Necrológica anticipada del rey emérito

Necrológica anticipada del rey emérito
Cristina Ridruejo

No, el rey no ha muerto todavía. Pero todo el mundo sabe que los grandes medios hace tiempo que tienen preparados los artículos o vídeos necrológicos de todas las personalidades que pasan de cierta edad o de cierto nivel de achaques. En los archivadores de las televisiones y periódicos esperan su momento, ya redactadas, las necrológicas del papa Francisco, de Noam Chomski, Kissinger y de tantas y tantos más. La del rey emérito, no cabe duda de que está preparada desde hace ya unos cuantos años.

Esta vez nos vamos a adelantar. ¿Por qué? Confiando en que sirva para hacernos ver la urgencia de actuar. Por eso, aquí va lo que diremos cuando llegue ese día:

FALLECE EL REY EMÉRITO 

¿De verdad lo único que merecía disculpas era la caza de elefantes?

Ha fallecido el rey Juan Carlos I de España.

Se ha ido de este mundo sin haber pagado cuentas por sus delitos, sin devolver el dinero que robó y llevándose a la tumba un sinfín de secretos de Estado que ya nunca podrán ser “desclasificados”.

Se tuvo que ir de España y vivir exiliado sus últimos años, hay quien dice que eso ya fue suficiente castigo. No, eso no fue un castigo sino una fuga de la justicia. Lo que queríamos era que devolviera todo lo robado, euro a euro. Queríamos que renunciase a la inviolabilidad real y rindiera cuentas ante la justicia por sus delitos, como estaría obligada a hacer cualquier persona. ¿No era tan “campechano”?

Si la justicia española no hubiera estado manipulada por su poder, o si el Estado español no hubiera presionado a la justicia suiza o la británica, se le hubieran imputado todos los delitos por los que fue condenado quien solo era uno de sus cómplices, Iñaki Urdangarín: tráfico de influencias, prevaricación, falsedad documental, malversación de caudales públicos, fraude, delito contra la Hacienda Pública.

Ahora es tarde, ya no hay nada que hacer. Se salió con la suya.

Pero ahora que ha fallecido Juan Carlos, cuya fortuna Forbes cifró en 1800 millones de euros en 2020, tenemos una pregunta: Felipe VI comunicó públicamente, también en 2020, que renunciaba a su herencia (solo a la monetaria, claro, no a la corona heredada). Por consiguiente, todo ese dinero de Lucum, Zagatka, cuentas en la isla de Jersey (y a saber cuántas sociedades y cuentas más), si no lo recibe Felipe, ¿adónde van a ir todos esos millones robados y escondidos en paraísos fiscales? O más bien, ¿a quién?

¡Recuperemos el dinero robado!

 

Historial delictivo y resumen biográfico no autorizado

1938. Nace en Roma (durante la guerra en la que su padre, Don Juan, había intentado participar del lado de los golpistas, cruzando la frontera en julio de 1936 para ser devuelto a Francia poco después).

1948. Con solo diez años, su educación fue encomendada a Franco.

1956. De vacaciones con su familia en Estoril, con 18 años Juan Carlos mata de un disparo a su hermano Alfonso, de 14 años. Afirma que estaba “limpiando el arma”. No hay investigación, autopsia ni juicio.

 

1962. Boda con Sofía de Grecia. Al año siguiente fijan su residencia en el Palacio de la Zarzuela de Madrid.

1969. Franco nombra a Juan Carlos “Príncipe de España”, título inventado para la ocasión con el fin de nombrarle “sucesor a título de rey”, es decir heredero sin serlo por lógica dinástica ni de ningún otro tipo. El 23 de junio Juan Carlos juró “fidelidad a los principios del Movimiento Nacional y a las Leyes Fundamentales del Reino”.

1973. Crisis mundial del petróleo. A instancias de Franco, Juan Carlos sella un acuerdo de abastecimiento de petróleo con el rey Faisal de Arabia Saudí. A cambio y con la autorización de Franco, recibirá una comisión por cada barril de crudo saudí que llegue a España durante años y años.  Juan Carlos, que no tiene nada entonces, empieza a construir su fortuna desde el minuto cero a base de comisiones ilegales.

1975. El 22 de noviembre Juan Carlos es proclamado rey de la España franquista, dos días después de la muerte de Franco (y tres años antes del referéndum de la Constitución que supuestamente le otorga ese “cargo” y define sus funciones). En su proclamación, Juan Carlos jura de nuevo “cumplir las Leyes Fundamentales y guardar lealtad a los Principios del Movimiento Nacional”.

1977. Juan Carlos escribe al Sha de Persia pidiéndole 10 millones de dólares para contrarrestar a otras ideologías (por ejemplo, “marxistas”) que, según dice, cuentan con apoyo extranjero, de cara al referéndum de la Constitución.

1979. Jimmy Carter envía al senador Edmund Muskie a Europa para tratar de asuntos que afectaban a los EEUU. Un telegrama secreto con un resumen de la conversación entre Muskie y Juan Carlos, enviado al Departamento de Estado, fue desclasificado en 2014 por EEUU.

 

1981. Juan Carlos, en colaboración con la derecha franquista y los partidos de la transición, participa y apoya la organización del llamado golpe de Estado del 23F. Como resultado, la monarquía se ve reforzada como “única solución”.

1992. España “celebra su transformación política y económica” albergando los Juegos Olímpicos y la Expo Universal. Juan Carlos es aplaudido en todo Occidente como supuesto “artífice” de tal transformación. Ese relato sin mácula y sin pasado se difunde en el interior y el exterior del país. El origen franquista de su reinado se silencia.

1993. Caso KIO (Kuwait Investment Office). 500 millones de euros desaparecidos que volvieron a aparecer, en parte, en las cuentas suizas del administrador privado de Juan Carlos, Manuel Prado de Colón y Carvajal, motivo por el que dio con sus huesos en la cárcel años después. Según Javier de la Rosa, principal condenado por este caso, eran el pago al rey por hacer gestiones para facilitar el uso a Estados Unidos de las bases de Rota y Morón para la invasión de Kuwait, dos años antes.

1993. José Luis de Villalonga publica El rey. La edición española omite comentarios de Juan Carlos I acerca del 23F que sí aparecían en otras ediciones europeas del libro.

1994. Visita oficial a Arabia Saudí (viene realizando visitas oficiales y “privadas” al menos desde 1973). Las visitas del rey a las monarquías autoritarias del Golfo se multiplican, siempre acompañado de un selecto grupo de empresarios. La prensa difunde ufana la gran labor en pro de la economía de nuestro país (es decir, de los 10 empresarios elegidos) que realiza el rey facilitándoles cuantiosos contratos. No se menciona, por supuesto, la pingüe comisión que se lleva a cada operación.

 

2003, 2008, 2006, 2010. Nuevas rondas de visitas a monarquías del Golfo con consecuencias “comerciales” destacadas por toda la prensa del reino: Barhein, Omán, Qatar, Emiratos Árabes, Arabia Saudí, Kuwait… Probablemente son los países más visitados por Juan Carlos a lo largo de todo su mandato.

2011. Concesión del AVE a la Meca a un consorcio de doce empresas españolas (y un comisionista de alto nivel).

2011. Imputación de Iñaki Urdangarín por tráfico de influencias, fraude, malversación, blanqueo de capitales, etc. Caso Palma Arena, caso Noos.

2012. El 16 de abril el exsocio de Urdangarín, Diego Torres, presenta tres correos electrónicos que demuestran la participación del rey Juan Carlos en los negocios sucios de su yerno (o la participación del yerno en los negocios sucios de Juan Carlos, según se mire). “Casualmente” esa misma semana salta a los titulares el escándalo de la caza de elefantes en Bostwana. Toda la atención del público, espoleada por hábiles comentaristas y por políticos caídos en la trampa, se centra en la indignación por la caza de elefantes, y nos olvidamos de su participación en el latrocinio y tráfico de influencias. El rey pide perdón por lo primero, exitosa estrategia que logra que, ofuscada con ese tema, la opinión pública no pida explicaciones por lo segundo.

2013. Sale a la luz su relación con Corinna Larsen.

2014. Nueva ronda de visitas a monarquías del Golfo. Ver más arriba.

2014. Con la Casa Real en las horas más bajas de popularidad pública, Juan Carlos anuncia su abdicación en su hijo Felipe. Inmediatamente, movimientos sociales y partidos republicanos reclaman un referéndum sobre la forma de Estado. A pesar de que en esa ocasión, indudablemente, sí era el momento (frente al constante “no es el momento”), la reclamación es obviada y cualquier manifestación contraria prohibida.
Juan Carlos conserva el título de “rey” para no perder su inviolabilidad, de modo que nos convertimos en el único país con dos reyes.

2017. Urdangarín, cabeza de turco por antonomasia, es condenado a 6 años y 3 meses de prisión. Tras recurso quedó en 5 años y 10 meses a cumplir en la prisión de Brieva, centro penitenciario de mujeres en el que se reserva un pabellón enterito para él. Las malas lenguas afirman que no lo ha pisado mucho (eso fue lo que afirmó un ex funcionario de prisiones, cuyas declaraciones desaparecieron rápidamente de la circulación). La infanta Cristina es absuelta, al parecer no se había enterado de nada aunque parte de la documentación llevase su firma.

2018. Sale a la luz la “donación” efectuada por Juan Carlos en 2012 de 100 millones a Corinna, procedente de la “mordida” por la adjudicación de las obras del AVE en Arabia Saudí. Revelaciones de Villarejo. Apertura de investigaciones en la Fiscalía Suiza por blanqueo de capitales. Se pacta con la Justicia española un reparto de competencias (“La española investiga a Juan Carlos I y a los empresarios que pudieron participar en estos pagos, mientras que la suiza se encarga del resto de los implicados”: Corinna Larsen y los dos gestores financieros del rey en Ginebra). Decía SwissInfo: “para una condena por blanqueo de capitales [el fiscal Yves Bertossa] primero tiene que probar actos preparatorios al delito que posiblemente tendrían lugar en Arabia Saudí. Y le resultará muy difícil reunir esta prueba sin ayuda judicial de España y Arabia Saudí”. A la vista está lo que ha pasado al final.

2019. Juan Carlos comunica oficialmente su “retirada de la vida pública”.

Montaje fotográfico, para la exposición ArteGuillotina de ‘TODO POR LA PRAXIS’
 

2020. Los papeles de Panamá desvelan las sociedades offshore (Lucum, Zagatka) utilizadas por Juan Carlos para evadir impuestos en España y esconder su botín en paraísos fiscales, cuyo beneficiario es Felipe VI. Felipe comunica públicamente que renuncia a la herencia de su padre (a la herencia monetaria, pero no a la corona heredada, claro está). Gran cacerolada en repulsa.
Ante el inicio de investigaciones judiciales en Suiza y la amenaza de otras en Reino Unido, además de las reiteradas peticiones de comisión de investigación en el Congreso (en vano), Juan Carlos huye de España (y de la Unión Europea, por si acaso) y se refugia en Emiratos Árabes Unidos, junto a los monarcas autoritarios que siempre fueron sus grandes amigotes.

2021. La Fiscalía suiza cierra parcialmente el caso por no haber podido acreditar las hipótesis, a falta de colaboración de la justicia española y la saudí.

2021. El Tribunal Superior de Justicia británico admite a trámite una demanda de Corinna por acoso y amenazas. El Estado español a su requerimiento, argumenta que en el Tratado de Utrecht (1713) por el que se cedió Gibraltar al Reino Unido, se estipulaba que la familia real española era intocable. La Justicia británica pregunta entonces si Juan Carlos, en su situación, sigue formando parte de la “familia real”. La respuesta es sí.

NOTA FINAL: El propósito de esta “necrológica anticipada” es impulsar que sigamos reclamando justicia, y sobre todo la devolución de los millones robados. ¡No lo demos por perdido! Después será más complicado: ¿quiénes recibirán en herencia ese dinero sucio? ¡Actuemos AHORA!


Fuente → loquesomos.org

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