
El resurgimiento del fascismo en España: una amenaza real
Jesús Carames
Las redes sociales han cambiado el panorama político,
ofreciendo un canal de comunicación sin precedentes entre políticos y
ciudadanos. Sin embargo, esta accesibilidad tiene su lado oscuro.
Un ejército de bots y perfiles ultraderechistas utilizan estas
plataformas para difundir propaganda y sembrar discordia. Este tipo de
estrategias de desinformación y manipulación no eran frecuentes desde la
Transición y es un claro indicativo de la creciente presencia del
fascismo en España.
El ascenso de la ultraderecha
No es solo en el espacio virtual donde se está notando la influencia de la ultraderecha. De
forma gradual pero constante, la ultraderecha está ganando presencia en
las instituciones, apropiándose de los descontentos y fomentando
divisiones. Este avance se está realizando sin un programa
político claro, sustituyéndolo por símbolos y tradiciones que apelan a
la nostalgia y el miedo al cambio.
El voto de los descontentos
La ultraderecha se está beneficiando del voto de los descontentos,
aquellos que sienten que sus necesidades y preocupaciones no están
siendo atendidas por los partidos políticos tradicionales. Estos
votantes, desilusionados con el sistema, están siendo seducidos por un
discurso que promete un retorno a una España idealizada que nunca
existió.
La peligrosa normalización del fascismo
Hay mucha gente que aún no ha percibido la gravedad de la situación.
Piensan que por enarbolar la bandera nacional, estas fuerzas políticas
son más patriotas que nadie. Pero el fascismo siempre ha estado
ahí, oculto, esperando una oportunidad para resurgir. Y esa oportunidad
ha llegado aprovechando nuestra flaqueza, nuestra división y nuestros
miedos.
La importancia de la acción política y ciudadana
No podemos permitir que esta situación continúe. La normalización del
fascismo y su presencia en nuestras instituciones es una amenaza para
nuestra democracia y nuestra convivencia. La ultraderecha debería haber sido ilegalizada antes de llegar a este punto, pero ahora es el momento de actuar.
Es vital salir a votar sin complejos, con plena conciencia de lo que
está en juego. No solo es necesario proteger nuestros derechos y
libertades, sino también nuestra convivencia y nuestra democracia.
Porque si algo nos ha enseñado la historia es que el precio de la apatía
ante el fascismo es demasiado alto.
Un futuro incierto
La situación en España es preocupante. El fascismo no solo se ha
instalado en nuestras redes sociales y en nuestras instituciones, sino
que está siendo normalizado por una parte de la sociedad. La
lucha contra este resurgimiento del fascismo no será fácil, pero es una
lucha necesaria para preservar la democracia y los valores que hemos
construido juntos. No podemos permitir que el fascismo se instale en España. La lucha comienza ahora.
Fuente → bilbaohiria.com
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