Celeste Caeiro, la mujer de origen gallego que dio nombre a la Revolución de los Claveles

Celeste Caeiro, la mujer de origen gallego que dio nombre a la Revolución de los Claveles


“Tomé un clavel, el primero era rojo, y él lo aceptó. Como soy tan pequeño y él estaba encima del tanque, tuvo que estirar el brazo, agarró el clavel y lo metió en su rifle”, informó recientemente el gran protagonista, canta la mítica xa 'Grândola' de Zeca Afonso, el 25 de abril de 1974. La vid celebrará su 90 aniversario.

 

La mañana del 25 de abril de 1974 fue distinta a todas las anteriores para un país sometido durante más de cuatro décadas al yugo de una dictadura de inspiración fascista, la más larga de Europa. Alrededor de las 22:55 horas del día anterior, Rádio dos Emisores Associados de Lisboa emitió la canción con la que Pablo de Carvalho representó a Portugal en el Festival de Eurovisión, y despues del adios . Que una emisora transmita un tema expuesto en todo el continente no debe llamar la atención; sin embargo, a pesar de lo que pueda parecer, la elección no fue casual.

Aquela sintonía era o primeiro sinal para que o Movimento das Forças Armadas, organización militar de esquerdas e contraria ao Réxime, activase a primeira fase dunha operación que levaba xa un tempo xestándose. Era o principio do fin do Estado Novo salazarista, naquela altura liderado por Marcello Caetano. O segundo e definitivo sinal chegaba, ao fío da medianoite, desde as ondas de Rádio Renascença:

Grândola, vila morena
Terra da fraternidade
O povo é quem mais ordena
Dentro de ti, ó cidade

Aquel himno popular que José 'Zeca' Afonso había estrenado dos años antes en Santiago de Compostela se convirtió en uno de los principales símbolos del levantamiento popular contra la dictadura. El segundo, los claveles que dan nombre a la revolución portuguesa, también podría decirse que tienen -en cierta medida- su origen en Galicia.

Con la salida del sol y en plena revolución, los ciudadanos abandonaron sus quehaceres cotidianos y salieron a las calles de la capital, repletas de soldados. Las balas, sin embargo, no fueron las protagonistas. Aquel día se cumplía un año desde la apertura del restaurante donde trabajaba en 1933 Celeste Martins Caeiro , de madre gallega nacida en Socorro (Lisboa). Con motivo de la celebración, pensaron en regalar un clavel a la mujeres y un Oporto para los hombres, pero el local no llegó a abrir debido a los acontecimientos.

Celeste, militante del clandestino Partido Comunista Portugués, recogió un par de ramos y partió para acompañar a sus compatriotas en un día histórico. Se acercó a un grupo de militares para preguntar qué pasaba y, tras explicarles -"Vamos al Quartel do Carmo, donde está Marcello Caetano, el presidente"-, uno de ellos le pidió un cigarrillo . "Solo tengo flores", respondió él, y, sonriendo, le entregó uno de los claveles que había rescatado del restaurante.

Celeste Caeiro coloca un caravel no fusil dun soldado. (Foto: Centro de Documentação 25 de Abril)
 

O soldado aceptou o caravel e colocouno no canón da súa arma. Os seus compañeiros repetiron o xesto e Caeiro, que fará 90 anos o vindeiro 2 de maio, repartiu todas as flores que tiña. Horas máis tarde, moitas outras persoas sumáronse a esta acción simbólica e comezaron distribuír unha flor que hoxe é sinónimo de loita, liberdade e democracia.

“Yo nunca fumé […] No tenía nada más para regalar que un clavel. Miré los claveles y dije que lo sentía, pero solo tenían flores. Tomé un clavel, el primero era rojo, y él aceptó. Como que soy tan chiquito y él estaba encima del tanque, tuvo que estirar el brazo, agarró el pincho y se lo metió en el fusil”, recordó recientemente en una entrevista con Axencia EFE .

Ella, sin embargo, no pretendía convertirse en la mujer que pusiera su nombre a uno de los momentos más importantes de la historia de Portugal: " Nunca esperé que los claveles llevaran a todo esto, fue un gesto sin segundas intenciones" . Pero a veces la historia nos regala protagonistas inesperados.


Fuente → nosdiario.gal

banner distribuidora