Felicia Browne, la primera brigadista británica fallecida en combate en la Guerra Civil
Felicia Browne, la primera brigadista británica fallecida en combate en la Guerra Civil / Juan Luis Valenzuela

“¡Soy militante del Partido Comunista Británico y puedo combatir como cualquier hombre!”, dijo al alistarse

En el transcurso de la Guerra Civil Española, fueron muchas las mujeres procedentes de otros países, las que se solidarizaron con la causa antifascista y la defensa de la causa republicana. Para ello, estas mujeres se unieron a las Brigadas Internacionales, desempeñando diversas labores en estas unidades internacionales formadas por voluntarios de Alemania, Italia, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, México, entre otros países. Mujeres, muchas olvidadas, que a pesar de enfrentarse a prejuicios y estereotipos de género, mostraron su capacidad y compromiso en el campo de batalla y en otras labores de corte humanitario. Mujeres que demostraron su valentía arriesgando sus vidas, armas en mano, luchando por la causa republicana.

Combatientes en las batallas

En la narración épica de la Guerra de España, la mujer, de por sí, tiene un injustificado papel secundario y olvidado. Se resalta su labor, importante por supuesto, solo como enfermeras o suministradoras de apoyo logístico en los hospitales de campaña. Pero su labor, en conjunto, fue mucho más amplia, llegando a unirse como combatientes y luchando directamente en las batallas. En algún caso, como el de la artista británica, Felicia Browne, llegando a perder la vida en el campo de batalla.

Artista de ideología comunista

Felicia Dorothea Browne, nació el 18 de febrero de 1904. Su vocación y dotes artísticas, los mostró bien pronto en el campo del dibujo, la escultura, entre otras artes plásticas. De ideología comunista, Felicia había crecido en el seno de una familia de clase media de ideas socialistas. Su compromiso político surge o se refuerza tras una estancia en Berlín, en 1928, a donde acudió para perfeccionar sus técnicas escultóricas.


Contacto con la clase obrera en Berlín
 

El contacto y la convivencia con el proletariado y el descubrimiento de las condiciones de vida de la clase trabajadora, así como el surgimiento del nazismo, la llevó a su compromiso activista. Visitó la URSS, Hungría y Checoslovaquia. Tras regresar a Londres a comienzos de 1930 de su periplo berlinés, tres años después, se afilia al Partido Comunista.

Bajo la vigilancia de los servicios secretos de su país, viajó a España poco antes del estallido de la Guerra Civil para intentar asistir a la Olimpiada Popular de Barcelona organizadas como respuesta a los Juegos Olímpicos del Berlín nacionalsocialista. El destino y su fuerte compromiso, hizo que se alistase como miliciana el 3 de agosto de 1936.

Llegada a España

Browne llegó a España a mediados de julio de 1936 con poco más de treinta años. Viajó junto a la periodista Edith Bone a la que conoció en el círculo de refugiados izquierdistas. Bone era húngara y estaba vinculada al Partido Comunista Británico. Como se mencionaba anteriormente, la intención de ambas era asistir a la Olimpiada Popular.

Tras participar días antes en La Bastilla, en París, en los actos de conmemoración del 14 de Julio, emprenden viaje hasta Barcelona no sin antes sufrir un accidente de coche en una carretera del litoral catalán. El 19 de julio, hallándose las dos mujeres en Barcelona, se produce el levantamiento militar franquista. Tras unos días de estar juntas, ambas inician recorridos distintos y se separan.

“¡Soy militante del Partido Comunista y puedo combatir como cualquier hombre!”

De golpe, el 3 de agosto, Felicia Browne se alista en la oficina del PSUC, ubicadas en los bajos del Hotel Colón. Allí llegó con esta afirmación: “¡Soy militante del Partido Comunista Británico y puedo combatir como cualquier hombre!”. Testigos del momento narraron que aunque Felicia era militante comunista, sin embargo, encontró dificultades para enrolarse en las milicias. Su carácter obstinado y pertinaz, lo logró finalmente, aunque para ello tuviera que desoír las recomendaciones en contra de los dirigentes del Partido Comunista. En el cuartel general de Tardienta, dirigido por el PSUC, trabaja en labores sanitarias.

La bala de un francotirador la mata en el frente de Aragón

Un día, un fatídico 22 de agosto de 1936, cuando iba en auxilio de un camarada italiano luchando en el frente de Aragón, Felicia perdía la vida abatida por el disparo de un francotirador fascista. Fue la primera combatiente británica en morir, y la única mujer del contingente de su país, la historia se olvidó de ella durante décadas. Su cuerpo nunca se encontró, pero el legado de la británica está vivo en forma de un elevado número de sus dibujos. Estos se llevaron al Reino Unido integrados en la colección de la Tate Britain de Londres. Son un testimonio de gran valor de los inicios de la Guerra de España.


Fuente → elplural.com 

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