«El Congreso es el lugar donde reside la soberanía nacional y donde el debate y la palabra debieran ser los protagonistas» sin embargo ha desembocado en un lugar de insulto y blasfemia, una auténtica madriguera de truhanes.
El comportamiento de algunos grupos políticos en el Congreso de los Diputados es deplorable. En particular VOX y PP, siempre dispuestos a rechazar cualquier proposición, todo ello acompañado de insultos. En definitiva un espectáculo poco ejemplar y falta de respeto por quienes les votaron. Respeto ninguno, ya que las promesas electorales como sabemos se las lleva el viento, porque no las cumplen.
Los diputados de Vox por este comportamiento de gritar sin ton ni son, tal vez sea el motivo de que los hayan acomodado en la última fila del hemiciclo, denominado el “gallinero”, pero a pesar de ello los gritos han continuado persistiendo aún en el gallinero.
La única solución para evitar se repitan estas algarabías, sería instalar a estos violentos en los sótanos o más bien en las cloacas, donde están las ratas, creo que les sería un espacio más familiar y concorde con su comportamiento.
Los dirigentes de Vox como todo partido fascista su programa consiste de estar contra todo y todos. Manifestando con ferocidad un patriotismo exaltado, agresivo y sin limites; enarbolando banderas nacionales o franquistas, exponiéndolas en todos los lugares y rincones, hasta en el culo. Además se jactan ser la tutela de la lengua española, con un vocabulario de barrio bajero, tratando los que no piensan como ellos: ¡Imbécil! ¡Gilipollas! ¡Canalla!… ¡Pobre lengua! A manos de quién está, de un partido facha nostálgico del franquismo
¡Abajo la cultura! José Millán-Estray
Fuente → bllibertari.org
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