La Sección Femenina de Falange
La Sección Femenina de Falange
Soledad Bengoechea

En el marco de la exposición “Mujeres Libres (1936-1939) precursoras de un mundo libre”, presentada por la CNT de Sabadell en el Centro Cívico Sant Oleguer de Sabadell, el día 15 de junio de 2023 di esta conferencia.
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En primer lugar, quería agradecer a los compañeros y compañeras de la CNT por haberme invitado a participar en este acto, al Centro Cívico Sant Oleguer de Sabadell por haberme acogido ya todos ustedes por su presencia.

Bien, antes de empezar quería aclarar porque en el título he puesto la palabra Falange y no lo he dejado simplemente en sección femenina. Como sabemos, el voto de la mujer en España se aprobó a finales de 1931, meses después de instaurada la República. Pues bien, a principios de 1932 los partidos políticos formaron sus secciones femeninas. Se llamaban así: sección femenina de la Liga Regionalista, sección femenina de Esquerra Republicana… Por eso pensé que el título de esta charla debía ser Sección Femenina de Falange.

Empecemos por hablar del fascismo y de la Falange

En la actualidad, el adjetivo fascista ocupa un espacio casi diario en los medios de comunicación y en el discurso de ciertas formaciones políticas. Sin embargo, algunos expertos dejan clara su posición frente a un posible retorno del fenómeno. No lo ven posible. ¿Por qué? Vemos. El fascismo fue un movimiento político e ideológico que tuvo un origen y un fin. Tenía una serie de elementos que las nuevas derechas carecen. Por ejemplo, querer instaurar un régimen de partido único, o una dictadura autoritaria, o tratar de disponer de un partido milicia. Por otra parte, las extremas derechas actuales tampoco tienen voluntad de encuadrar a hombres y mujeres en organizaciones de masas. Y no son una religión política ni tienen la voluntad de construir nuevos hombres y mujeres. Sin embargo, se puede preguntar, ¿puede decirse con rotundidad que algunas de estas extremas derechas una vez en el poder no adoptarían algunos de los rasgos del fascismo histórico pudiendo devenir fascismos?

Lo cierto es que sería muy interesante debatir ahora si el tema de que si VOX alcanzara el poder podría convertirse en un partido con todas las características que los especialistas dan al fascismo histórico, pero no es el momento.

Sin embargo no he podido reprimirme y he copiado, de google, un párrafo de un documento de Falange Española, fechado en el 2020, es decir, hace tres años, ante el anuncio de la aparición de Solidaridad, un nuevo sindicato impulsado por VOX (leo en castellano tal y como está escrito): “Sea como fuere, es evidente la inconsistencia de la comparación entre el sindicalismo revolucionario y anticapitalista que promueve Falange Española y el “giro social” que algunos aprecian en VOX, más como la expresión de un deseo de lo que les gustaría que legase a ser, que como constatación de una realidad que, a día de hoy, está aún muy lejos de llegar a ser”, cierro comillas. Observamos que habla de anticapitalismo y de sindicalismo revolucionario. En este sentido, seguimos mirando que dice el documento de Falange: “Los falangistas aspiramos a sustituir el modelo de clases con intereses antagónicos -capitalistas y asalariados- por una organización en la que desaparezca dicha diferenciación y todos los productores cooperan organizándose por ramas de la producción”.

Bien, como esta reflexión no es el motivo por el que nos ha reunido aquí, ahora voy a hablar de las mujeres españolas fascistas aparecidas oficialmente el 12 de julio de 1934, concretamente de la Sección Femenina (SF), rama femenina de Falange Española Tradicionalista y de las JONS. En julio de 1936, cuando empezó la guerra civil, la SF tenía alrededor de 2500 militantes y en 1977, cuando se disolvió, 900.000 su máximo histórico.

Para empezar, le ruego que oiga esto:

«Todos los días deberíamos dar gracias a Dios
por habernos privado a la mayoría de las mujeres
del don de la palabra, porque si lo tuviéramos,
quién sabe si caeríamos en la vanidad de exhibirlo
en las plazas. Las mujeres nunca descubren nada;
les falta el talento creador reservado por Dios
para inteligencias varoniles”.

Pilar Primo de Rivera, máxima dirigente de la Sección Femenina

“Si tú tienes alguna afición, intenta no aburrirle hablándole de ésta, ya que los intereses de las mujeres son triviales comparados con los de los hombres”.

Sección Femenina de Falange

Bueno, después de eso no se si es necesario decir algo más sobre las mujeres falangistas.

Vemos cómo apareció esta Sección Femenina

Históricamente, la SF fue un fenómeno surgido durante los años treinta del pasado siglo en el contexto de los fascismo europeos en alza. Su fundador fue el abogado José Antonio Primo de Rivera, un señorito madrileño hijo primogénito de Miguel Primo de Rivera, dictador de España entre 1923 y 1930. Él estuvo de acuerdo en que se creara esta sección, la SF , de la que su hermana, Pilar Primo de Rivera, sería su principal dirigente.

Los militantes de ambos grupos fascistas, el masculino y el femenino, se vistieron con un uniforme que tenía como emblema la camisa azul propia de los trabajadores, queriendo dar un cariz obrerista a sus respectivas formaciones. Escogieron por su bandera los mismos colores de la CNT, sindicato anarcosindicalista de clase, mayoritario en Cataluña en aquella época y totalmente enfrentado al nacionalsindicalismo. La SF, al igual que Falange, estuvo presente en España hasta la muerte del dictador Francisco Franco en los setenta.

Decíamos que la SF había surgido en el contexto de los fascismos europeos, caracterizados por unos movimientos que rechazaban al mismo tiempo la lucha de clases y, aunque en ocasiones puede sonar extraño, también el sistema social capitalista. El fascismo español femenino, al igual que el masculino, copió muchos de los elementos que han caracterizado al fascismo italiano de Mussolini, en el poder desde 1922, y del nazismo de Hitler, que subió al poder en 1933. A través de continuos mensajes, Mussolini exponía su enfoque respecto al papel que la mujer iba a tener en la sociedad. Básicamente, la mujer tenía que desempeñar el papel de reproductora de la raza en el hogar. Para ella, la vida debía limitarse a la esfera privada porque el fascismo decía no tener talento para la vida pública, para la creatividad o para la síntesis. Antes de que la Falange, Mussolini, también organizó a las mujeres en diversas organizaciones fascistas.

Si ponemos el foco en la Alemania, vemos que allí, antes de que se fundara la SF, ya existía también una organización sólo para mujeres. Se llamaba Liga de Muchachas Alemanas en las Juventudes Hitlerianas . Uno de sus objetivos era preparar a las chicas para el matrimonio. Si querían tener cargos en la organización, las liderezas de esa organización debían ser solteras y sin hijos. Igual ocurría en las organizaciones femeninas fascistas italianas y la SF copió este principio: si sus mandos se casaban o tenían hijos perdían el liderazgo.

Les fundadores de la SF a Barcelona

En Barcelona, ​​las fundadoras de la SF eran mujeres muy conocidas de la alta sociedad. Ellas, después, ocuparían cargos en la naciente organización falangista en la zona nacional: Salamanca, San Sebastián, Sevilla, Burgos, etc.

La figura más relevante fue María Josefa Viñamata Castanyer. Su padre, José Viñamata y Nochettti, era cónsul de Austria. En Barcelona, ​​antes de estallar la guerra, la familia Viñamata, muy monárquica, vivía en una casa lujosa y en ella se reunía la flor y nata barcelonesa. Josefa Viñamata tenía veintiséis años cuando se afilió a la SF. Suscribió el discurso que Pilar Primo de Rivera pronunció en el II Congreso Nacional de la SF celebrado en Segovia entre el 15 de enero y el domingo 23 de enero de 1938, en plena guerra civil, donde se puso de manifiesto lo que el estado fascista esperaba mujeres.

Dos meses después de la guerra, en septiembre de 1936, se creó la Territorial de la Falange catalana en Burgos. La Territorial pronto se extendió por otras ciudades españolas que estaban bajo el control de Franco. Viñamata pasó a representarlas en todas ellas. Estaba tan bien valorada en la organización que la trasladaron a Salamanca para trabajar junto a Pilar Primo de Rivera. En el encuentro con Adolf Hitler en abril de 1938, Viñamata acompañó a la líder de la SF a nivel nacional, Pilar Primo de Rivera para felicitarle por el trabajo realizado.

Sobre la ideología

Sobre la ideología del falangismo, que englobaba, por supuesto, los principios de la SF, he hablado un poco antes. Vemos ahora que dice el estudioso del tema, el profesor Joan Maria Thomàs : “el partido es como un auténtico movimiento fascista , antiizquierdista, antiliberal, antidemocrático, antiseparatista.., pero también anticonservador y con la pretensión de crear un movimiento de masas y captar al menos a una parte de las «masas» enemigas…, empezando por los anarcosindicalistas (consideradas erróneamente como las más «españolas») o haciendo guiñoles al líder socialista al que consideraba más patriota, Indalecio Prieto . Era un discurso ambiguo, como muy bien queda de manifiesto en sus "no somos ni de derechas ni de izquierdas", su actitud ante la cuestión católica o su anticapitalismo, lo hemos dicho antes, repito. Todo ello conformaba un discurso ambiguo diseñado para captar sectores muy diversos, aunque la pura y dura realidad fuera que acababa captando a la misma clientela que el resto de las derechas, y en proporciones mucho más reducidas. Sobre todo, en sus inicios, era un movimiento que penetró entre muchos estudiantes, pero no en los barrios obreros como si está pasando con VOX. Al igual que los fascismos europeos, el falangismo recibió financiación del gran capital que se daba cuenta de que detrás de la retórica obrerista lo que la Falange intentaba era poner fin a las organizaciones obreras.

Como decía, la ideología de la SF, con sus variantes particulares, estaba fuertemente unida a los fascismos europeos, pero también, y esto es muy importante, en la iglesia, lo que no sólo le permitió educar en las escuelas a varias generaciones de niñas españolas con sus ideas, sino que la convirtió en una de las mayores organizaciones del régimen franquista.

Uno de los principales temas de la SF fue la familia. La Sección enseñaba a las niñas y jóvenes que el objetivo de su vida era casarse y ser madres, puesto que dar hijos a la Patria era la mayor gloria posible. Crear una familia donde ellas tendrían la función, en primer lugar, convertir la casa familiar y el entorno en acogedor, un lugar donde el marido se sintiera a gusto para que no tuviera motivos para salir de casa, en definitiva ellas habían conseguir que el hogar fuera un lugar apto para el reposo del marido, al que debía comprender, consolar y obedecer.

Por otra parte, la SF siempre fomentó entre sus afiliadas el vitalismo, es decir, la acción más que la reflexión, así como la fe pura, sin discusiones, la fe en la religión católica, la fe en la ideario y los valores fascistas, la fe más que la razón o el pensamiento crítico. La SF pretendió fabricar mujeres sumisas y dóciles, tanto respecto al régimen como a la masculinidad. El objetivo era que el hombre no se sintiera amenazado. Para ello se recomendaba a las mujeres “disimular su superioridad intelectual” o “revestir su inteligencia de emocionalidad”. También, guardar silencio.

Una de las virtudes que más se ensalzaron de ellas como símbolos de femineidad falangista fueron el silencio y el no llamar la atención. Un silencio que iba más allá de la ausencia de palabras y que influía incluso incluso en la forma de gesticular y moverse. La historiadora Begoña Barrera lo describe como “una dimensión física del adoctrinamiento. Una imposición que se reflejaba en la manera de andar y mover los brazos. En un determinado tono de voz”. El lema era: como mujer ideal ella no tiene que hacer espantos, no debe hablar alto, debe ser decorosa y, ante todo, tiene que sonreír.

En el lado opuesto, a modo de un espejo deformante, la SF situaba varios contramoldes a evitar: la mujer republicana, la mujer comunista, la mujer anarquista y la mujer feminista. Un discurso que respondía a un contexto histórico concreto a un tiempo, república y guerra civil, en el que muchas mujeres fueron protagonistas de sus vidas. En definitiva, desmontar la cultura política republicana que permitió el reconocimiento de los derechos de las mujeres.

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Desde la SF no sólo se dictaba cómo debían ser las mujeres; también, qué emociones debían evitarse. Entre ellas, Barrera destaca el mal humor, las actitudes severas y los celos. Explica que ellas eran consideradas "más sentimentales, pasionales y dadas al desbordamiento emotivo". Más histéricas, vamos.

A través del tiempo

Durante la República, recientemente fundada la Falange, cuando por las calles de Madrid los falangistas se peleaban con los comunistas, ellas, las chicas de la SF, se encargaban de asistir a la militancia masculina, a los detenidos del partido oa las familias de los fallecidos por la causa, recaudar fondos… Otra actividad era la siguiente: cuando Falange daba mítines, ellas eran las encargadas de pasar porras y pistolas a los hombres falangistas ya que éstos solían ser cacheados al entrar en estos actos.

Cuando empezó la guerra el 18 de julio de 1936, frustrado el levantamiento de los rebeldes en Barcelona, ​​el mantenimiento de focos rebeldes en otras localidades catalanas fuera impensable y las tropas que se habían sollevado en Lleida, Girona, Mataró y Figueres volvieron a sus cuarteles. Tarragona se había mostrado indecisa, pero enseguida se rindió.

Ya desde el día 19 de julio se inició el éxodo de catalanes en "Zona Nacional", de personas que se sentían amenazadas (religiosas, industriales, y afiliados a los partidos de derechas, entre otros). (Recordamos aquí como Francesc Cambó, líder de la Liga Regionalista, se marchó a Italia y Suiza y ayudó a financiar la guerra de Franco). Los que huyeron primero se marcharon al extranjero (principalmente en Italia y el sur de Francia), pero luego entraron en España, en las zonas donde el alzamiento había triunfado. En estos lugares, Falange Española de las JONS experimentó un gran crecimiento y se convirtió en el primer movimiento político en número de efectivos.

La organización catalana en “Zona Nacional” apareció a principios de septiembre de 1936 en Burgos donde se creó la Jefatura Territorial de Cataluña. La mayoría de sus integrantes pertenecían a clases de procedencia social media o alta, de familias conocidas catalanas. El sector dominante era el de Barcelona, ​​aunque un 20% eran leridanos.

La nueva organización instalada en Burgos postuló la realización de una revolución nacional y la construcción de un estado totalitario y corporativo. Como había hecho antes Mussolini y Hitler, y aunque parezca extraño, como lo hacían todos los fascismos, la falange y la SF ponían énfasis en la retórica obrerista. También se esforzaron por dar a conocer su actitud hacia el “problema catalán”, ya que eran radicalmente anticatalanistas y antiautonomistas. Unos datos: las mujeres catalanas falangistas refugiadas en la España nacional llegaron a ser entre 1.500 y 2.000 . En total, la colonia catalana refugiada en España nacional la formaban unas 20.000 personas.

Terminada la guerra, en 1939, el discurso nacionalsindicalista, la importancia del catolicismo y la centralidad de la familia serían los pilares ideológicos sobre los que se asentaría el nuevo régimen. Los franquistas se disponían a construir su patria, diseñada a la medida de los ganadores de la guerra. En aquella España, supuestamente magnífica, las mujeres, sobre el papel, tenían un papel muy importante, aunque sin duda jamás protagonista: eran las encargadas de tener y criar a los futuros hombres, destinados a agrandar España, es decir, la Patria con mayúscula, y en hacer que se cumpliera su destino universal.

Bien, en esta obsesión del falangismo por ensalzar la familia tengamos algo en cuenta: en los años 40 y 50 el régimen impulsó unas fuertes políticas natalistas para compensar la sangría que significaron la guerra y el exilio y lo que implicaba tener millones de hombres en las cárceles, en los campos de concentración y en el maquis.

Durante décadas, ellas, las mujeres españolas, todos los días recibieron un mensaje: cómo debían comportarse y cuáles debían ser sus expectativas. Un relato que sonaba en programas de radio y podía leerse en libros, en revistas, en periódicos, pero que también reproducían madres y abuelas encargadas de transmitirlo dentro de la familia.

Vemos, a partir de 1939, consolidado el régimen franquista, se suprimió la coeducación en escuelas primarias e institutos, niñas con niñas y niños con niños. Entonces, las falangistas consiguieron que las Escuelas de Hogar –instituciones dirigidas a todas las mujeres con la voluntad de enseñarles a ser buenas madres y esposas– se convirtieran en obligatorias en todos los centros femeninos de primera y segunda enseñanza.

La presencia de las falangistas en las escuelas creó tensiones entre la SF y la iglesia. A menudo, desde los sectores religiosos se criticaban las enseñanzas de las falangistas, que no consideraban oportunas –las clases de educación física recibieron muchas críticas, aunque también se veían con distancia a las clases de Nacionalsindicalismo, ya que sobre todo las monjas consideraban que no era oportuno que las chicas recibieran formación política.

En ese sentido, había contradicciones. Por ejemplo, la SF siempre defendió que las mujeres debían mantenerse fuera de temas no femeninos, como la política. Entonces, ¿por qué sus cabezas derramaban tanta tinta y hablaban tanto del concepto Patria? ¿Y por qué se enseñaba en las escuelas los principios del nacionalsindicalismo? ¿Eso no era hacer política?

Ahora hablaré en primera persona. En los años cincuenta, en mi escuela venía, como a todas, chicas de la SF darnos clases de nacional sindicalismo y gimnasia. Una gimnasia de chiste. ¿Bien sabéis cómo iba yo vestida para hacer aquella caricatura de gimnasia?: con pantalones que me llegaban bajo las rodillas y allí se encerraban con una goma, encima tenía que llevar una falda y en la parte de arriba una blusa de manga corta bien ancha .

I ara quelcom divertit si no fos perquè era tan trist. Què dir de la sexualitat femenina? posem atenció el que va dir una dirigent de la SF: “Si tu marido te pide prácticas sexuales inusuales, sé obediente y no te quejes” (em pregunto, en què estaria pensant aquesta dona? “Si él siente la necesidad de dormir, no le presiones o estimules la intimidad”. “Si sugiere la unión, accede humildemente, teniendo siempre en cuenta que su satisfacción es más importante que la de una mujer. Cuando alcance el momento culminante, un pequeño gemido por tu parte es suficiente para indicar cualquier goce que hayas podido experimentar”.

Bien, creo que no hace falta decir nada más al respecto.

¿Y qué decir de la indumentaria de las militantes de la SF? Vemos que explica la historiadora Sofía Rodríguez: “Mientras tanto, su aspecto, su imagen exterior se mantiene «uniforme», inalterable, y tan radiante como la misión que les encomendara Pilar Primo de Rivera :

«Nota importantísima.- Para el día de Santa Teresa y en el acto oficial del paso a la Sección Femenina, las afiliadas que formen para el paso deberán vestir uniforme correctísimo completo (camisa azul bien planchada, completamente abrochada, mangas remangadas y con el emblema bordado, falda reglamento negra, zapato negro y boina roja puesta con seriedad, o sea, bien metida sin rizos que salgan por delante). Al mismo tiempo, y teniendo en cuenta la dignidad del acto, respeto debido al uniforme y respeto con que deben vestirse, suprimirá todo exceso de maquillaje y coquetería”.

Bien, voy terminando, como dice la historiadora leridana Antonieta Jarne: “La afiliada a SF reunía la condición de ser mujer virtuosa, humilde y patriótica. Así lo exigía la naturaleza de la organización y del nuevo estado. La militancia en la SF era una forma de vida y una forma de ser, requería unos estilos de vida diferentes a los tradicionales que ellas mismas defendían: la falangista dirigente no era ni esposa ni madre , ya que recordemos, lo he dicho, que para llevar a cabo tareas significadas y de responsabilidad era necesario ser soltera. Sin embargo, su actividad y los requisitos para llevarla a cabo le daba la oportunidad de una vida propia, con cierta independencia económica y social, le permitía viajar, hecho lejano al modelo doméstico que propugnaba: casada, ama de casa y, sobre todo, madre.

Pero el resto de españolas, ¿cómo debían ser? Sumisas, silenciosas, obligadas muchas a disimular su superioridad intelectual. Así se adoctrinó a las mujeres durante el franquismo.

De nuevo, Barrera señala que durante casi 40 años la SF fue el organismo encargado de controlar la vida de las mujeres, educarlas, formarlas, adoctrinarlas… y, sobre todo, tutelarlas . Esto se llevaba a cabo sobre todo a través de un discurso continuo que ocupaba todo el día a día del quehacer de las mujeres falangistas. Tenía un objetivo claro: modelar física y emocionalmente a ellas, a las mujeres .

Bien sin embargo ya pongo fin a la charla, sólo añadir que durante la guerra, y sólo terminada ésta, la Sección Femenina de Falange creó tres organizaciones con diferentes fines. Auxilio Social, para asistir a los más necesitados en unos momentos de grandes carencias y evitar así revueltas. Se dice que en 1939 distribuyó en la provincia de Barcelona una media de más de un millón y medio de comidas. También tenemos Servicio Social de la Mujer, una suerte de servicio militar femenino. Hacía distintas funciones durante la guerra (enfermera, por ejemplo) y después se dedicarían a educar a las mujeres en los principios del régimen. Las mujeres menores de 35 años solteras debían estar unos meses prestando servicios si quería conseguir un pasaporte, el carnet de conducir… y Coros y Danzas, folflore español. Aquí también había hombres. Los grupos hacían mucha propaganda cantando y bailando en países amigos, como la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial o la Argentina del general Perón a partir de 1946.

Muchas gracias por su atención.

Soledad Bengoechea es doctora en historia, miembro grupo de investigación consolidado “Trabajo, Instituciones y Género” y de Tot Història, asociación cultural.


Fuente → serhistorico.net

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