El aeródromo republicano de Pineta y la ofensiva de puente Serós

El aeródromo republicano de Pineta y la ofensiva de puente Serós
Antonio Gascón Ricao


Actualidad
 

Ante el actual avance de la barbarie política, cabe recordar las inquietantes noticias que han recogido varias cabeceras periodísticas en Aragón, con temas tales como que: “El PP y Vox han acordado en Aragón derogar la Ley de Memoria Democrática”. O que “La derogación de la ley de Memoria Democrática pone en jaque las exhumaciones que se están realizando en Aragón”1. “El pacto de gobierno PP-Vox en Aragón excluye el trasvase del Ebro y derogará la ley de Memoria Democrática”2. Pactos que también se han visto reproducidos en Extremadura:Derogar la ley de memoria histórica y reducir el «despilfarro ideológico: las claves del acuerdo de PP y Vox en Extremadura” 3.

Es por ello que antes de que puedan intentar borrar la “memoria”, se tiene que dejar noticia de la Historia, y más aún cuando se corre el riesgo de que algún preclaro político decida echar el cierre a uno de los pocos espacios museísticos que existen en el propio Aragón, en su caso dedicado a recordar la guerra civil en aquella comunidad, peligrando por ello los fondos depositados durante años en el mismo4. Por lo mismo vuelve a ser actual el llamado Manifiesto Trapero de Puigcerdá: “La función de la historia revolucionaria consiste en mostrar que leyendas, libros y manuales engañan, que los políticos se enmascaran, que el poder ilusiona y que casi todos los historiadores burgueses mienten, falsifican, manipulan y se someten a la burocrática y clasista disciplina académica”5

Cuestiones personales

Hace ya algún tiempo, huroneando por Internet, me tope con una página dedicada a la aviación, página hoy desaparecida 6, en la cual se hablaba del aeródromo militar de Pineta (Huesca), construido durante la época de la guerra civil española. Descubriendo con sorpresa que para la elaboración de aquel trabajo, el autor de turno había utilizado párrafos enteros producto de mí esfuerzo y sin cita alguna, tema que denuncie en su día7. Hecho que me dio en pensar que según la opinión más extendida, todo lo que aparece en la red es de uso gratuito y por lo mismo se hace innecesario citar las fuentes de referencia utilizadas.

Si a la creencia anterior unimos la facilidad que ahora da el uso de determinados medios digitales, que permiten la creación y difusión de una serie de subproductos audiovisuales, realizados sin más base histórica que la oreja o el ojo, aderezados con discursos deslavazados de supuestos especialistas, cuando los mismos no llegan ni tan siquiera a la simple categoría de comunicadores.

Eso sí, creaciones convenientemente encabezadas con títulos ambiguos, que no sirven más que para fomentar aún más la confusión sobre el tema propuesto al confiado televidente. Esperpentos a los cuales se apuntan gozosos muchos personajes solamente sea por aparecer citados en los créditos. O explicando, por ejemplo, que lo único que querían los hombres de la 43 División republicana cercada en Bielsa en 1938 era pasarse a Francia, u otras sandeces muy parecidas 8.

Ante aquella afirmación, no vendrá mal mostrar de nuevo la falsedad de la misma, ya que la 43ª División antes de retirarse a Francia, con la intención de regresar por Cataluña, para seguir luchando, como así lo hizo, intentó romper el cerco de Bielsa para seguir luchando en el propio Aragón, y más en concreto en la famosa Línea Cinca 9. Dentro de un plan desarrollado por el propio Vicente Rojo, jefe del Estado Mayor republicano, cuestión que en la actualidad se sigue ignorando. Y este fue, entre otros, uno de los motivos que me movieron para volver a retomar el tema, explicando brevemente cómo en su día tuve conocimiento del asunto, o las últimas novedades que hasta la fecha habían aparecido.

Las primeras noticias

En las postrimerías de la década de los 70 del siglo pasado, y metido el presente autor en una investigación previa, con la intención de realizar una posible biografía de Antonio Beltrán el Esquinazau, fue cuando escuche de boca de Hilario Borau, en su caso el antiguo capitán ayudante de Beltrán durante la Bolsa de Bielsa, en aquel tiempo por fortuna todavía vivo, la curiosa historia del aeródromo militar de Pineta. Historia sobre la cual hasta aquel entonces nadie había dicho, y menos aún escrito, ni media palabra.

De hecho reconozco que durante los primeros minutos, pensé para mí, que Borau me estaba largando un hermoso cuento bélico, como ya me había sucedido en más de una ocasión, cuando el testigo de turno me ha relatado determinadas historias bélicas que resultan ser excesivamente ideales para ser ciertas. Pocos minutos antes, también Borau, me había estado hablando de varias unidades que según él habían deambulado por el frente del Serrablo, durante los primeros días de la guerra civil. Unidades bautizadas como los Nibelungos, los Saltamontes o los Ciervos, que a mi corto entender en aquel entonces, eran unos nombres demasiado novelescos para “bautizar” a una aguerrida columna militar.

En la actualidad, tras la aparición de una documentación hasta hace muy poco tiempo inédita, se tiene constancia de que aquellas primeras centurias, muchas de ellas formadas por catalanes, existieron con dichos nombres y de hecho estuvieron interviniendo activamente en los primeros combates que tuvieron lugar en aquel lejano y discontinuo frente norte aragonés10.

El enigma de la intervención de la aviación sobre Bielsa

Por otra parte, el relato de Borau sobre Pineta se había iniciado, de forma simple, al relatar él su personal visión de un avión derribado en aquella zona, que según Borau colgaba semi destruido en medio de unos árboles, y que afirmaba haberlo visto en persona. Derribo de un avión fascista, según Borau, que atribuía a las fuerzas aéreas republicanas. Asunto no confirmado por ninguno de los bandos y menos aún cuando la Bolsa propiamente dicha.

De hecho en aquellas fechas ningún autor de referencia había hecho mención alguna de la propia intervención de la aviación franquista sobre Bielsa. Es más todos los autores adictos al régimen franquista la negaban con vehemencia. Años después se descubrirá que aquel silencio obedecía a causas muy concretas. Ya que de hacerse pública la intervención de la aviación franquista, se tendría que reconocer y admitir de paso la consiguiente destrucción o los incendios causados por aquella misma arma aérea, tras el consiguiente lanzamiento de bombas rompedoras e incendiarias sobre todos los pueblos de la comarca.

Para encubrir aquella destrucción masiva, a los voceros franquistas no se les ocurrió mejor idea que adjudicarla en sus publicaciones al enemigo, a los terribles “rojos”, repitiendo de nuevo el caso sangrante de Guernica del año anterior, y más en concreto a lo que ellos calificaban como la habitual política republicana de “tierra quemada”, y de paso decidieron minimizar también el uso masivo por parte de los franquistas, de su artillería de cerco, o de sus morteros, usados sin piedad durante casi tres meses sobre las inermes poblaciones de la comarca11, tal como se puede apreciar en las fotografías que hoy en día todavía se conservan12.

De hecho aquella intervención de la aviación franquista no se pudo confirmar hasta el año1991, o sea 53 años después, al aparecer por descuido unas fotos comprometedoras de unos Saboia-79 fascistas en una conocida publicación13, donde se les podía ver bombardeando sobre las proximidades de Monte Perdido, y por tanto muy próximos a la Bolsa de Bielsa. Después se descubrirá que además de aquellos aviones de bombardeo franquistas, también participaron sobre Bielsa dos escuadrillas de más, una de cazas formada por Romeos italianos y otra formada por bombarderos ligeros Heinkels 51 alemanes, en ambos casos basados en Castejón del Puente, población muy cercana a Bielsa14.Hechos que hasta hoy nadie del bando franquista ha tenido el valor necesario de reconocer.


Pineta tomada por los rebeldes, en la parte superior del edificio se aprecia los efectos del bombardeo. (Museo de Bielsa)
 

Aquella historia oral de Borau mucho tiempo más tarde se vio confirmada al llegarme a las manos otras historias complementarias y en algún caso incluso de forma documental, y todas ellas venían a confirmar la existencia de un intento de la 43 División encaminado a construir en el llano de Pineta, y muy cercana a la actual casa de colonias Jordi Turull15, un aeródromo de circunstancias, que de haberse logrado poner a punto hubiera permitido equilibrar en cierto modo la balanza de la defensa de Bielsa en favor de la cercada tropa republicana, al existir la posibilidad real de poder lanzar desde él algunos aviones de caza sobre las cercanas vanguardias enemigas que cercaban Bielsa.

La confirmación de la existencia del aparato derribado.

En el tiempo actual, y transcurridos ya más de 50 años de aquellas primeras noticias, la historia ha dado un gran giro al venirme a las manos un documento que prueba que Borau estaba en lo cierto, pero con algunos matices bastante menos románticos. Dichos matices ponen en evidencia lo complejo de la situación política de aquel momento, ya que aquella historia del aeródromo se inició justo cuando en Barcelona todavía se estaban produciendo los últimos coletazos de los Hechos de Mayo, que de algún modo también afectaron al frente de Aragón, particularmente con algún que otro conato de enfrentamiento, al tratar de regresar a Barcelona alguna que otra columna del POUM. Historia en la que, cumpliendo órdenes, participó el propio Antonio Beltrán, El Esquinazau.

Para encajar la nueva historia hoy conocida, habrá que retroceder en el tiempo, y situarnos en mayo de 1937. Entre las muchas consecuencias de los Hechos de Mayo barceloneses, reseñar la llegada al mismo frente de Aragón, en concreto en el final de dicho mes, del resto de los hombres del Regimiento Pirenaico nº 1 de Cataluña, su base humana sirvió en gran medida para la formación de la que será la 130 Brigada Mixta. Resaltando que algunos de aquellos combatientes catalanes habían estado participado activamente en las luchas callejeras al lado de Generalitat, sufriendo como consecuencia algunas bajas, o que traían como “recomendación” un informe harto negativo del propio comisario del Cuartel de Barcelona,16 que directamente tachaba a su antiguo jefe de fascista, y donde se afirmaba que el Regimiento Pirenaico había sido disuelto y anulado su cuartel, una historia todavía inédita de la cual no tardaremos mucho en hablar 17.

La reestructuración del frente aragonés

Durante las mismas fechas, pero siguiendo las órdenes del Estado Mayor central y de acuerdo con las nuevas plantillas del recién creado Ejército Popular, la hasta entonces Agrupación Pirenaica Norte se transformó en la flamante 130ª Brigada Mixta, una brigada autónoma, compuesta por los veteranos batallones “Alto Aragón”, “Cinco Villas”, “FETE” e “Izquierda Republicana” que perdiendo sus nombres originales pasaron a ser numerados respectivamente como el 517, 518, 519, 520. La nueva brigada mixta continuó a cargo del recién ascendido teniente coronel Mariano Bueno, teniendo como comisario político al socialista Julián Borderas y como jefe temporal, en sustitución de Bueno, al capitán José Mª Benet, el antiguo jefe de los pirenaicos18.

A falta del nombre del oficial responsable del batallón 520, los otros tres batallones quedaron bajo el mando respectivo de Juan Lacasa, Juanito, Antonio Beltrán “el Esquinazau” y Telmo Mompradé. Por otra parte, el despliegue de la brigada que abarcaba de norte a sur fue el siguiente: el batallón “Alto Aragón” se desplegó desde Gavín hasta el puerto de Santa Orosia, donde enlazaba con el 519 de la “FETE” al mando de Mompradé. En la margen izquierda del rio Basa y hasta la zona del Hostal de Ipiés se situó el batallón “Cinco Villas” y la zona de la Guarguera fue ocupada por el de “Izquierda Republicana” 19.

También durante aquellos mismos días, y estando todavía activo el Consejo de Aragón, que no tardará en ser disuelto el día 4 de agosto siguiente, la Delegación de Orden Público de Ainsa emite un curioso informe, ahora recuperado, que lleva por título: “Informe sobre un supuesto asalto nocturno hecho en la Comandancia de Boltaña y substracción de unas ametralladoras20. Y justamente es en aquel informe donde aparece el autentico inicio de la historia de la que hablaba Borau, pero relatada desde otro punto de vista muy distinto.


Enfermeras republicanas voluntarias en el sanatorio de Pineta (Museo de Bielsa)
 

Aquel documento, firmado por un tal Antonio Florit, que en su caso se trataba de un agente de la Delegación de Orden Público de Ainsa, está compuesto por tres páginas, las dos primeras incluyen el tema del avión, y la tercera una oscura historia de municiones en la que aparece también implicado el propio Mariano Bueno, en su caso el jefe de la 130 Brigada Mixta. En la primera hoja de dicho informe campea a la izquierda de la misma un sello en tinta azul, que reza: Delegación de Orden Público, Ainsa (Huesca), e impreso a la derecha se aprecia el correspondiente anagrama del consejo de Aragón, que nimbado reza a su vez: Delegación de Orden Publico de Aragón. El informe está firmado por Florit y fechado el 6 de junio de 1937 y el mismo se iniciaba así: 21

: “El día 2 de (sic) 3 de mayo, deberían ser las 11 y media de la mañana, pasaron volando sobre Bielsa unos cinco aparatos de caza, después de hacer unas evoluciones se pudo apreciar que uno de ellos, iba separándose del grupo y tomaba dirección al sanatorio de Pineta, el cual por avería de los aparatos (sic) del mando tuvo que aterrizar en el valle de Espierba 22.

A la vista del documento recién descubierto, es muy evidente que existen grandes discrepancias entre aquel informe de junio de 1937 y el testimonio de Borau, ya que el aparato en cuestión no había sido derribado tal como afirmaba Borau en su testimonio, sino que había caído al parecer a causa de una avería, y no había caído en Pineta, como también afirmaba Borau, sino en Espierba, en su caso lugar muy cercano a Pineta, y también es patente que aquel aparato había caído casi un año antes del inicio efectivo de la Bolsa de Bielsa, pero el informe aportaba aún más detalles:

Dicho aparato quedo seriamente deteriorado por haber dado algunas vueltas” 23…” este aparato llevaba tres ametralladoras, dos de ellas situadas en las alas, y la tercera en la carlinga cerca del piloto, según palabras del carabinero que custodiaba el aparato, dijo que las que estaban emplazadas en la alas funcionaban por medio de corrientes eléctricas (sic), y la segunda había quedado inutilizada”.

Puestos a hacer especulaciones y dado que durante aquellos días la escuadrilla que había estado bombardeando el aeropuerto republicano de Belsierre, era la escuadrilla franquista del Grupo 4-G-12 de Romeo 37, aparato cuyo armamento consistía en un par de ametralladoras BredaSafat calibre 7,7 mm fijas con cargadores de 500 disparos por arma y complementados por otra Breda-Safat 7,7 mm pivotante operada en la cabina del observador, todo da en poder pensar que aquel aparato pertenecía a dicha escuadrilla 24 .

El 19 de mayo aquella escuadrilla de Romeo 37 fue substituida en el aeropuerto de Castejón del Puente por los aparatos alemanes He-45, de la escuadrilla 6-G-15.

Dos días después del accidente dichos aviadores (sic) 25 llevaron las ametralladoras a la Comandancia de Boltaña, bajo el control del teniente coronel Bueno 26. Por la misma noche hacia las dos de la madrugada, se presentó en Ainsa un autocar con unos cuantos milicianos junto con el compañero Figueras, Delegado de Investigación de la Columna Roja y Negra, y también el compañero Conesa, agente de investigación de delegación de Barbastro, los cuales me pusieron en antecedentes que habían interceptado un telegrama, dirigido al comandante Reyes27, el cual decía.- “Ametralladoras en Boltaña, nosotros hacemos noche en Bielsa”.-

Es decir, que todo aquel lío pasaba por querer averiguar aquellos agentes de la Delegación de Orden Público de Aragón qué había sido de las dichosas ametralladoras de aquel avión siniestrado en Espierbe, recogidas al parecer por dos aviadores republicanos de Sariñena y además aclarar lo del telegrama enviado al comandante Reyes, jefe del aeropuerto de Sariñena, o que pintaban en Bielsa unos individuos que andaban detrás las ametralladoras, pero lo siguiente era aún más sabroso.

Por la situación que pasaba Barcelona, y al mismo tiempo, el haber intentado pasar armas a Barcelona, por elementos de aviación de Sariñena, estos compañeros resolvieron averiguar este telegrama; a las dos y media de la madrugada, con un coche de mi Delegación fuimos el compañero Figueras, Conesa, un chofer y yo el abajo firmante.”

Al no entender nada, dejan el autocar y a los milicianos en Ainsa, y toman un automóvil los tres acompañados por un chofer, y sin más se dirigen a altas horas de la madrugada a Boltaña, donde estaba el cuartel general de la130 Brigada Mixta, con la intención de aclarar el asunto con el teniente coronel Bueno, más en concreto con el propio jefe de la Brigada 130.

Llegamos a Boltaña, después de llamar, nos abrió un guardia nacional,28 al cual preguntamos por el teniente coronel Bueno, contestándonos que estaba durmiendo, que si queríamos hablar con él subiésemos a llamarlo, después de llamar varias veces, el mismo Bueno abrió la puerta , y entonces el compañero Figueras le expuso el objeto de la visita, a la cual el citado Bueno se ofreció para dar toda clase de informes, e invitando a que entrasen en su despacho, entrando Figueras, Conesa, y el Bueno; después de discutir aproximadamente cinco minutos, volvieron a salir, y les pregunté si habían visto las ametralladoras, a lo cual me contestaron que sí, y que se quedaban en Boltaña, nos despedimos del (sic) Bueno y regresamos a Ainsa, quedando las armas en manos del teniente coronel Bueno. Por lo cual no hubo tal asalto ni sustracción de ametralladoras .29

A la vista de aquel informe cabe resaltar varias cuestiones. La primera es que los tres personajes que intervienen en la historia, tanto Florit, que es el personaje que elabora y firma el informe, como Figueras y Conesa, los tres son agentes de la Delegación de Orden Público de Aragón, y Figueras era además miembro de la columna Rojo y Negra, y por tanto los tres son sin duda alguna agentes de la CNT.

Por lo mismo no se entiende su preocupación al respecto del envío de armas a Barcelona, tras los hechos de mayo barceloneses, salvo que se pensara que aquellas ametralladoras podrían acabar en Barcelona en manos de gente del PSUC, ya que en alguna publicación se afirmaba que Reyes era “comunista” del PSUC. Lo que tampoco queda muy claro es el comentario de Florit referido a que elementos de aviación de Sariñena habían intentado pasar armas a Barcelona, a qué elementos se refiere, a los de la CNT, a los del PSUC, o a los del POUM.

Ahora la conclusión final cae por su propio peso, aquellas ametralladoras, probablemente unas Breda-Safat italianas calibre 7,7 mm fijas con cargadores de 500 disparos por arma, solo se podían utilizar para montarlas en aviones, de ahí se entendería el aviso al comandante Reyes, jefe de la base aérea de Cariñena, en jerga los Alas Rojas, y la presencia de la gente que estaba durmiendo en Bielsa, que muy probablemente también eran hombres de aquella misma base, que al enterarse del accidente habían corrido a recuperar todo lo que se pudiera reutilizar para sus aviones, sin más.

Pero lo curioso fue que aquellas ametralladoras las tuviera en su poder precisamente Bueno, muy probablemente al haber pensado alguien que como a sus hombres no le servían para nada, lo mejor sería hacerlas llegar a Sariñena, pero en aquel momento el “horno”, con los hechos de Mayo todavía calientes, no estaba precisamente para muchos bollos. De ahí que Bueno se hiciera cargo de ellas-

El posible origen del aeródromo de Pineta

En las conversaciones que en su día mantuve con Borau, no caí nunca en preguntarle sobre la causa que impulsó la idea de aquel intento de construcción del aeródromo de Pineta, cuestión que ahora vamos a intentar poner en claro, por lo que se hace necesario retroceder en el tiempo.

Antes de continuar, una pequeña aclaración. De creer el testimonio de Juanito Lacasa, en su caso jefe de la 130 BM durante la Bolsa, que fue grabado en su día en un video, que hoy en día se conserva en el actual Museo de Bielsa, en Pineta a él le constaba la existencia de un caza, que visiblemente deteriorado colgaba pendiente de unos árboles en septiembre de 1937, y siempre según su versión, aquel aparato formaba parte de una expedición de aviones enviados por la República a cubrir el frente de Santander que en aquel caso habían despegado de Tarbes 30.

También según su opinión, dicho caza sufrió una avería en el trayecto al Norte, viéndose por ello obligado a tener que aterrizar de emergencia en Pineta, testimonio que ahora sabemos que era espurio de arriba abajo, pues aquel avión, que sí era de caza, pero que se estrelló en los primeros días del mes de mayo de 1937 y no en las fechas que da Lacasa en su testimonio, y no en Pineta, como también afirma Lacasa, sino en Espierba, y por tanto no era un aparato republicano sino franquista.

Siguiendo el testimonio de Lacasa, al tenerse noticias del hecho, se requirieron los servicios de un antiguo oficial aeronáutico que estaba en las filas de la 130 BM, la brigada que en aquel entonces mandaba Lacasa, para que diera su opinión y si era posible restaurarlo. El especialista después de comprobar el estado de aquel aparato, su veredicto fue que aquello sólo servía para chatarra, si bien sus ametralladoras todavía se podían reciclar, como ahora sabemos que se hizo. Al tener noticia Beltrán de aquel incidente, es muy posible que naciera en su cabeza el proyecto del aeródromo de Pineta de 193831.

Empiezan las obras

De hecho el asunto de Pineta debió empezar un poco antes, ya que evacuados los últimos enfermos del sanatorio antituberculoso de Pineta en los finales de abril de aquel mismo año, y transformado aquel en hospital de sangre en los primeros días de mayo, muy pocos días después el mando divisionario dio una orden firmada por Beltrán de que 350 hombres iniciaran “los trabajos precisos para el vaciado de márgenes y la plantación de estacas en el fondo del embalse allí existente, con vistas a la construcción de un pequeño aeródromo”.

Lo que no se explicitaba en dicha orden es que el mismo podría servir para poder mantener un contacto directo y rápido con la España republicana, dado que raro era el día en que no caían en manos del enemigo los libros de “claves”, cuando estos eran los lanzados por mediación de aviones republicanos procedentes desde Francia. Historia que los fascistas confundirán, al interceptar un mensaje de la 43, en el cual la división solicitaba el envío urgente de “prensa diaria”. Texto que le llevó al enemigo a la conclusión de que los republicanos estaban aburridos, y por eso solicitaban prensa. “Prensa”, que en una clave muy infantil, equivalía a “libros de claves”, necesarios para cifrar los mensajes telegráficos que se enviaban a Barcelona, casi a diario, por mediación de una emisora republicana situada en el valle de la Géla, desde una caseta muy próxima a una de las antiguas minas de galena32.

Pero las obras que se emprendieron en Pineta se vieron constantemente entorpecidas por el mal tiempo, tanto por lluvia como por nieve. A lo que se unió las necesarias operaciones de camuflaje diurno, ya que los trabajos por necesidad se realizan casi siempre bajo el amparo protector de la noche, en un intento por evitar que se descubrieran aquellas obras, lo que provocaría un inoportuno bombardeo por parte de la aviación franquista.

Obras de las cuales fue informado Vicente Rojo, al que tampoco se le escapó la gran oportunidad que significaba poder contar con aquella pista, para la operación que se está proyectando realizar sobre Balaguer y Tremp, ya que si se culminaban las obras, se podrían basar en el llano de Pineta unos cuantos aviones de caza propios. Es decir, frente a la mismísima vanguardia enemiga, lo que permitiría enfrentarse al enemigo, tanto terrestre como aéreo, en su caso acuartelado en Ainsa o basado en Castejón del Puente, lugares desde los cuales hostigaban, día sí y día también Bielsa.

El intento por romper el cerco y llegar a la línea Cinca

Aviones que en su momento también podrían servir tanto para dar la necesaria cobertura aérea a la 43 división en su futuro avance, en concreto, en su futura salida por Campo y Ainsa, como para la resistencia posterior que debería tener lugar, un poco más tarde, en la Línea Cinca, donde la 43 tendría que resistir hasta enlazar con las tropas republicanas que tendrían que llegar, montadas en camiones, según estaba planeando Vicente Rojo, el jefe del Estado Mayor.


“Código Aragón”, para aeronaves. Archivo familia Benet.
 

Por otra parte, en el mismo sector republicano ya existía otro aeropuerto anterior en su caso situado en Belsierre, pero en aquellos días está totalmente inutilizado a causa de los bombardeos aéreos de los días 25 y 26 de abril, que habían corrido a cargo del Grupo 4-G-12 dotado con aparatos Romeo 37, y por lo tanto al no ser posible su reparación, aquel aeródromo fue descartado por Beltrán33.

Descartado por el mando republicano de la 43 División el rehabilitar el aeródromo de Belsierre, el mando divisionario debió entonces pensar en la posibilidad de construir otro nuevo en un lugar más idóneo y resguardado como era el llano de Pineta, más aún en concreto sobre una parte del lago donde se formaba la represa de las aguas del Cinca, y ante lo que había sido hasta hacía unos días el sanatorio antituberculoso, transformado en aquel momento y hasta el final de la Bolsa en hospital de sangre.

En lo que no dejaba de ser una operación doblemente practica, al ser tanto un acicate para reforzar la defensa de Bielsa y a su vez un importante refuerzo moral con vistas a mantener la voluntad de resistencia de los combatientes republicanos.

Una visita inesperada

Y debió ser por ello, y por conocer in situ el sitio, que el domingo 15 de mayo de 1938 llegó en secreto, por el Col de la Gela y puerto de Barrosa, procedente de Tarbes, Juan Negrín, jefe del gobierno de la República, que, tras dormir por la noche en el sanatorio de Pineta, donde lo recibió Juanito Lacasa, jefe de la 130 BM, se personó en Bielsa en compañía del general Vicente Rojo, jefe del Estado Mayor, al que acompañaba el comisario general del Ejército de Tierra Ossorio y Tafall. Como guías llevan a los comisarios políticos Julián Borderas, el Sastre, y el socialista Máximo Gracia, el antiguo comisario y el del momento, y como escoltas en la sombra a una sección de guerrilleros de la 130 BM, al mando del antiguo maestro Casajus 34 .

Pero la breve visita de Negrín a Bielsa, como algunos pocos han malpensado, servirá de tapadera a un asunto de muchísimo más calado, que la aparatosa entrega de medallas a unos combatientes, un asunto que por supuesto se discutió en privado, y que oficialmente se destapará el día 18. Asunto aquel que nada tenía que ver con la posibilidad de la retirada de la 43 División a Francia, tal como todo el mundo pensaba sino todo lo contrario. De esta forma transcurre el día 17 sin novedad digna de mención, salvo que continúa el mal tiempo y que los cañones rebeldes no callan.

Orden de las operaciones encaminadas a romper el cerco fascista de Bielsa.

El día 18, tres días más tarde de la llegada de Negrín al sector, la 43 División recibe una orden procedente de su Estado Mayor, en aquel caso de Vicente Rojo, donde se le comunica a Beltrán que en un momento determinado, se le avisará, de que la división tendrá que empezar a moverse en dos direcciones. En primer lugar, rompiendo su frente Sur, tendrá que abrirse paso por Labuerda, situada al Sur, con la misión de ocupar Ainsa para luego avanzar, lo más rápido posible, en dirección al pueblo de El Grado.

En una segunda fase, la división tendrá que saltar por el Este, concretamente por el collado de Sahún, situado sobre la carretera de Campo a Benasque, para después, tomando como eje principal la carretera, avanzar en dirección Sur, y abriéndose paso hasta llegar a Graus.

En aquel punto, de cumplirse todas las previsiones de la orden general, la 43 División deberá enlazar con una columna motorizada gubernamental, que embarcada en camiones tendrá que converger con ellos en Graus. Reunidas ambas columnas, inmediatamente se deberá proceder a la ocupación de toda la línea del Cinca, procediendo las unidades a fortificarse en ella.

La ofensiva de puente Serós

Como movimiento previo a aquella operación particular de la 43, el Ejército del Este tiene como misión el romper el frente rebelde por Montañana y en una segunda fase eliminar la cabeza de puente de Serós y avanzar hasta Fraga y Albalate de Cinca, provocando así la caída de todo el frente franquista de Lérida. Roto aquel frente se deberá avanzar hacia Benabarre, a través del eje Alfarrás- Castillonroy- Saganta- Purroy de la Solana-Benabarre. Es por ello que la 43 División debe marchar hacia en dirección a Graus.

En caso de que no lograse alcanzar el río Cinca, se debe ocupar y mantener la línea Ainsa- Arro- Foradada- carretera de Campo a Graus-Benabarre- Purroy de la Solana-Tamarite de Litera- Alfarrás- Balaguer- Fraga.

De conseguir resolver de forma favorable ambas operaciones conjuntas, la República puede alcanzar no solo envolver a las tropas nacionales que previsiblemente quedaran al Norte y al Este de la frontera, sino que, a la par, se podría recuperar toda la cuenca hidroeléctrica del Noguera Pallaresa y el Noguera Ribagorzana, de vital importancia para la industria de guerra de Cataluña.

Y ésta es en concreto la operación que ha forzado la inesperada y sorprendente visita de Juan Negrín y de Vicente Rojo a Bielsa, puesto que la operación militar va a estar bajo el mando personal del mismísimo Negrín, como ministro de Defensa, auxiliado por el Estado Mayor Central, cuyo jefe es Vicente Rojo.

Empiezan las operaciones

El mismo día 18, a modo de tanteo, unidades de la 102 BM republicana atacan las Peñas del Mediodía, situadas al N.O. de Barbaruens, sólo para ser rechazadas “dejando abandonados sobre la nieve 22 muertos”, según informa el Diario de operaciones de la 3ª de Navarra.

En consonancia con la orden recibida, Beltrán decide entonces tomar la iniciativa estableciendo un nuevo orden de batalla para las brigadas, movimiento que debe iniciarse el día 19 y concluir el 21. Pero la orden de Beltrán a sus unidades sólo contempla la mitad de la operación original, al descartar a priori la salida por Ainsa en dirección a El Grado, tras considerar Beltrán que sin el apoyo necesario de la artillería divisionaria, falta ésta de munición hace ya muchos días, significaría ir directamente a un suicidio colectivo, y por ello Beltrán idea un plan alternativo.

De alcanzar a descolgarse parte de las fuerzas de la 43 División por el Collado de Sahún, en la divisoria de los valles de Gistau y Benasque, cortando en aquel punto la carretera de Campo a Benasque, todas las fuerzas enemigas situadas al Norte de aquel sector quedarían copadas y con la única alternativa de tener que pasar a Francia por Benasque, o en su defecto replegarse por el valle de Arán.

Conquistado Campo, la división debe enviar una fuerte columna armada, que tras avanzar por la carretera en dirección Fuendecampo-Arro tendrá que romper por abajo el cerco puesto a Ainsa por la 3ª de Navarra, al coger a la artillería enemiga por la espalda. Abierta la puerta, y con la división dividida en dos columnas, y retomando el plan original, ambas se tendrán que dirigir en flecha hacía El Grado y Graus, donde tendrán que enlazar con las divisiones 35ª y 3ª republicanas.

De esta forma, pensando ya en la próxima salida por el sector donde está asentada la 102 BM, el batallón 407 que de hecho pertenece a la misma brigada, pero que en aquellos momentos está asignado a la 130 BM, pasa a reagruparse en Santa Justa para seguidamente tomar la carretera de Lafortunada-Salinas, y marchar hacía Salinas de Sín, lugar donde convergen el Cinca y el Cinqueta, y tras descansar allí, durante la madrugada del día 20, debe ponerse de nuevo en marcha con dirección a Plan.

A su vez, el batallón 286 de la 72 BM debe concentrarse en Plan esperando allí el paso del 407, para después marchar detrás de él hasta Salinas de Sín donde debe permanecer como reserva de la división, aunque del suministro se tendrá que hacer cargo la propia brigada.

Por parte de la 72 BM, con indiferencia de la lluvia o de la nieve, su despliegue el día 20 es el siguiente:

De acuerdo con lo ordenado por el mando nuestras fuerzas han efectuado los movimientos señalados quedando en la siguiente forma: Batallón 405: guarnece la línea comprendida entre las estribaciones de Peña Montañesa por Laspuña al río Cinca, en donde enlaza con la 130 Brigada. Batallón 286: de reserva en Salinas. Batallón 287: refuerza con una Compañía y una sección de armas automáticas el Batallón 405 y guarnece los Collados Gulliver y Santo comprendido entre Peña Montañesa y Punta Solano y altura de la Peña Montañesa. Batallón 288: En reserva en Badaín, acantonadas las fuerzas en los terrenos adyacentes.”

Complementando las órdenes se encarga a los jefes de los batallones 286 y 288 que cubran con armas automáticas las alturas de los pueblos donde pernoctan, con el objetivo de poder hacer un fuego eficaz, en el momento mismo en que aparezca la aviación enemiga. Otra de las medidas de prevención adoptadas es que las compañías estén apartadas durante el día de los pueblos o de las aglomeraciones de casas, o que sólo deberán utilizarse para pernoctar las fuerzas por la noche, como modo de evitar dar vistas a la temida aviación enemiga.

Se prueba el aeródromo de Pineta

Y mientras la 43ª División se apresta para el combate que se avecina, el día 23 una avioneta republicana procedente del pueblecito francés de Ossun, tras sobrevolar el macizo de Las Tres Sorores, aterrizó sin novedad en el provisional aeródromo de Pineta. Y tras comprobar el buen estado de la pista, emprendió de nuevo el vuelo hacia su punto de partida, pero en aquella ocasión sobrevolando Bielsa. Los observatorios franquistas lo único que pudieron hacer en aquel momento fue observar impotentes la maniobra, o limitarse a cursar el parte correspondiente.

A las 15 horas un avión procedente de Francia atraviesa la frontera por Las Tres Sorores, y se interna nuevamente en dicho país, por la parte de Bielsa.”

Y aunque no existen pruebas documentales que permitan verificar los motivos reales de aquel vuelo, no es difícil inferir que la misión del piloto de aquella avioneta pudo ser doble, primero, comprobar el estado real de la pista del nuevo aeródromo y, segundo, llevar a Bielsa personalmente y sin intermediaros las últimas instrucciones a la 43 División. Pues los primeros combates sobre Sort, Tremp y Balaguer, a cargo del Ejército del Este, ya se habían iniciado la noche del 21 al 22.

Con indiferencia de las vicisitudes de aquel aeródromo, los despliegues y marchas previos al salto sobre el campo enemigo, tuvieron algo de positivo para los batallones de la 72 BM, al estar previsto que se les proporcionaran a los hombres unas botas nuevas. Orden que da la razón al joven miliciano Satué, cuando se quejaba en un escrito de tener que andar con unas desgastadas alpargatas desde el día 3 de mayo, y que a estas alturas de mes le deberían servir ya de pantuflas. Sin embargo, el motivo de semejante deferencia hace sospechar con razón que, muy probablemente, estos mismos batallones serán los que en un momento dado se deberán lanzar los primeros al ataque.

El Jefe de la 72 Brigada Mixta, aprovechará estas circunstancias para reorganizar eficazmente los Batallones 286 y 288, dotándolos de calzado, para 12 lo cual, por razones especiales y que deben quedar a la discreción de los demás Jefes de la Brigada, la División atenderá preferentemente en los envíos que reciba de esta clase a las fuerzas de la 72 Brigada Mixta.”

Reajustes de líneas y la ofensiva de Tremp

Dentro también de la nueva disposición, la 130 BM, disminuida ahora numéricamente tras la marcha del batallón 407, reajusta su línea. De esta forma el batallón 520 pasa a ocupar desde Puyarruego hasta la carretera, con una compañía en la línea de resistencia, otra en Puyarruego y la tercera de vigilancia encima de Escalona. Las otras secciones están repartidas entre las Masadas de Belsierre y el propio Belsierre al Norte de Puyarruego.

Al batallón 517 se le destina a ocupar la línea formada desde Masadas de Belsierre, que alargándose por Los Lobos y por la parte Sur de la loma de las Sestrales, concluye en el camino de Vió a Bestué. Y por último, al batallón 519 se le deja como reserva de la brigada. Formando parte de la misma brigada están la Compañía de Depósito y la Compañía de Guerrilleros de la misma unidad. Esta última tiene distribuidos sus pelotones entre Escuaín, Mesón de Puértolas, puente de Laspuña y en el puesto de mando de la brigada, afincado ahora en el Hospital de Tella. El batallón 407, que en esta nueva distribución es el que lleva la peor parte, ya que aunque regresa a la 102 BM, su unidad madre, para hacerlo tendrá que caminar sin descanso dos días seguidos.

El día 25 de mayo, tres días después de haberse iniciado la ofensiva gubernamental sobre Balaguer y Tremp, la 43 División se dispone a ejecutar la orden particular de adoptar una actitud ofensiva. La orden que a su vez da Beltrán a la unidad, confirma que, ante la “vigorosa ofensiva” del Ejército del Este, el cual ha “logrado cortar en su avance la carretera que desde Balaguer sube al Valle de Arán y adelantar sus líneas en todo el frente”, la 43 División debe colaborar a esas operaciones “efectuando una acción ofensiva por su flanco izquierdo contra la carretera de Benasque”, a fin de aislar a todos los núcleos enemigos situados al Norte de dicha carretera.

El mismo día 26, ante los grandes combates que tienen lugar en el frente de Tremp, la 3ª de Navarra, la unidad franquista que cerca Bielsa, se ve precisada a tener que prescindir de una batería del 10,5, que sin demora y por orden superior pasa a ser enviada con destino a aquel comprometido frente de Tremp. El 28 vuelve la aviación fascista, bombardeando como ya va siendo habitual todo el sector de la 130 BM. Ataque que se intenta repeler con fuego intenso de armas automáticas, según afirma el enemigo: “Los aparatos son tiroteados intensamente”. Los dos días sucesivos los observatorios de la 72 BM registran que están oyendo “por el E. frecuentes e intensos bombardeos de aviación”. Es decir, los provenientes del frente del Segre donde la República, y la 43ª División como socio minoritario, se están jugando su última carta en aquella operación.

El enemigo tiene noticias del aeródromo

El último de aquellos días se pasa a los franquistas un individuo que al parecer hablaba hasta por los codos. “Por un evadido, que junto al Sanatorio de Pineta están construyendo un aeródromo, donde esperan traer 10 0 12 cazas, habiendo aterrizado uno, en prueba. Convoy diario a Francia, con 60 mulos.”

Cuando se atornilla al “pasao” a las líneas franquistas, éste explica que él es el capitán médico Manuel Mur Sierra, director de la Clínica de Pineta35, motivo por el cual le consta que se han realizado dos grandes evacuaciones de heridos republicanos a Francia, una el 15 de abril y otra el 2 de mayo. Del mismo modo que tiene constancia de que en el mismo hospital se llevan asistidos hasta la fecha un total de casi 800 heridos. Puesto a largar, el desertor también larga todo al respecto de la construcción del aeródromo en el llano de Pineta, incluida la prueba del anterior día 23 anterior, o todo lo concerniente a los convoyes de mulos que diariamente pasan a Francia.

Por otra parte, hay que aclarar que el citado personaje en realidad no respondía al nombre que dio a sus captores, ya que con toda seguridad se puede afirmar que no es la persona que dice ser, aunque que por los detalles que aporta al enemigo cabe la sospecha de que el personaje había debido trabajar durante algún tiempo en el propio hospital, pero bajo otro nombre 36. En su caso, con el propio que desconocemos.

Ese mismo día un funcionario francés, en esta ocasión un agente de información franquista a sueldo, vuelve a dar noticia de la existencia del aeródromo de Pineta. Todas aquellas nuevas se reciben el día 30 en los Servicios de Información franquistas, situados en el Cuartel General del Generalísimo en Burgos. Lo que motiva que la aviación franquista bombardee sin piedad Pineta el día 31, en una acción que si bien no causa bajas humanas, alcanza al propio sanatorio, en aquel entonces hospital de sangre, destruyendo parte del comedor del tercer piso y una de sus habitaciones, pero sin causar afortunadamente ni una sola baja.

También el mismo día 30, dentro de lo que se supone son operaciones de hostigamiento previas al intento de salida de la división, la 130 BM se apresta a hostilizar al enemigo, operación que se encarga al batallón 517 y a la compañía de Guerrilleros de la unidad, fuerzas a las que tiene que complementar una de las compañías de zapadores de la brigada. La misión tiene como objetivo el constituir un punto de apoyo avanzado en Sierra Custodia, al sur de Monte Perdido, que permita la vigilancia de los caminos que conducen desde Fanlo, Buisán o Nerín hasta la frontera francesa. Punto que en el futuro puede servir también, según se afirma en la orden, como base de partida para otras posibles infiltraciones republicanas posteriores.

El final de la esperanza.

La leve esperanza que durante unos días ha planeado sobre la 43 División, desde la visita de Negrín el día 16 del mes pasado, la que pasaba por la posibilidad de una salida del cepo de Bielsa por sus propios medios, se diluye como un azucarillo, borrada a causa del fracaso con que se saldan las operaciones generales en el frente del Este que, aunque concluidas con gran número de bajas por ambos bandos, determina, en el caso del Ejército Popular de la República, que se den éstas por concluidas el día 1 de junio.

Sobre el terreno el día 27 de mayo el Estado Mayor Central republicano ya ha tirado la toalla, al disponer en su directiva núm. 5 que “conseguido uno de los objetivos (atraer reservas) y para no desgastar las unidades propias” el Ejercito del Este y la Agrupación Autónoma del Ebro deberán pasar provisionalmente a la situación de defensiva.

Circunstancia que mueve al inmediato repliegue de la 43 División a sus posiciones anteriores, no sin que antes se despidan del 2º batallón de Sicilia rebelde, que atento vigila a la 102 BM desde sus posiciones, situadas en las Coronas de Barbaruens, al cual, a modo de saludo, le envían aquel día diez morterazos de despedida. Beltrán, curiosamente, no recordara nada de todo esto en su trabajo de Moscú en la Academia militar Frunze: Acciones defensivas y menos aún esta operación de salida en concreto, silenciando de este modo el fracaso general de las operaciones gubernamentales en el Segre.

Los fascistas preparan el asalto final

Durante la ofensiva republicana en el Segre, los cielos de Bielsa ven desfilar a los Heinkel 45 o los H-51, las escuadrillas 6-G-15 y del grupo 1-G-2, cazas y bombarderos respectivamente, que actuaran durante seis días bombardeando y ametrallando Puértolas y Belsierre, en el sector ocupado por la 130 BM, en un intento encaminado a fijar e inmovilizar a la división.

Pero la simple posibilidad de que la 43 División pueda contar en un momento dado con el apoyo de una aviación propia, junto a la actitud ofensiva de la propia división en los días anteriores, factores a los cuales se vinieron a sumar el temor de que en un momento u otro se pudiera reabrir de nuevo la frontera francesa, obliga al alto mando franquista a tener que replantearse en serio la liquidación definitiva de la Bolsa de Bielsa.


Savoias, bombardeando sobre Monte Perdido (Museo de Bielsa)
 

De hecho dicha orden ya se había dado en el llamado Cuartel General del “Generalísimo” el 16 de mayo anterior, pero la oportuna ofensiva republicana en el Segre había obligado a tener que aplazarla temporalmente. Dicha orden decía así: “Efectuar una operación en los altos valles del Cinca y del Cinqueta para batir las fuerzas enemigas que en ellos resisten y efectuar la limpieza de los mismos hasta la zona fronteriza.”

Como una confirmación más sobre la agresividad que gasta todavía la 43 División, el día 2 de junio, la infiltración republicana de la 130 BM sobre el Sur de Monte Perdido, a cargo del batallón 517 y de los Guerrilleros, tiene sabrosos frutos, al lograr éstos últimos llegar hasta la ermita de San Pelayo, situada al Norte de Fanlo, donde, a falta de combates, confiscan al enemigo 1.500 ovejas que intentarán pasar a sus líneas, pensando con ellas en engrosar las reservas propias, como así lo hacen.

La operación, que está a cargo del antiguo maestro Casajus, jefe de una sección de guerrilleros, es observada personalmente por Beltrán y Juanito Lacasa, jefe de la brigada, que, mediante la ayuda de banderas de señales, ordenan que se retiren a sus posiciones con el botín.

Regresando al aeródromo de Pineta, un hecho es cierto, el propio Beltrán, jefe de la 43 División, concedió la mayor importancia a aquellas obras, lo demuestra el hecho que mediada la mañana del 12 de junio, es decir, desencadenado ya el ataque final sobre la Bolsa, que tres días más tarde lograría el desalojo definitivo de la división, encontró todavía tiempo para ordenar por escrito que la sección de ingenieros de la división continuasen “construyendo el campo”.

La prueba de lo avanzado de aquellas obras, fue que concluida la Bolsa, el día 19 y como muestra del buen estado de su pista, una avioneta marca “Passarola”, pilotada por su dueño, el terrateniente y abogado portugués José Adriano Pequito Revelho, en aquellos momentos piloto voluntario en el bando franquista, aterrizó en aquel improvisado aeródromo de Pineta, sin más problemas 37.

1 El Periódico de Aragón, Zaragoza, 5 de agosto de 2023.

2 El Heraldo de Aragón, Zaragoza, 4de agosto de 2023.

3 El Plural, 30 de junio de 2023.

4 Museo de Bielsa.

5 Manifiesto Trapero de Puigcerdà. Combate por la Historia.

6 JR Verdaguer. Pineta. En la bolsa de Bielsa. Colectivo Republicano Euskal Herria, s/f.. Del mismo autor: Pineta, en errepublika.org

7 A. Gascón, La pequeña historia del aeródromo de Pineta durante la Bolsa de Bielsa. Ver en sbhac.net/, diciembre 2019.

8 Un ejemplo de ello es el programa Vuelta atrás de Aragón TV, y su programa El sueño revolucionario del Esquinazau, subtitulado Historia de L’Esquinazau, en la Bolsa de Bielsa, 5-7-2019. En dicho programa no se habla para nada de la Bolsa de Bielsa, salvo un mínimo comentario, o se olvida citar por ejemplo que Beltrán fue jefe del aparato de pasos del PCE, pintando al personaje como un eterno desertor. Otro mal ejemplo es el Proyecto Recurut, que auspiciado por instituciones academicas ha convertido la forzada emigración civil o la retirada republicana en una pura y dura ruta turística, o en un parque temático, y en ambos casos sin citar las fuentes de información o de su conocimiento, o haciendo un mal uso de la parte grafica, falta esta de referencias, cuando gran parte de las imágenes ya habían aparecido en dos publicaciones anteriores, que tampoco son citadas.

9 La Línea Cinca fue la principal obra defensiva que construyó el bando republicano en Aragón durante la Guerra Civil española (1936-1939). Obra que consistía en una fuerte línea de resistencia dotada de grandes fortificaciones y trincheras situadas en los márgenes del río Cinca.

10 Ver: A. Gascón, Los Ciervos Rojos en el embrión de la 43ª División republicana, Ver en Batallón Cinco Villas, blogsport.com, junio, 2020.

11 Desde el 14 de abril hasta el 15 de junio de 1938.

12 En una de ellas, al ser una foto aérea, se hace patente los embudos causados por la artillería o por las bombas de aviación franquista en los alrededores de Bielsa, lo que explicaría el incendio de aquella población durante la retirada republicana, al utilizarse sobre ella bombas incendiarias, aspecto que recoge el Diario de Operaciones de la 72 BM que se conserva. Museo de Bielsa.

13 Ramón Salas Larrazábal, Historia del Ejército Popular de la Republica, 1973.

14 R. Ferrerons, A. Gascón: Huesca: La Bolsa de Bielsa, Fotografías 1938, Huesca, 1991, p. 121.

15 El edificio primitivo concebido en principio como sanatorio antituberculoso, fue proyectado por el arquitecto Joaquín Porqueras en 1928, por encargo del doctor Isaac Nogueras, médico tisiólogo, que lo puso en marcha hasta junio de 1938, momento en que tras una tregua, se evacuaron los enfermos que pasaron a manos de las tropas franquistas, al no tener medios los republicanos de poder pasarlos a Francia. Tras la evacuación, el edificio se convirtió en hospital sangre de la 43 división, y la destrucción de una parte del techado superior fue a causa de un bombardeo franquista, tras descubrirse la existencia del aeródromo. En la posguerra el edificio fue adquirido por la Quinta de Salud la Alianza de Barcelona, que lo restauró pero sin ponerlo en servicio. En 1963 al morir el escolapio Jordi Turull en Monte Perdido en un accidente de montaña, propicio la compra del edificio por las Escuelas Pías de Barcelona, que en el mes de julio de aquel mismo año abrieron sus puertas a las primeras colonias.

16 El cuartel general de la unidad estaba situado en los locales del colegio de los jesuitas de la calle Balmes-Travesera.

17Informe que el Comisario de Cuarteles presenta al Comité regional relacionado con la destitución del Responsable del Cuartel Pirenaico”, Inventari del Fons MP, Milícies Pirinenques, Fons CRAI Biblioteca del Pavelló de la República de la Universitat de Barcelona.

18 Testimonio de J. M. Benet, que se ve corroborado con nueva documentación aparecida.

19 J. C. Castán, El frente del Serrablo, pp. 121-122.

20 Se refiere a la comandancia de la 130 Brigada Mixta

21 En beneficio de la congruencia hemos mantenido el texto integro, textual sic, con todas sus incongruencias tanto de estilo, como gramaticales.

22 Espierba está situado al norte, y en los límites finales del valle Pineta, y fronterizo al cauce del rio Cinca, que va camino del embalse de Pineta. Una pequeña carretera, que se inicia en Bielsa, y pasa por Javierre, concluye en el minúsculo pueblecito de Espierba.

23 Se supone que vueltas de campana. Y por ello Borau hablaba de sus restos recostados sobre los arboles. Lo curioso es que ni Borau ni el informe especificaron el modelo de aparato que era o que había sido del piloto o pilotos.

24 “En el mes de mayo los Romeo de la 4-G-12 efectuaron 11 servicios de guerra en la Bolsa de Bielsa (en algunos de ellos atacaron en cadena por debajo de las posiciones enemigas)…” Jesús Salas Larrazabal: Los Romeo 37 (II), Revista de Aeronáutica, nº 373, diciembre de 1971, p. 903. Resaltar de dicho trabajo el hecho curioso de que Salas, tan detallista como era, no habla de la pérdida del aparato en cuestión ni de sus tripulantes, probablemente al haberse producido a causa de un fallo mecánico propio, y no por un derribo propiamente dicho.

25 Es evidente que el autor del informe no ha hablado antes de “aviadores”, luego entonces a qué aviadores en concreto se refiere con aquel comentario.

26 Se trata de Mariano Bueno Ferrer, antiguo jefe de la 130 Brigada Mixta, por mucho que se empeñe la Wikipedia o Michael Alpert, en su obra El ejército republicano en la guerra civil, Mariano Bueno ya era teniente coronel, no a finales de 1937, sino en junio de aquel mismo año, tal como consta en el documento ahora aparecido.

27 Es muy probable de que se trate del comandante Alfonso de los Reyes, jefe de las operaciones aéreas en el frente de Aragón, con mando en la base de Sariñena, base de la escuadrilla Alas Rojas.

28 “Guardia nacional republicano”, desde diciembre de 1936, nombre dado oficialmente a la antigua Guardia Civil.

29 18 AHN, Boltaña, C 6, 1413, Xp. 2, imágenes 88-89-90.

30 Para más detalles ver Guillermo Tabernillas, “El circo Krone. La epopeya de los pilotos de la República en el Norte

31 Beltrán, ya en 1932 había vivido una experiencia aérea en Jaca, al participar en la construcción y manejo de un pionero aparato de vuelo sin motor, presenciando el fallecimiento en accidente del primer piloto español caído en aquella especialidad, el joven Francisco Zabalza Elorza, al picar su aparato en los llanos Badaguás. De ahí su particular interés en general por la aviación.

32 En 1912 la sociedad franco-belga Minas de Parzán comenzó en esta mina del Sobrarbe (pico Liena) a explotar galena argentífera. Llegó a Contar con doscientos treinta trabajadores y el acarreo del mineral se realizaba con un cable aéreo de diez kilómetros. Las minas fueron Luisa y Robert, y hacia Bielsa, minas del Mallo, del monte Ruego, Ana y Gela. Se cerraron en 1927. Testimonio de Hilario Borau.

33 El Grupo 4-G-12 equipado con Romeo-37, mientras cumplía la revisión de sus aparatos en el Parque Regional de Logroño, estuvo basado en Castejón del Puente, desde el 23 de abril hasta el 18 de mayo, efectuando durante ese período un total de once servicios de guerra sobre Bielsa. El 20 de mayo fue sustituido por el Grupo 6-G-15 dotado de Heinkel-45 (Pavas), al mando del capitán Ugarte “Trisilin”. Durante los combates finales, y desde el día 9 al 15 junio, esta escuadrilla efectuará un total de 12 misiones más. Los H45, eran aviones biplazas de bombardeo ligero táctico, con motor BMW VI, 7-22, de 750 CV, armados con una ametralladora de 7,9 mm fija y otra MG-15, de igual calibre manejada por el observador.

34 Angel Casajus Pardo, natural de Canfranc, ejercía de maestro en Araguás del Solano, durante la guerra alcanzó en grado de teniente.

35 Para más detalles de aquella institución durante la guerra ver el trabajo de Luis Alfonso Arcarazo, “María Cristina Fantova Santaliestra ha cumplido 100 años”, en Boletín Informativo de Sanidad Militar, nº 18, año V, 2013, pp. 19-24..

36 Información proporcionada al autor del amigo Luis Alfonso Arcarazo.

37 Emilio Herrera Alonso “Viriatos do ar”, Aviadores portugueses en la guerra de España. Revista Aeroplano, núm. 12


Fuente → serhistorico.net

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