
La moción ha conseguido el apoyo de las tres formaciones del gobierno (Guanyem Girona, Junts y ERC)
Protestas de miembros de la Policía Municipal y de vecinos de los pisos de la Aurora, en el pleno municipal
Uno de sus impulsores de la moción, Quim Tell, ha defendido que la monarquía española fuera "una mafia impuesta" y ha repasado de forma histórica algunos de los momentos históricos de Cataluña, como la guerra de los Segadors. Consideran que es "el momento de librarnos del peso" de los Borbones y erigirse como ciudad republicana.
La moción ha conseguido el apoyo de las tres formaciones del gobierno (Guanyem Girona, Junts y ERC). Por el parto del teniente de alcalde y portavoz de ERC en el ayuntamiento, Quim Ayats, ha defendido que la represión del Estado "sigue vigente" en referencia a los infiltrados de la Policía Nacional en movimientos independentistas. La vicealcaldesa y portavoz de Junts, Gemma Geis, ha reiterado la necesidad de andar por "un país libre democráticamente" en un sistema "donde hablar de votar no comporte el exilio ni la cárcel", en referencia a los presos independentistas que lideraron el 1-O.
Los ocho concejales del PSC se abstuvieron. El concejal Maxi Fuentes ha asegurado que el consistorio "no tiene competencias" para hacer algunos de los puntos que pide la moción y ha asegurado que "el peligro" de la democracia es "la presencia de Vox" y el incremento de votantes de la extrema derecha.
El PSC s’absté
La abstención del PSC ha hecho que el alcalde de Girona, Lluc Salellas, criticara la falta de apoyo de los socialistas a la moción. "Esperaba que hoy fuéramos 25 concejales de 27 y no 17", ha declarado el alcalde. En este sentido, Salellas ha lamentado que el PSC "reuncien que la ciudad tenga un claro complemento republicano".
El concejal del PP y el de Vox han votado en contra de la propuesta antimonárquica. El portavoz de Vox ha asegurado que el texto presentado era una "tontería". Por su parte, el portavoz popular, Jaume Veray, ha calificado la moción como una "falacia y un despropósito". El concejal ha asegurado que los proponentes eran "antisistema" que se "beneficiaban del sistema democrático español".
Protesta de la Policía
Minutos antes del inicio del plenario varios agentes de la Policía Municipal de Girona se han concentrado frente al Ayuntamiento de Girona y han accedido a la sala de plenos para pedir desatascar la situación que vive el cuerpo de seguridad. El portavoz sindical Sergi Fernández, recordó que habían cerrado un preacuerdo con el anterior equipo de gobierno que preveía aplicar los incrementos salariales previstos en la Valoración de los Puestos de Trabajo (VLT) y el complemento variable (unos 180 euros mensuales).
Fernández ha asegurado que darán "100 días de margen" al nuevo gobierno local pero ha remarcado que "la seguridad pública está en juego". El portavoz sindical ha insistido en que la falta de agentes en el cuerpo obliga a condicionar pruebas deportivas como la Carrera de la Mujer porque no hay suficientes efectivos para garantizar la seguridad durante el recorrido. Además, Fernández ha recordado que la ciudad tiene un alto volumen de actividades en la vía pública y un amplio dispositivo de seguridad en los partidos del Girona FC y el Baloncesto Girona. Esto implica un mayor despliegue del cuerpo local y tensiona la actividad del cuerpo.
De momento, todavía no han logrado cerrar ninguna reunión con el nuevo equipo de gobierno pero el portavoz sindical ha anunciado que existe "buena sintonía" en algunas conversaciones informales que han tenido con los responsables políticos.
Protesta vecinal
El plenario de hoy también ha vivido la reivindicación de los vecinos de los pisos de la Aurora, en el barrio del Pont Major. En este caso, los vecinos reprocharon que el consistorio ha empezado a girar recibos a las familias por unas obras subsidiarias que ejecuta el consistorio para evitar la degradación de la estructura. Una de las vecinas del edificio, Maria Estrella Amador, recordó que en su día pactaron pagar las obras con cuotas que pudieran asumir con sus recursos.
Sin embargo, Amador ha afirmado que muchas familias han recibido una carta del Ayuntamiento de Girona en la que les reclaman "entre 10.000 y 28.000 euros" que deben pagar en un año. “Yo cobro 1.080 euros mensuales y me hacen pagar 1.000 al mes, ¿cómo quieren que lo haga?”, reprocha Amador. Por eso los vecinos se sienten engañados y piden que el ayuntamiento aplique cuotas más sociales y asumibles, ya que si lo alargan en más de un años les aplican intereses.
Los vecinos critican que todo el dinero que les hace pagar es “sin que hayan movido ni una piedra”. De hecho, las obras de consolidación de la estructura de los edificios no han comenzado. Por eso los vecinos no entienden cómo les hacen pagar unas obras que no se han hecho.
Fuente → elpuntavui.cat
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