Polémica por el rol de Franco en las deportaciones nazis
Polémica por el rol de Franco en las deportaciones nazis
Emily Bella


Los profesores Gutmaro Gómez y Diego Martínez concluyen en un libro que la decisión de trasladar a los republicanos españoles capturados a Francia a los campos de exterminio no correspondió a la España franquista 
 
La historiadora Rosa Toran puntualiza que el hecho de que no haya pruebas documentales no exime al régimen de responsabilidad

 

“La decisión de trasladar [los republicanos españoles] a los campos de concentración [nazis] no correspondió a la España franquista, deseosa de saldar sus deudas con la Alemania nazi, ni fue un interés personal de [Ramón] Serrano Suñer .” Los historiadores Gutmaro Gómez y Diego Martínez han intentado descubrir si el viaje del ministro franquista a Berlín en 1940 tiene que ver con la orden de deportar a los republicanos españoles a los campos nazis, sobre todo a Mauthausen, y han concluido que “Serrano Suñer va en Berlín a preparar la entrada de España en la Segunda Guerra Mundial, no a hablar de la deportación de españoles en un campo”. “Todas las actas de los aliados hablan de cuestiones militares, no políticas ni policiales. Sí hay una responsabilidad, evidentemente, pero no una orden directa, porque el sistema de campos alemán tiene una estructura administrativa muy cerrada en la que no puede entrar un país extranjero, aunque sea un país aliado, va contra la propia organización”, observa a Gómez, profesor de la Universidad Complutense de Madrid y director del Grupo de Investigación Complutense de la Guerra Civil y el Franquismo.

Ambos historiadores, que firman Esclavos del Tercer Reich. Los españoles en el campo de Mauthausen (Cátedra), sin embargo, recalcan que el régimen franquista sí estaba al corriente de la deportación de ciudadanos españoles a los campos y no movió un dedo. En 1952 les envían las listas con los nombres de los represaliados fallecidos, que quedan custodiadas por el Ministerio de Justicia, pero no reaccionan: “Silencio administrativo. Es una responsabilidad jurídica, si quieres, pero la decisión de las deportaciones no pueden tomarla ellos.”

En el libro, Gómez y Martínez recogen que el traslado formó parte del programa de utilización de prisioneros de guerra de los territorios ocupados dirigido por la Oficina Central de Seguridad del Reich (RSHA), que coordinaba la clasificación y conversión en presos políticos a través de la aplicación de la llamada “custodia protectora”. La medida fue utilizada por primera vez en prisioneros de guerra contra los alemanes que habían combatido con las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil, denominados rotspaniers , y se acabó ampliando a los españoles capturados tras la derrota del ejército francés contra el Alemania nazi en la que habían sido movilizados.

La historiadora Rosa Toran, investigadora de la deportación de los republicanos españoles en los campos nazis( Vida y muerte de los republicanos en los campos nazis , Mauthausen: crónica gráfica de un campo de concentración y Los campos de concentración nazis: palabras contra el olvido ), puntualiza que el hecho de que todos los deportados republicanos hayan atribuido a Serrano Suñer la responsabilidad de la deportación "no debe deponerse en duda". "Otra cosa es que de forma documental no tengamos la prueba, pero que no existan documentos fehacientes que lo demuestren no quiere decir que tengamos que prescindir de las responsabilidades", remacha. En una mesa redonda con Gómez y Martínez organizada la semana pasada por el Memorial Democrático, Toran recalcó que sí existen indicios de que la responsabilidad de la deportación recae sobre tres pilares: la Alemania nazi, la Francia de Vichy y el régimen de Franco. “El juego sucio de los demás es totalmente aceptado. Que no tengan intervención es relativo”, advirtió. En este sentido, recordó el papel clave "de un personaje filonazi en la Francia de Vichy" en la firma del armisticio entre Hitler y Pétain, el embajador de España José Félix de Lequerica. “En los términos del armisticio no se trata de la misma manera a los prisioneros franceses de los campos de prisioneros que a los que no lo son”, concluye Toran, quien apunta que Serrano Suñer mintió descaradamente a lo largo de su vida, incluso todo en sus memorias, “porque llega a afirmar que nada sabe que hay republicanos en los campos nazis hasta el 43 o el 44”. “¿Cómo se explica que dos deportados de Mauthausen fueran liberados en el 41 y uno de ellos lo fuera porque es del mismo pueblo que la madre de Serrano Suñer?”, se preguntó la expresidenta de Amical de Mauthausen, que va recordar que las postales que se enviaban desde los campos llegaban al Estado y la censura las leía. “Cuando Montserrat Roig le entrevistó –continúa Toran–, le dijo que la primera noticia que había tenido de la deportación general la había tenido en el avión que le llevaba a Berlín.”

Por su parte, el historiador Josep Calvet, que forma parte del equipo del Memorial Democrático como jefe de contenidos y proyectos, ve claro que las autoridades españolas no hicieron nada por evitar el envío de compatriotas capturados a Francia, que “entraron en la maquinaria de la deportación a gran escala que los nazis idearon”. "El eje Vichy-París-Berlín tuvo una gran importancia y todos estos elementos empujaron a la deportación más allá de los documentos textuales que se puedan encontrar", reflexiona. "Todo tiene sus matices pero es evidente que los republicanos se vieron empujados por la maquinaria concentracionaria y el papel del gobierno español fue mirar hacia otro lado", añade.

Martínez, profesor en la Universidad Francisco de Vitoria y experto en la política de defensa antiaérea republicana durante la guerra, contextualiza que es el aparato administrativo francés quien clasifica a los prisioneros españoles según un determinado grado de peligrosidad, por lo que cuando el Estado francés es ocupado los censos son entregados a los nazis y entran en los campos en función de estas categorías.

Se calcula que hasta 7.251 españoles fueron internados en Mauthausen, más del 70% del total que pasó por los campos nazis, sobre todo entre 1941 y 1942.


Fuente → elpuntavui.cat 

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