Criminales falangistas asesinaron a Juana Torres González y a sus 2 hijos, Hermenegildo y Francisco Sánches Torres, en Villasbuenas de Gata (Cáceres) en 1936
Criminales falangistas asesinaron a Juana Torres González y a sus 2 hijos, Hermenegildo y Francisco Sánches Torres, en Villasbuenas de Gata (Cáceres) en 1936 / Tulio Riomesta
 
Juana Torres González nació y residía en Peñaparda (Salamanca). Era viuda de Ceferino Sánchez, oriunda de Gata (Cáceres), como su marido. Poseía un establecimiento con salón de baile incluido, que fue requisado para cuartel de los falangistas. Había sido el local preferido de los izquierdistas. Su prosperidad relativa había provocado la envidia de algún vecino que también tenía bar, y a ello se unió la circunstancia de que, al quedarse viuda, el secretario del ayuntamiento y cacique local, Emilio Rodríguez, le pedía unas relaciones sentimentales que ella se negaba a mantener. Este individuo se vengó, utilizando el poder de su hijo Félix como jefe local de falange.

Juana era madre de Nicolasa, Hermenegildo y Francisco Sánchez Torres. También era hermana de Vicente Torres González, alcalde Republicano de Peñaparda (Salamanca), que sería asesinado el 1 de Septiembre de 1936. Tras la rebelión franquista de Julio del 36, los falangistas detuvieron a Juana Torres y a sus hijos, que eran considerados los directivos de izquierdas del pueblo.

Los verdugos de Juana llevaron a cabo bárbaras prácticas seviciosas con ella, así como el robo de sus alhajas. El 31 de Agosto de 1936, los falangistas dirigidos por Félix Rodríguez realizaron la “primera saca” del pueblo, llevaron a la plaza a 7 vecinos: Juana Torres González, sus 2 hijos Hermenegildo y Francisco; también a sus 2 tíos; y a 2 miembros de la familia de los “Morodes”, Luis y Santiago Domínguez. Ya detenida en la plaza, Juana le suplicó de rodillas a Emilio Rodríguez que, si en algo la estimaba culpable la matara a ella, pero que perdonara la vida a sus hijos. Por toda contestación Emilio le dio un empujón violento diciéndole al mismo tiempo: “ya es tarde, ahora tenemos nosotros la sartén por el mango”.

A los 7 los subieron a un tétrico camión. Una vez en marcha, a la altura del puente, Juana consiguió soltar a su hijo Francisco con los dientes, quien pudo escapar, aunque solo un día después fue capturado de nuevo y asesinado. A Juana Torres y a los demás compañeros de viaje los mataron junto a la carretera, entre Santibáñez y Torre de Don Miguel, o sea en Villasbuenas de Gata, pueblo donde residía un falangista que prestó servicios macabros a los jefes de Falange de Peñaparda y Robleda.

Tras los asesinatos, los cadáveres de las 7 víctimas fueron abandonados en la finca Carvajales en El Payo (Salamanca), siendo enterrados en dicho paraje. Según testimonio, “a la mujer la llevaron al parador que llaman el Parador del Fraile, carretera de Villasbuenas, y en mitad de la carretera la mataron, la espatarraron, con un letrero: “Carne fresca”. Estando una vecina de La Torre de Don Miguel, Brígida Covaleda, en un olivar próximo a Villasbuenas de Gata, un hombre le indicó “escarba un poco la tierra de aquél rincón”. Ella lo hizo y se encontró con varios cadáveres, entre ellos el de Juana.

Hermenegildo Sánchez Torres había nacido en Peñaparda en 1908. Estaba casado con Polonia Toribio Collado, tenían 3 hijos, Francisco, Ana María y Antonio. Era jornalero. Según escrito del Alcalde de Peñaparda fechado en 1944, “fue detenido, con motivo del glorioso movimiento nazional, sin que hasta el día de hoy se hayan vuelto a tener noticias de su paradero, ni de su existencia, creyéndole fundadamente muerto”.

Francisco Sánchez Torres, era natural de Peñaparda, estaba casado con Catalina Acera, tenía 1 hija, Julia. Fue ilegalmente detenido y asesinado extrajudicialmente el 2 de Septiembre de 1936. Su cadáver se encontró en San Martín de Trevejo (Cáceres).


Documentos: «Mujeres del SO de Salamanca represaliadas en el marco del terror militar del Alzamiento y sus secuelas«, (Angel Iglesias Ovejero). Salamanca Memoria y Justicia


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