Memoria Histórica El Exterminio De Una Familia: Un Caso Atroz De La Represión Franquista Extremadura
Memoria Histórica El Exterminio De Una Familia: Un Caso Atroz De La Represión Franquista Extremadura

Nicolás de Pablo no murió en la Plaza de Toros de Badajoz, como parece señalar Josefa, sino en un fusilamiento ceremonial, con banda de música y misa de campaña, en el foso de la muralla junto al viejo Cuartel de la Bomba, en las traseras del presente Instituto Zurbarán de Badajoz. Pero, además de ese fusilamiento de personajes notorios, ese día y los sobrantes siguió asesinándose a otros republicanos y también izquierdistas en otras partes de la región, como la Plaza de Toros. Varios de ellos, como Lorenzo González Vázquez, no fueron inscritos en el Registro Civil.
 
Agradezco a Manuel Lima haberme facilitado un comprendio del consejo de guerra de Vitorio Silva, tal como el resto de aclaraciones similares con las ramas burguillanas de esta familia. El segundo apellido se relata en las fuentes como Pove, Pové o Pover, si bien es posible que la grafía adecuada sea Poves, puesto que aún hay personas con ese apellido en Los Beatos de Maimona. Quedaban la madre y los tres hijos varones, pero el mayor de ellos, Miguel Salguero Rodríguez, fue reclutado obligatorio para batallar con las tropas de Franco y murió en combate en Aravaca a comienzos de enero de 1937 bajo las balas de sus compañeros de ideas. Al mucho tiempo un hombre que venía al pueblo vendiendo quesos y era natural de Fregenal, me confirmó que mi padre estaba enterrado en Fregenal de la Sierra. 
 
Memoria Histórica 
 
Durán estuvo casado con María Josefa González Toro, hija de Santiago González Pove, y por tanto prima hermana de Manuel González Vázquez. Mi hermano murió en Aravaca , reclutado obligatorio para luchar con las tropas de Franco. Un paisano, el sargento Casillas, que estaba en su compañía, reconoció el cadáver de mi hermano Miguel. Millán Astray nos mandó a la familia una carta muy respetuosa informándonos de su muerte. Mis lágrimas van a mi querida madre Josefa, encerrada en Zafra, que nunca vi llorar, a mi padre Vittorio, culpado a la pena de muerte, deportado a Canarias, que prácticamente cada noche soñaba que venían a fusilarlo. 
 
Además, se afirma que a ese militar, llamado Antonio Castejón Espinosa, se le conocía como “El carnicero” o “el sanguinario” y que era un “golpista” y “legionario”. Cuentan que al no conseguir a Felipe Martínez Álvarez –inspector de policía socialista- fue en pos de su novia, conocida como «La Reverte», mató a su perro, posteriormente la asesinó a ella, y tras muerta la violó . Según el historiador José María Lama, en Zafra se asesinó al menos a 177 personas. Ese mismo día ordenó que se hiciera una lista con setenta nombres (1% de la población), para ser fusilados, más allá de que en Zafra no había habido ni una sola víctima de derechas; en parte importante gracias a la actuación del alcalde socialista Eloy José González Barrero . En Alcalá de Guadaira, primer pueblo sevillano que tomó Castejón, fueron asesinadas 137 personas, otros 350 fueron enjaulados y torturados, muriendo varios de ellos a raíz del trato recibido. Los familiares de los residentes del centro de referencia en Alzheimer Reina Sofía llevan prácticamente un año denunciando la carencia de personal y el incumplimiento del pliego a la ONG del padre Ángel. 
 
Después de que el pueblo fuera bombardeado por la aviación sublevada, un grupo de hombres armados llegados desde Sevilla prendieron fuego al Municipio con los derechistas dentro, murieron 22. Algún testigo de la época mantiene que la gente que llegó de Sevilla eran fascistas y también incendiaron el Ayuntamiento para tener una explicación para la posterior represión. Según la documentación franquista y múltiples testimonios orales, formó parte de las llamadas partidas de la goma o escuadras de la noche, que en la primavera de 1936 se dedicaron a atacar a múltiples derechistas en Zafra. 
 
De la salvaje represión en este pueblo extremeño vamos a hablar mucho más pausadamente en el momento en que nos ocupemos del personaje que dejó Castejón para regentar la represión, el guardia civil Ernesto Navarrete Acal. Esta era una práctica muy frecuente de Castejón, una vez realizados los primeros homicidos en caliente, dejaba un conjunto destinado a continuar la opresión, como por ejemplo logró en Los Beatos de Maimona en donde dejó encargados de la represión a veinte falangistas y carlistas. La Federación Feminista Gloria Arenas reclama que se creen comisiones de investigación sobre las violaciones cometidas en la institución que, a lo largo del franquismo y los primeros años de democracia, se dedicó a poner en vereda a las mujeres que no encajaran en el modelo de mujer nacionalcatólica. El testimonio es de Antonio Durán Pavón, fallecido en 2005, uno de mis principales informantes sobre la opresión en Zafra. 
 
Tras la comitiva, atados en grupos de siete u ocho, iban presos unos cincuenta hombres y múltiples mujeres. Cada cierto trecho, se apartaba de la columna a un grupo de los detenidos y se los fusilaba al lado de la carretera. La falsa justicia franquista transformaba en levantamiento en armas contra el ejército lo que realmente había sido defensa habitual en oposición al alzamiento en armas del ejército. El consejo de guerra se celebró en el Municipio de Zafra el 26 de julio de 1939. El fiscal le acusó de «rebelión militar» con los agravantes de «peligrosidad, perversidad y trascendencia de los hechos» y pidió pena capital. 
 
Y, entre estos, quienes mucho más perdieron fueron aquellos que hasta perdieron la vida. Más tarde Mercedes Castejón Paz se casó con Federico Pascual Segurola, pero el matrimonio no fue bien y se divorciaron (explicado de otra forma, quisieron divorciarse, porque todavía no había Ley de Divorcio en España y no lo consiguieron, pese a apurar todas sus opciones frente a la Iglesia). No obstante, Mercedes Castejón Paz unió su historia con Mateo Pérez Diez… y fruto de esta unión no legal nació una niña, a la que le pusieron el nombre de Magdalena. Resumiendo, si esto fuera exactamente de este modo, resultaría que Pedro Sánchez Pérez-Castejón ciertamente, no es NIETO del general Castejón, pero sí BISNIETO. 
 
Aunque lo vienen reproduciendo como una cuestión alguna algunas páginas poco socialistas, que aun aseguran que es “un hecho que Sánchez jura ocultar entre sus amigos pero que sus familiares próximos han afirmado”. Hasta ahora era mundialmente conocido, y ya hace décadas, el abuelo de Heidi, pero el que está últimamente de plena actualidad, otra vez, es el abuelo de Pedro. No el de Pedro el cabrero, sino el del nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Castejón fue responsable de muchos “fusilamientos” en las operaciones del sur, tras el Alzamiento del 36, sobre todo en la zona cordobesa. 
 
Al parecer, sus compañeros en esas andaduras fueron Tomás Aranda Piédrola, alias «Judío», y Vicente Escaso Jara, alias «Cano». El 22 de marzo hirieron al derechista Félix Soto de la Fuente, hermano del previo alcalde lerrouxista. Y el 27 de junio se les asigna una agresión a José Cordero Montaño.  
 
Acercamiento Estatal Por La República 
 
Por consiguiente lo habitual es que las cosas se produjeran según he podido saber y averiguar. Aun llegué a entrar en contacto con el abogado que llevó el tema del divorcio de Doña Mercedes Castejón Paz y oficialmente no pude encontrar el Registro o el notario donde se causó la unión de los 2 apellidos. Castejón apuntó que por cada uno de ellos que fuera retirado de la lista había que añadir otro nombre, la meta llegar a ese uno por ciento. En el momento en que partió de Zafra se llevó consigo a los 48 detenidos divididos en grupos de siete; a cada trecho fusilaban un conjunto, debiendo ver los que aún seguían con vida la suerte que les esperaba. Se propagó el bulo de que era abuelo del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, patraña propagada para procurar desprestigiar al presidente. La sanguinolenta represión llevada a cabo por Castejón empezó bien pronto.
 

Fuente → danzantesdehuesca.es 

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