La Causa General de 1944, La Ley de Amnistía 1977 y La Ley de Memoria Democrática de 2022
La Causa General de 1944, La Ley de Amnistía 1977 y La Ley de Memoria Democrática de 2022 / F. Xavier Corominas Mainegre, preso político del Franquismo 1974/1975

 

La Causa General

Francisco Maynegra Rabaseda, masovero del Castillo de Vilobí de Onyar, padre de 10 niños, nacido el 26 de noviembre de 1883: mi abuelo y padrino. Fue delatado por una propietaria del mismo pueblo ante el fiscal de la Causa General que le interrogaba por si era necesario proceder contra él a raíz de la violencia ejercida contra su propiedad en julio de 1936 . Cuando lees la declaración y ves su nombre junto a otros que el fiscal escribe “fusilado” piensas que tuvo suerte. De hecho mi abuelo Francisco, buen payés y padre, era un pedazo de pan, que cumplía más o menos con sus obligaciones religiosas y contractuales quiero decir que iba a misa, tenía la parroquia de Vilobí junto a casa, como también llevaba el diezmo al propietario cuando tocaba.

La Guardia Civil no se acercó a Mas Pi Vilablareix que era donde el abuelo llevaba la masovería. La madrina, Angela Fullà Cornellà, nacida en Salitja el 24 de enero de 1888, caminaba a menudo hasta Girona para ir al mercado a vender huevos, gallinas, cuatro conejos, que era todo lo que podía cargar en sus cestos. Aprovechaba para llevar comida a su hijo mayor, Gil Maynegra Fullà, encarcelado en el Seminario de Girona, porque algún testigo delató que había participado en la entrada de su Mas, junto a otros miembros del POUM, CNT, PSUC, UGT. El Tío Gil fue liberado con una severa tuberculosis que le acompañaría hasta su muerte.

Por decreto de 26 de abril de 1940, se conceden amplias facultades al Fiscal del Tribunal Supremo para que proceda a instruir la Causa General, con el objeto de averiguar los hechos delictivos cometidos en todo el territorio nacional durante la “dominación roja”.

Antoni Corominas Casas, natural de Palacio-Sacosta, nacido el 4 de diciembre de 1912 de una familia católica, apostólica y romana, hizo el servicio militar en Barcelona donde juró fidelidad a la bandera republicana en 1933 y, destinado al Cuartel de Lepant, vivió en primera persona el Hechos de Octubre de 1934, por su condición de enlace con la Capitanía General. De camino de regreso después de ver al Gobierno de Lluis Companys detenido al completo, cogió su bicicleta para volver al cuartel y, en la plaza de la Sagrada Família, fue tiroteado por las guerrillas de Estat Català de donde pudo salir gritando “ No tire! Somos catalanes

Fue tomado en el frente de Aragón por los italianos de Mussolini, aliado del Dictador, en su avanzada y llevado a los campos de concentración de Vera de Bidasoa ya la Magdalena de Santander, donde pasó 22 meses una vez comprobado que no tenía nada que ver en los hechos de Girona de 1936, y por tanto quedó excluido de la Causa General.

La Ley de Amnistía de 1977

La reforma pactada del Franquismo incluyó la proclamación de una Ley de Amnistía que no era la que habíamos reclamado por las calles de Girona en una de las primeras manifestaciones celebradas en la ciudad, que terminó con pelotas de goma y cargas policiales ante el Gobierno Civil .

La ley 46/1977 de 15 de octubre, de Amnistía, era la ley de la impunidad.

Los delitos y faltas que pudieran haber cometido las autoridades, funcionarios y agentes del orden público, con motivo u ocasión de la investigación y persecución de los actos incluidos en esta Ley.

Los delitos cometidos por los funcionarios y agentes del orden público contra el ejercicio de los derechos de las personas.

La “democracia” llegaba con un Jefe de Estado impuesto por el Dictador, ya nosotros, denunciados, depurados, detenidos, torturados, encarcelados, por luchar contra la Dictadura y por las libertades no nos daban ni las gracias, mientras los que nos habían despedido del trabajo, quienes nos habían maltratado, vejado, torturado, insultado a nuestras madres, quienes nos habían robado días, semanas, meses, años de nuestras vidas, continuaban haciendo la suya, con los correspondientes ascensos y promociones de categoría , a pesar de haber delinquido contra sus propias leyes, falsificando declaraciones y procedimientos, con una práctica chapucera y, en algunos casos, vengativa.

El TOP, Tribunal de Orden Público, fue sustituido por la Audiencia Nacional que los catalanes conocemos bien por su estimación en cualquier acto que aunque sea mínimamente haga tambalear en régimen del 78 y la magna “Unidad del Estado”

Un estado que fue incapaz de resolver todo lo que había significado la Guerra de 1936/1939 y la durísima represión posterior con una ley que más de Punto final, dejaba en las cunetas a miles de personas fusiladas, que todavía están pendientes de un entierro digno.

La Ley de Memoria Democrática

Ahora el Senado acaba de aprobar definitivamente la Ley de Memoria Democrática, y enseguida la derecha y la extrema derecha española han anunciado que la derogarán si gobiernan algún día. 83 años después del fin de la guerra todavía muchos no han asumido que todo empezó contra un gobierno legítimo, el de la II República, y han creado, inventado una historia paralela.

La ley podría ser la de punto final porque declara el derecho de la sociedad y los familiares a conocer qué ocurrió, rompiendo el terrible silencio de los años de la Dictadura. A la mayoría de nosotros nadie, ni nuestros padres nos contaron su historia esposados ​​por el miedo. El silencio fue una condena sin necesidad de ninguna ley que sufrieron nuestros padres y abuelos.

La Ley declara la ilegalidad de los Tribunales Franquistas de excepción y la nulidad de las sentencias. Declara el derecho a la investigación de las violaciones de los derechos humanos durante la Guerra y la Dictadura hasta la promulgación de la Constitución de 1978.

Espero que pronto Europa amplíe esta fecha hasta la actualidad pues lo que hemos visto últimamente en la actuación de la justicia no es más que una continuada violación de los derechos humanos en multitud de casos, hasta llegar a la paradoja que son los propios jueces, en este caso los del Consejo General del Poder Judicial, que incumplían las propias leyes.

La nueva Ley crea una Fiscalía de Sala de Derechos Humanos y Memoria Democrática, dentro de la Fiscalía General del Estado como instrumento de investigación.

Esperamos que esta Fiscalía investigue a las grandes fortunas creadas al amparo de la Dictadura , encuentre a los niños robados, entierre a todas las personas que están en las cunetas, persiga a los que hacen apología de la Dictadura, si es necesario con la ilegalización de los partidos políticos que tergiversan la historia y promueven el fascismo.

Mientras les contaré a mi abuelo, al tío, al padre, sentado en el umbral de casa esperando a la Fiscal Especial ya alguien que venga a disculparse por todas.


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