Paradela, el 'Billy el Niño' de la Comisario de Coruña
Montse Fajardo
La historia del franquismo es la historia de la impunidad. Impunidad por hacer cosas malas contra gente buena, pero también impunidad por seguir siendo dueño de la situación una vez muerto el dictador y en el marco de un nuevo contexto político definido por la constitución de 1978. Francisco Paradela Castro, Paradela, por todo el antifranquismo de A Coruña es un símbolo de ello.
Era uno de tantos pero no cualquiera. Su nombre da miedo, como Cacharrón u O Chino en Lugo, Sergio González o José Manuel Orbán Sousa en Ourense, Waldo Mazaira o Manolo Ribera en Vigo, Alfredo Cañoto y Francisco Brage en Ferrol y tantos en todos los cuarteles y comisarías de Galicia .
A tortura na Coruña
La tortura también era práctica habitual en A Coruña contra los buenos. Los presos políticos detenidos en las diversas caídas que afectaron a las organizaciones democráticas, se enteraron y lo reconocieron como normal entre esos funcionarios de la represión.
Sus prácticas habituales son las "tablas de gimnasia", método que "obliga al detenido a permanecer de pie y posturas forzadas mientras le golpean en todo el cuerpo", pero también "el quirófano", que consiste "en estirar al detenido sobre una mesa mientras es golpeado en el estómago y se le insertan bolígrafos dentados en los dedos”.
La historia de la tortura en A Coruña en las últimas décadas del franquismo tiene nombres. Uno de ellos fue Benedicto Carballeira Rodríguez, pero también Lino Fernández Gómez, José Luís Rodríguez Losada y muy especialmente Francisco Paradela Castro y Emilio Zunzunegui , militantes conscientes del mal.
Los días de Paradela
Paradela Castro, nacida en Ourense, subteniente de las milicias universitarias y presidenta en los años 60 y 70 de la Sociedad de Caza de A Coruña, no sólo destacó por su brutalidad sino por estructurar una amplia red de denunciantes en torno a su sociedad de caza.
Su ideario no presentaba dudas y lo dejó claro en la práctica, con la valentía que utilizó en las persecuciones e interrogatorios y en la teoría, con dos volúmenes de ideología neonazi publicados en los años noventa bajo el título El talmud: código sagrado y secreto. y Queestiones judeomasónicas o el eterno colusión _
El régimen nacido en la Constitución de 1978 no dudó en premiarlo. Así, a principios de los años ochenta, fue designado por el Gobierno del PSOE como comisario jefe de la policía nacional en Monforte de Lemos, siendo persona de máxima confianza de Juan Manuel Iglesias Rivera, eterno Gobernador Civil de Lugo durante los años del felipeísmo.
La impunidad es el elemento definitorio del genocidio franquista. Mientras que en otras realidades donde se llevó a cabo un proceso de exterminio de la disidencia interna, los verdugos fueron sometidos a un proceso judicial en la perspectiva de la reparación de las víctimas, en el caso del Reino de España los responsables no fueron sometidos a un único procedimiento de condena.
Fuente → nosdiario.gal
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