensa y la radio, a través de las cuales se enteraron, dice Remesar, de la muerte del dictador en 1975.

La ansiada liberación llegó con la amnistía de 1977. Aunque esperada, esta libertad fue acompañada en los años siguientes y ya “en plena etapa democrática” de vigilancia policial, en el caso de Vázquez. “Para nosotros, los controles continuaron durante muchos años ”, dice.

En el caso de Remesar, también hubo represión por la actividad sindical que desarrolló luego de salir de prisión.


Fuente → nosdiario.gal

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