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Muros fue el ayuntamiento de A Coruña cuya magistratura sufrió con más contundencia la represión de los felones sublevados en 1936. Todos los maestros fueron acusados de estar relacionados con el Frente Popular: Formar parte de organizaciones de izquierda, pertenecer a Asociaciones de Profesorado, profesar estas ideas o contribuir a su difusión, asistir a reuniones de esta naturaleza o promover el sindicalismo entre los sectores populares. Hubo 7 profesores acusados de orientar una enseñanza de izquierda, y por tanto antiespañola, enseñar a los alumnos a cantar La Internacional, saludarles con el puño en alto, y algunos de realizar propaganda antirreligiosa.
Jesús Álvaro López Brenlla nació en Las Travesas (Santa Comba, La Coruña) en 1911. Tras estudiar magisterio, fue profesor en Verdes y en 1934 fue nombrado maestro de la escuela de Louro, donde estaba en 1936. Asistió como delegado al Congreso Regional de Trabajadores de la Enseñanza de Vigo de mayo de 1936, que daría lugar a la creación de la federación FETE de Galicia. Los delegados por la región de Santiago fueron Luís Rastrollo, líder del Partido de los Trabajadores de Unificación Marxista, Fernando Barcia Beiras, militante socialista, y José Alonso Puente; los 2 primeros fueron fusilados por formar parte del Comité de Defensa de la República establecido en Compostela.
Tras el golpe fascista de Julio, en Agosto del 36 el alcalde de Muros, Adolfo del Sel Portillo, informó a Jesús Quiroga, delegado militar de Instrucción Pública, del perfil ideológico de Jesús Álvaro: Era un elemento socialista y líder del Frente Popular, afiliado y fundador de una sociedad de “Trabajadores de la Educación” de la UGT. Inculcaba a los niños ideas contrarias a la religión católica, incluso darwinistas. López Brenlla fue depuesto ese mes, incorporado al ejército rebelde en Santiago de Compostela. Pero José Leseduarte González, capitán de la guardia civil y delegado de orden público en Santiago de Compostela, fue informado de que Jesús Álvaro López Brenlla había sido líder antifascista en Muros. El 31 de agosto le detuvieron y encarcelaron en la prisión de Muros.
Jesús Álvaro fue acusado de conocer la localización de un alijo de armas y explosivos. La madrugada del 1 de Agosto, el “comandante” del puesto de la guardia civil de Muros, Matías Fernández de la Guerra, acompañado de 2 falangistas, transportaron a López Brenlla a Louro en un coche. Al día siguiente llevaron al maestro a unos campos de maíz, donde afirmaban que estaban los alijos de armas. Obligaron a Jesús a recorrer varios caminos. El informe de los fascistas afirmaba que el maestro “echó a correr, le gritaron 3 veces el alto. Como no hizo caso, dispararon, el guardia con un rifle y los falangistas con pistolas». Jesús cayó abatido, y su muerte confirmada.
El juez, acompañado del secretario y del médico forense, transportaron el cuerpo para practicarle la autopsia. Presentaba 2 impactos fatales de bala en la cabeza, que causaron la muerte instantánea. Fue enterrado en el cementerio de Louro donde su madre iba todos los años a llorarlo. Posteriormente sus restos fueron trasladados clandestinamente por la familia al cementerio de Santa Sabiña. El auditor de guerra concluyó que “los autores de la muerte actuaron en cumplimiento de su deber”, por lo que quedaron exentos de cualquier responsabilidad. El caso quedó desestimado definitivamente. En 1940 Jesús Álvaro López Brenlla fue depurado y separado definitivamente del servicio. Llevaba 4 años muerto.
La presencia de 2 impactos de bala en la cabeza, disparados a 80 metros de distancia es más que sospechosa. Manuel da Roura, que había sido alumno de don Álvaro, en un texto titulado «Muerte en el pueblo», firmado el 25 de enero de 2008 y enviado al blog O Fielato con la petición de que se difundiera, afirma que guardias y falangistas, con la aprobación o la orden expresa de los “militares” fascistas, condujeron al maestro a Louro para asesinarlo. Los guardias le ofrecieron escapar para aplicarle la ley de fugas, pero Jesús Álvaro les contestó: “No me muevo de aquí”. De cualquier manera, terminaron con su vida.
Otro maestro asesinado el 3 de Diciembre de ese mismo año, fue Rafael Pardo Carmona, natural de Santiago de Compostela. Fue juzgado y condenado a muerte en esta ciudad, acusado de “traición” por haber sido uno de los dirigentes de la resistencia contra los golpistas en Compostela. Tenía 37 años.
Documentos: Tempos Dixital (Narciso de Gabriel). Carlos Rodríguez Pérez, Facebook. Adiante Galicia (Rafael Lema)
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