Los bombardeos fascistas de Barcelona de marzo de 1938

Los bombardeos fascistas de Barcelona de marzo de 1938 [Efeméride]

Es considerado el primer bombardeo de saturación de la historia y causó entre 800 y 1.300 muertes

Los bombardeos aéreos de Barcelona de marzo de 1938 se produjeron los días 16, 17 y 18 en el contexto de la Guerra Civil española, por parte de la aviación legionaria italiana y aviación alemana desde sus tres bases en Mallorca (Illes Balears ), causando entre 880 y 1.300 muertes y entre 1500 y 2000 heridos entre la población civil. Las cifras oficiales del ayuntamiento de Barcelona señalaron 875 fallecidos (de ellos, 118 niños), más de 1500 heridos, 48 ​​edificios destruidos y 78 gravemente dañados. Es considerado el primer bombardeo de saturación de la historia y el segundo que más muertes causó en el conflicto en una sola de las incursiones después del de Guernica. 

El bombardeo: objetivos civiles 

Barcelona había sufrido bombardeos aéreos el 13 de febrero y el 29 de mayo de 1937, y el 7, 19 y 30 de enero de 1938, y hasta el final de la guerra sufriría más, hasta un total de 51, pero ninguno esa intensidad e intencionalidad. Desde enero hasta marzo de 1938, Barcelona había soportado 16 incursiones aéreas que habían atacado y destruido instalaciones en el puerto y hundido barcos; las bombas que cayeron sobre la parte más habitada de la ciudad habían sido muy escasas, fruto del fallo en los objetivos. En las comunicaciones de las autoridades italianas sobre los bombardeos de marzo se citaban referencias directas al “centro geográfico”. Ya en noviembre de 1936, en Madrid, los que son considerados los primeros bombardeos de la historia de la aviación, dejaron a unas 2000 víctimas civiles, según Hugh Thomas.

Las primeras bombas sobre la ciudad cayeron en torno a las diez de la noche del 16 de marzo y la acción finalizó en torno a las tres de la tarde del día 18. En total se hicieron en algo menos de dos días 17 incursiones, la mayoría de ellas en intervalos de tres horas. Se utilizaron aviadores italianos y alemanes, y aviones Saboya-Marchetti SM79 y SM 81 e hidroaviones Heinkel He 51C-1. La mayoría de las bombas (44 toneladas) cayeron en el centro de la ciudad, siendo zonas muy afectadas las Ramblas, la Diagonal y la Plaça de Catalunya. El día más sangriento fue el 17 de marzo, cuando la mayoría de las acciones se sucedieron por la noche e intervinieron también aviones Junker alemanes. Se arrojaron bombas experimentales de entre 50 y 100 kilos con poca capacidad de penetración pero una gran fuerza expansiva. Además de edificios, las características de las bombas más pequeñas provocaron muchos muertos y heridos entre quienes se encontraban en las vías públicas, restaurantes, plazas o tranvías.

Franco, una vez que se habían producido las primeras reacciones de rechazo internacional, demandó detener los ataques para evitar “complicaciones exteriores”. 

La estrategia italiana

El general Francesco Pricolo, que comandaba uno de los escuadrones, señaló sobre los bombardeos aéreos de la aviación italiana en la guerra, y en Barcelona en particular:

« Hay que crear [con los bombardeos aéreos] una sensación de terror inmediato entre la población enemiga, destruyendo continuamente la ciudad, los centros urbanos, todas las fuentes de vida y someterlos a una pesadilla de la que no puedan despertar y que les obligará a rendir -se. […] Los periodistas extranjeros han reconocido que, si el bombardeo constante de Barcelona hubiera continuado a este ritmo durante dos semanas más, ningún gobierno pudo evitar la rendición total de la ciudad. »
 
Mussolini, por su parte, dijo que los italianos "están horrorizando al mundo con su agresividad, para variar, en vez de encantarle con su guitarra".
 
Reacciones internacionales
 
Tanto el embajador estadounidense Claude Bowers, como el embajador alemán, Eberhard von Stohrer, quienes fueron testigos de los sucesos, a través de miembros de sus embajadas en Barcelona y por los informes posteriores de las autoridades italianas y franquistas, calificaron los bombardeos de "terribles" . Von Stohrer señaló que no "existían pruebas de haber pretendido atacar objetivos militares". Bowers indicó que “no se había conocido antes nada en semejante aterradora escalera. Las bombas no perseguían un objetivo militar. Eran arrojadas deliberadamente en el centro de la ciudad, la parte más concurrida y habitada…”. Estados Unidos por boca de su secretario de Estado, Francia a través del jefe de Gobierno Blum, y Reino Unido en boca del primer ministro, Chamberlain, se mostraron “horrorizados”, mientras se sucedieron manifestaciones en diferentes ciudades francesas y británicas por los bombardeos y el Vaticano, a través del nuncio ante Franco, Antoniutti, le imploró que pusiera fin a los bombardeos. El conde Ciano, ministro de Asuntos Exteriores de la Italia fascista, negó ante el embajador británico en Roma, Lord Perth, que los bombardeos hubieran sido decididos por su país, pero días antes había reconocido lo contrario. Sin embargo, a efectos de la guerra en España, no hubo cambios significativos en la política oficial de “no-intervención”.
 
Los ciudadanos de Barcelona puestos como ejemplo por Churchill
 
Una prueba del amplio impacto internacional que tuvieron los bombardeos sufridos por Barcelona fue el célebre y recordado discurso Ésta fue su hora más gloriosa que pronunció el Primer ministro del Reino Unido, Winston Churchill, en la Cámara de los Comunes del Parlamento británico, el 18 de junio de 1940, en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, con el inminente arranque de la Batalla de Inglaterra, cuando el terror en los bombardeos alemanes era también extremo, poniendo como ejemplo la actitud de valentía de los ciudadanos de Barcelona, ​​frente a circunstancias muy similares, durante la Guerra Civil española. En concreto, las palabras fueron las siguientes: 
 
« No subestimo en absoluto la gravedad de la dura experiencia que tenemos por delante, pero creo que nuestros compatriotas serán capaces de hacerle frente, al igual que lo hicieron los valientes ciudadanos de Barcelona , ​​de mantenerse de pie y seguir adelante a pesar de ello ; al menos, como cualquier otro pueblo del mundo. Mucho dependerá de ello. » - Winston Churchill. Cámara de los Comunes. (18 de junio de 1940).
 
Continuación de los bombardeos
 
Los bombardeos sobre Barcelona cesaron el resto de marzo, pero se trasladaron a otras poblaciones catalanas y de la costa de la Comunidad Valenciana, como el realizado sobre Alicante el 25 de mayo. En total, de enero a junio de 1938, la aviación legionaria italiana realizó 782 ataques aéreos en la costa mediterránea peninsular controlada por los republicanos, arrojando 16.558 bombas.
 

Fuente → larepublica.cat

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