Un cómic recupera la gesta antifascista del Mazucu
Un cómic recupera la gesta antifascista del Mazucu
Andrea Núñez
El historietista Guillermo Menéndez relata en viñetas el último episodio de la resistencia asturiana a las tropas franquistas.

 

“¿Qué pasó en el Oriente de Asturies?”, una historia silenciada durante años en la que el bando republicano, en una profunda inferioridad de condiciones, resiste durante quince días en un intento por frenar el avance del ejército del general José Solchaga. En la tentativa de las Brigadas Navarras por avanzar por El Mazucu, deberán cruzar la Sierra de Cuera, donde les esperan los soldados republicanos bajo el mando del vasco Juan Ibarrola, coronel de la Guardia Civil.

La escasez de munición, sumado al apoyo a las brigadas de Solchaga por parte de la moderna aviación de la Legión Cóndor, en contraposición a la escasa aviación del Frente Norte destinada a proteger Gijón, da lugar a una de las batallas más violentas de la Guerra Civil Española deslucida en muchas ocasiones por otros acontecimientos, pero a la que ahora dará voz Guillermo Menéndez Quirós en su próxima novela gráfica ‘Cumbres en pie de guerra. La batalla de El Mazucu’.

Autor de cómic, cuyo principal interés es contar historias y utilizar todos aquellos medios que le permitan hacerlo atractivo para el público. Mediante el lenguaje del cómic, busca divulgar para llevar la memoria histórica a todos los públicos. En sus inicios, participó en fanzines colaborativos y fue a su llegada a la facultad de Bellas Artes donde empezó a encontrar personas con inquietudes parecidas a las suyas y empezaron a publicar de una forma más seria y a autoeditar sus proyectos: “empecé a juntarme con gente que también hacía fanzines y a aprender cómo se hacía y distribuía y así empecé a hacer lo mío propio y distribuirlo por conciertos, pequeñas ferias o festivales”, dice Menéndez.

Una viñeta del cómic “Cumbres en pie de guerra”. 
 

De la autoedición de esos primeros proyectos a publicar títulos por medio de editoriales, como la ilustración de “Galdós. Un escritor en Madrid”; “Leonardo, La Epopeya”, autoeditado pero que contó con el apoyo del Ayuntamiento de Langreo para su impresión, o “Milicias Vascas Antifascistas”, de la editorial Sare Antifaxista. El año pasado se alzaba con el premio ‘Alfonso Iglesias’ de cómic en asturiano por “Ana María. La Llobera d’Asturies”, algo que significó mucho para él ya que, como dice, “los comienzos son difíciles, desagradecidos y el esfuerzo que haces, muchas veces no es correspondido. Llegar a un punto en el que te presentas a un concurso y recibes el premio es de valorar y agradecer mucho”.

Guillermo Menéndez trabajando en su cómic. 
 

Tras varios años de documentación, un proceso de bibliografía, asesoramiento histórico y trabajo de campo para rescatar la memoria oral y conocer los lugares de los que hablará en esta novela que aún está en desarrollo, se embarca en un proyecto cuya idea principal era contar un poco por encima lo sucedido y que acabó convirtiéndose en toda una novela de la que ya se pueden leer las quince primeras páginas y que verá la luz, aproximadamente, en diciembre de este mismo año. Hasta entonces, ya está disponible la preventa de ejemplares desde la página Verkami con el objetivo de cubrir los gastos de impresión y distribución del proyecto.

Viñetas del cómic
 

Un proyecto que surge de una conversación con un vecino sobre lo ocurrido en el oriente de Asturias en 1937 y por lo que decidió empezar a investigar hasta descubrir la historia de la mayor resistencia que se había dado en Asturias durante la Guerra Civil Española.

A pesar de ser de La Felguera, Guillermo siempre tuvo un vínculo muy estrecho con el oriente de Asturias y esa cercanía al lugar de los hechos fue lo que le acabó de dar el empujón para crear esta novela gráfica. “Ver estas montañas (Sierra de Cuera) y pensar que en ellas habían estado combatiendo tantos vecinos de la cuenca siempre me llamó la atención, me tocaba de muy cerca y había parte de mi historia por diversas vías confluyendo allí. Merecía la pena descubrir lo que había pasado y compartirlo con la gente”, asegura. La ventaja de poder acercarse con facilidad al lugar en el que 86 años atrás ocurría todo, hablar con la gente que conoce las historias de la zona, tanto los que viven allí como desde La Felguera, son al final “una serie de ingredientes que dan más facilidad a la hora de investigar sobre el tema y contarlo”.

Guillermo en el Cuera
 
Cumbres en pie de guerra. La batalla de El Mazucu 
 
Roque, un obrero de la Cuenca Minera, y su grupo de afinidad se convierten en el nexo de unión de todos los hechos acontecidos en la batalla que dio lugar a la desaparición del Frente Norte. Desde Unquera hasta Peña Blanca, pasando por el pueblo de El Mazucu, acudieron personas de todo tipo de procedencias a defenderse ante la ofensiva del Bando sublevado sobre Asturias. Mediante guiños en el guion de la novela, el autor decidió escribir algunos fragmentos (sobre todo los coloquiales) en las diferentes lenguas para acercarse a la realidad y hacer un reconocimiento de la pluralidad y riqueza lingüística que allí tuvo lugar, siempre manteniendo un texto comprensible para el público castellanoparlante. 
 
Tras la caída de País Vasco y Cantabria y una vez en Asturias, contando con la experiencia de los veteranos del 34, que ya sabían lo que era la represión, se decidió defender el oriente asturiano y evitar la entrada a la región en un clima de desesperación absoluta, una situación de vida o muerte en la que no existía vía de escape. Copados por mar, tierra y aire y en una inferioridad de condiciones abrumadora, deciden hacer frente y cerrar el paso de El Mazucu a las tropas sublevadas. Manolín Álvarez, Fernández Ladreda o Higinio Carrocera serán algunos de los nombres que aún resuenan en la memoria tras haber resistido durante esos quince días esperando por un armamento que nunca llegaría.
 
Higinio Carrocera
 

La implicación de personas en un principio enemistadas por cuestiones políticas, que unieron fuerzas ante un enemigo común; el aislamiento del Consejo de Asturias y León; la declaración de soberanía política del mismo; sus conflictos internos y, en definitiva, la masacre de las fuerzas republicanas, dan lugar a una novela de 200 páginas que utiliza el cómic como forma de expresión, mediante un lenguaje apto para toda la sociedad y al que todo el mundo tiene acceso.

“No hay que olvidar que el cómic no se puede infantilizar. Es un lenguaje más de expresión integrado en la sociedad. Con ello, busco ahorrar a la gente interesada en el tema buscar información, ya que es algo complicado y a lo que no todo el mundo tiene acceso. El cómic es algo divulgativo, no solo para jóvenes, es una forma de expresarse más atractiva que otras formas de documentación”. Y es que mediante esta forma de expresarse, tras bocetar y realizar los dibujos a mano para después darle color de forma digital, una vez hecha la reconstrucción de lo ocurrido en la batalla y sabiendo todo lo que había pasado día a día en ese territorio sobre el mapa, llegó el momento de novelizar y guionizar una historia que gracias a aportaciones como la de Guillermo Menéndez ya no seguirá silenciada.


Fuente → nortes.me

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