Llegaron un grupo de carlistas a casa y…

Varios acontecimientos, opiniones públicas y declaraciones ocurridas en los últimos tiempos, que tienen como protagonista al carlismo en general y al Partido Carlista en particular, nos han hecho reaccionar y salir al paso de las mismas. Por dignidad, por el recuerdo, por la memoria de nuestros familiares asesinadas y asesinados, no podemos, no debemos callar.

“En la puta vida ha sido el carlismo franquista”, señaló Lázaro Ibáñez Compains, secretario general federal del Partido Carlista, que acudió acompañado de Jesús María Aragón, secretario general del partido en Nafarroa, a una comisión celebrada en el Parlamento de Navarra en la que pidió verdad, justicia y reparación tras los nuevos documentos revelados, que confirman que el Estado intervino directamente en el año 1976 en la cita anual que el carlismo (con la convocatoria y el protagonismo en los últimos años de la dictadura, del Partido Carlista) celebraba en Montejurra, en la que además de decenas de heridos, fueron asesinados Ricardo García Pellejero y Aniano Jiménez Santos. Junto a los aparatos de seguridad del Estado, actuaron elementos del búnker franquista que se manifestó en España durante el tardofranquismo y la Transición; entre ellos sectores tradicionalistas del carlismo. Como en el 36, en el ataque fascista de Montejurra colaboraron activamente conocidos individuos navarros del carlismo fundamentalista.

Tras esta comparecencia y la revelación de dichos documentos, el máximo interés de destacados miembros del Partido Carlista-EKA, así como de personas relacionadas ideológicamente o por su pasado militante con el mismo, mediante entrevistas y artículos de opinión en prensa, ha sido el presentarse como víctimas del franquismo, luchadores por la restauración de la democracia durante toda la dictadura franquista, y sobre todo ponen el foco en destacar, que lo ocurrido en Montejurra no fue una pelea entre las dos facciones enfrentadas del carlismo. Su máximo empeño: que se reconozca institucionalmente la aportación antifranquista del carlismo.

Se proclaman como legítimos y auténticos carlistas, herederos de la tradición y la historia de ese movimiento social y político. Esa herencia, decimos, también incluirá su participación y el papel activo del carlismo en el golpe de julio del 36 y la posterior dictadura franquista; pero se olvidan de ello. Como se dejaba de lado hasta hace poco en el Museo del Carlismo de Estella este periodo de la historia. En la elaboración del guion de lo admitido en la exposición permanente participaron carlistas de todas las sensibilidades. Hubo interés manifiestamente claro por tapar las vergüenzas.

Han ido planteando varias exigencias a los poderes públicos navarros, que se materializaron el 28 de febrero en la Comisión de Relaciones Ciudadanas del Parlamento navarro, en la que se debatió una moción presentada por EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezquerra (en el contenido de la misma se ve la mano de quien la elabora) por la que se instaba al Gobierno de Navarra, a realizar al Partido Carlista el reconocimiento público y la reparación que corresponda, en su consideración de víctima política principal de los sucesos de 1976 de Montejurra, por medio del acto administrativo que proceda. Reconocimiento a efectuar por el Parlamento navarro y por el Gobierno de Navarra.

Nunca en las intervenciones y declaraciones actuales, ni en toda la vida del Partido Carlista-EKA, aparece ni una sola línea declarando el rechazo explícito, la condena y la autocrítica al papel del requetecarlismo en la gestación del golpe de Estado de julio de 1936 y la participación activa en la represión, con más de tres mil asesinatos que se ejecutaron en Navarra a continuación del mismo.

“Llegaron un grupo de carlistas a casa y…” Así comienzan su relato las familias de las víctimas. Se los llevaron y no regresaron vivos. A veces en sus testimonios, dan nombres de victimarios carlistas, conocidos y famosos cuneteros o simplemente requetés vecinos del pueblo. Identidades que, desde el carlismo socialista, federalista y autogestionario, tampoco se han transmitido para no manchar un pasado tan blanco y victimista como quieren presentar. En esa herencia que hacen suya, se olvidan del 36… Tras el golpe del 18 de julio, el carlismo mató, hizo desaparecer, humilló, torturó, encarceló, violó, obligó a tomar ricino y paseó a mujeres por las calles y plazas de nuestros pueblos, robó… Demandan verdad, pero con los mismos argumentos negacionistas que utiliza el carlismo integrista, rechazan el papel del carlismo en aquellos acontecimientos que los testimonios y el peso de la historia confirman.

Como familiares de víctimas, no podemos aceptar ese reconocimiento al Partido Carlista. Estos herederos también de lo ocurrido en el 36, no han reconocido los daños que ocasionaron y causaron, ni han pedido perdón en su nombre ni en representación de los que les otorgaron esa cruel herencia aceptada. Demandan reparación, pero no reparan.

Nosotras y nosotros si reivindicamos la verdad, justicia y reparación para Aniano Jiménez Santos y Ricardo García Pellejero, asesinados en los sucesos de Montejurra el 9 de mayo de 1976.

Asimismo, queremos manifestar nuestro apoyo y solidaridad con Fernando Mikelarena, escritor, historiador y divulgador de la memoria, que fue propuesto por la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra AFFNA-36-NAFSE, como candidato al Premio Príncipe de Viana de la Cultura en el año 2021. Lázaro Ibáñez, secretario general del Partido Carlista (Diario de Noticias, cartas al director, 23/03/23), se ha manifestado en contra de las opiniones que F. Mikelarena está exponiendo estos días sobre los hechos que anteriormente se han explicado. La primera frase de la carta resume su pobreza moral y estrechez de miras: “La escasa calidad de Fernando Mikelarena tanto a nivel humano como intelectual es innegable” Tras esta frase, ningún argumento que lo desautorice, solo mentiras, manipulación y falsedades. Como el título del escrito que condenamos: ¡Indignante!

¡Aúpa Fernando!

El Primer DNI Republicano