Estamos en una democracia que se presupone ejemplar, y en ella los políticos deben de hacer posible que los ciudadanos estén informados de todo, de aquello que ellos quieren que sepamos y de lo que no les conviene, que suelen ser algunos temas, como es el caso de la monarquía, que por regla de tres se ha convertido en tabú y no hay forma de que se nos dé la oportunidad de opinar sobre ella.
Los más jóvenes no lo recordarán, pero hubo un tiempo en España en el que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) preguntaba a la población su opinión y valoración sobre la monarquía y sus miembros. La última vez que el CIS incluyó este dato fue en abril de 2015, hace casi una década. El organismo tan solo consultó una vez sobre Felipe VI y suspendió. Los escándalos de Juan Carlos I siguen sin valoración.
Fue la primera y única vez que hizo esta consulta con Felipe VI como monarca, quien suspendió con un 4,34 sobre 10 de valoración ciudadana. A partir de ese momento, la consulta desapareció… como era de esperar. Y como desaparecieron los cientos de desmanes de Juan Carlos.
El organismo dirigido por José Félix Tezanos, se defiende con cinismo y sostiene que no pregunta porque existe suficiente información sobre la percepción ciudadana de la monarquía «fuera» del CIS. «Tenemos esa información», apunta el sociólogo, quien añade que el suspenso al rey se debió al clima volátil que vivía la población española en ese momento (¡¡¡!!!). No me puedo creer que Tezanos piense lo que dice, pero vamos.
Sin embargo, el organismo sí pregunta a la población por el resto de instituciones como la valoración de las Cortes, los partidos políticos, los sindicatos o las fuerzas armadas. También de otras figuras oficiales como el presidente del Gobierno o los ministros.
Hace ocho años, la última vez que el CIS preguntó sobre la monarquía, Juan Carlos I acababa de abdicar en su hijo. En ese momento poco se sabía de lo que vendría después: fortunas de origen incierto, huidas y otros escándalos por los que la población no ha podido valorar su figura o en cómo afecta a la Casa Real.
El 3 de agosto de 2020 Juan Carlos I huyó de España con destino a Abu Dabi tras meses de escándalos que afectaban al origen de la fortuna de la familia real y que indicaban supuestas irregularidades fiscales por parte del rey emérito durante sus últimos años de reinado y tras su abdicación. Nunca se ha podido saber la opinión de la población sobre ello, y sobre sus aventuras amorosas.
La consulta sobre la monarquía por parte del CIS no parece que vaya a volver en un futuro cercano, aunque otras encuestas no oficiales han intentado obtener una valoración ciudadana sobre el tema. Hasta 16 medios independientes impulsaron dos estudios realizados por el instituto demoscópico 40dB, uno en octubre de 2020 y otro en octubre de 2021, y en ambas encuestas se preguntó por la preferencia ciudadana entre la monarquía y la república, y la república fue la preferida por los encuestados, que se posicionaron a favor de cambiar la forma de Estado en un 40%.
Los estudios reflejaron una importante división de los ciudadanos en torno a esta cuestión, y los «indecisos» o «no alineados» llegaron al 30% en la encuesta de 2020 y al 24% en la de 2021. Felipe VI logró el aprobado en los dos estudios, pero los datos reflejaron algunos elementos importantes. En primer lugar, la mayoría de los encuestados ubicaron al monarca en la derecha política, identificándolo como un rey conservador. En segundo lugar, alrededor del 80% de los consultados consideró que Felipe VI debería poder controlarse más sus actuaciones durante su reinado, de manera que rechazaron la inmunidad de la que goza en la actualidad y exigieron más transparencia.
Fuente → elliberalescandalizado.wordpress.com
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