Fue asesinado Arturo Ruiz García, un estudiante de 19 años, que acababa de participar en una manifestación pro amnistía no autorizada en el centro de Madrid.
Al final de la movilización, sobre las 12,00 h, dispersados por las cargas policiales, los manifestantes huyen en varias direcciones. El grupo en el que se encontraba Arturo se topa en la calle de la Estrella con cuatro pistoleros de extrema derecha. Uno de ellos, al grito de "Viva Cristo Rey", abre fuego contra ellos y alcanza en el corazón al joven estudiante.
Lunes, 24 de enero de 1977
A primera hora de la mañana, el GRAPO que mantenía retenido desde diciembre de 1976 al presidente del Consejo de Estado, Antonio María de Oriol y Urquijo, secuestran a las puertas de su casa al teniente general Emilio Villaescusa, presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar.
A medio día, a la altura de Callao, en una de las manifestaciones estudiantiles convocadas por el asesinato del estudiante Arturo Ruiz el día anterior, un bote de humo de la policía alcanza en la cabeza a Mari Luz Nájera, de 20 años, alumna de tercer curso de Políticas y Sociología. Tras el impacto, entra en coma y muere horas después en la Clínica de la Concepción.
Sobre las diez y media de la noche; un comando de extrema derecha irrumpe en el despacho laboralista de CCOO y el PCE, del número 55 de la calle Atocha de Madrid, preguntando por Joaquín Navarro, un dirigente de CCOO, que había participado en una huelga de transportes en Madrid.
El sindicalista no estaba y los pistoleros, sin mediar palabra, abren fuego contra las nueve personas que se encontraban en esos momentos en el piso. Mueren cuatro abogados: Enrique Valdelvira, Javier Sauquillo, Luis Javier Benavides y Serafín Holgado y el sindicalista represaliado de Telefónica Ángel Rodríguez Leal; otros cuatro abogados resultan gravemente heridos: Lola González, Luis Ramos, Miguel Sarabia y Alejandro Ruiz-Huerta.
Martes, 25 de enero de 1977
Asambleas sindicales convocadas de urgencia en los centros de trabajo en las que los cuadros de las aun ilegales CCOO y dirigentes del clandestino Partido Comunista de España se esfuerzan en calmar los ánimos y en convencer a los trabajadores de que la ultraderecha aprovechará cualquier error para forzar una involución y por tanto hay que actuar con inteligencia y no provocar altercados.
Miércoles, 26 de enero de 1977
El entierro de los abogados asesinados en Atocha se convierte en una multitudinaria manifestación silenciosa de más de 150.000 personas. El PCE se hace cargo de la seguridad y la marcha transcurre sin incidentes en un emocionado y emotivo silencio.
Viernes, 28 de enero de 1977
Poco antes del mediodía, los GRAPO asesinan en Madrid a dos policías armados, Fernando Sánchez Hernández y José María Martínez Morales, que se encontraban de servicio en una sucursal de la Caja Postal en el barrio de Campamento de Madrid. Le dispararon un tiro en la sien a cada uno y les remataron en el suelo. Pocos minutos después en otra oficina de la Caja Postal, en este caso en el distrito de Villaverde, dos terroristas de los GRAPO ametrallan a bocajarro a dos guardias civiles, asesinando a uno de ellos, José María Lozano Sainz, de 22 años.
Sábado, 29 de enero de 1977
Funerales en honor de los dos policías y el guardia civil asesinados la víspera en el hospital militar Gómez Ulla de Madrid. A la salida de los féretros comienzan a escucharse gritos contra el Gobierno; el teniente general Manuel Gutiérrez Mellado y vicepresidente del gobierno pide silencio, mientras arrecian los gritos de "¡Franco, Franco, Franco!" y las acusaciones de traidores a los miembros del Gobierno.
Enero de 2023: 46 años después
A muchas de estas personas que dieron su sangre y algunos su vida por alcanzar la democracia en nuestro país, a pesar de los años transcurridos, se les sigue recordando año tras año con actos de recuerdo y homenaje. Por parte de la Fundación Abogados de Atocha, la próxima semana, el martes 24 de enero y otros días cercanos, se van a realizar una serie de actos en Madrid y en otros pueblos de nuestra Comunidad, conmemorando el 46 aniversario de aquellos abogados laboralistas que fueron masacrados por un comando fascista, que quería impedir que no hubiese democracia en nuestro país. El único "mal" que hacían aquellos abogados asesinados y heridos, era defender a los más débiles, al movimiento vecinal y al movimiento obrero.
Estos días, como ya lo hemos hecho en innumerables ocasiones, además de honrar su memoria, una vez más tendremos que pronunciar alto y claro: “Atocha, hermanos, nosotros no olvidamos” y la frase del poeta Paul Éluard: “Si el eco de su voz se debilita, pereceremos”
Fuente → ronteky.blogspot.com
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