
La memoria más allá de las fosas y la Guerra Civil en Galicia
R. Prieto
R. Prieto
Historiadores crean una base de datos sobre el franquismo en la comunidad con 300 lugares que amplían los temas y las etapas analizadas
Años de silencio entre las tinieblas de la represión, de lucha
por combatir el miedo a recordar y de ganas de divulgar qué ocurrió en
los años negros del franquismo hasta la Transición:
fosas comunes, ejecuciones extrajudiciales, penas de muerte, huidas,
guerrilla, torturas, campos de reclusión, redención de penas,
encarcelamientos, apropiaciones de patrimonio, resistencias civiles no
organizadas, las resistencias campesinas, los movimientos sociales,
políticos y culturales... Es lo que se esconde detrás de la “memoria
democrática” y que una decena de historiadores e investigadores
independientes pretenden reconstruir para dar a conocer una etapa de la
historia de Galicia más allá de las tumbas abiertas en cunetas y tapias
de cementerios y no solo limitada al periodo de la Guerra Civil (1936-1939).
Los miembros del Grupo HISPONA de la Universidade de Santiago, además de miembros de la UVigo (Historia, Sociología y Ciencias Políticas…)
e investigadores independientes, trabajan en una nueva fase del
proyecto sobre los lugares claves de la guerra, la postguerra, el
franquismo y la transición en la comunidad, que será presentado esta
primavera y que incluirá la creación de una base de datos con
localizaciones —dispondrá de alrededor de 300 ítems— y la elaboración de
un mapa para visualizar espacios de memoria y una guía didáctica para
profesores de Secundaria con temáticas más amplias de las hasta ahora
abordadas. Esta base de datos está concebida como una herramienta en
construcción, abierta a la inclusión de más espacios en la medida en que
la investigación rebele nuevos escenarios o la sociedad les añada
significados a través de procesos de memorialización.
“Se trata de dar un cambio enfoque, la memoria
no es solo hablar de las fosas. Buscamos ampliar temática y
cronológicamente el concepto. No se puede hacer un análisis con la
perspectiva de la violencia, hay que construir desde el positivismo”,
defiende Emilio Grandío, profesor titular de Historia Contemporánea en
la USC y coordinador del proyecto. “Será una herramienta útil —añade—
para entender la magnitud y extensión del proceso de construcción de una
democracia”.
El equipo de trabajo de Espacios de la Memoria Democrática en Galicia
se han centrado en la localización, investigación, elaboración de base
de datos y recopilación de documentos gráficos y de otro tipo, sobre
lugares representativos en Galicia de lo que fue el
franquismo, de su memoria y lo que se trasmite en el presente sobre
aquella época. “Pretendemos ir un paso más allá —apunta Grandío—, y consolidar categorías conceptuales como el de la Memoria Democrática
a través de la ampliación de este concepto a todo el espacio vinculado a
la memoria de las luchas por la democracia y en contra de la dictadura
franquista. De esta manera, nuestra intención de cambio de enfoque nos
llevaría a ampliar el marco de análisis hasta 1978”, año en el que fue
aprobada la Constitución. “Pero no necesariamente el proceso democrático
consideramos que termine ahí”, sostiene el coordinador del proyecto.
“Entendemos que hay un espacio por desarrollar sobre esta
temática, en la línea no solo de la investigación histórica sino también
en los debates en historia pública que en el entorno internacional
están dándose respecto los lugares de memoria de otras dictaduras, desde
Italia a los países de la ex Unión Soviética, sobre su resignificación y puesta en valor como espacios interactivos, que sirven también con un propósito pedagógico y eduquen en democracia y conciencia cívica a las nuevas generaciones”, detalla Grandío.
La base de datos sobre la que gira el proyecto, financiado por
Vicepresidencia y el Ministerio de Presidencia, recoge una amplia
selección de espacios físicos asociados a procesos y acontecimientos
históricos. Para una mayor operatividad, los ordena tanto desde el punto
de vista cronológico cómo temático, ofreciendo una muestra
representativa tanto a nivel tipológico, como temporal y territorial de
los lugares de memoria democrática de Galicia.
Los lugares seleccionados se encuadran cronológicamente en
varias etapas, definidas en función de la evolución del propio régimen, y
no solo acotadas a la Guerra Civil y la posguerra. Aborda cuatro momentos históricos: la Guerra Civil (1936-1939), la posguerra (1939-1951), el franquismo (1951-1975) y la transición (1975-1978).
“La selección de lugares que ya contiene, facilita el análisis de cada
uno desde una perspectiva global, de conjunto: trazando paralelismos con
ejemplos semejantes, por su tipología, o visibilizando su
singularidad”, explica Grandío.
Los lugares inventariados aparecen asociados a
etiquetas con las que se identifica la tipología o tipologías a las que
responde cada uno dieras espacios. Fosas, ejecuciones extrajudiciales,
penas de muerte, huidas, guerrilla, torturas, campos y lugares de
reclusión, redención de penas, encarcelamientos o apropiaciones de
patrimonio son algunos de los conceptos trabajados en el proyectos de
investigación. También hay un apartados específico sobre las
resistencias civiles no organizadas, las resistencias campesinas, los
movimientos sociales y políticos, los culturales y la mujer.
En el caso de las resistencias civiles no organizadas, el
trabajo analiza actos de oposición a las políticas del régimen
(fiscalidad, repoblaciones forestales, instalación de industrias
contaminantes, construcción de embalses, etc.) caracterizados por su
espontaneidad y la ausencia de una organización formal que los
promoviera o dirigiera.
El proyecto también recoge lugares en los que se produjeron actos de resistencia por parte de las comunidades campesinas
frente a la incautación de la producción agraria en la posguerra o, ya
más adelante, conflictos por la repoblación forestal de tierras
vecinales.
Analiza también actividades del movimiento obrero organizado, el asociacionismo vecinal, el movimiento estudiantil o las organizaciones políticas clandestinas (huelgas, asambleas, movilizaciones, acciones de propaganda, celebraciones, etc.).
En el caso de la mujer, se abordan espacios
asociados a la actividad represiva ejercida contra las mujeres, que
tiene unas características propias, además de los escenarios de
conflictos con importante implicación femenina o los lugares vinculados a
la aparición de las primeras organizaciones feministas y al desarrollo
de sus actividades.
“En relación a los lugares, lo único que había hasta ahora está dirigido a las fosas. Hay que ampliar el concepto
y llegar a todos aquellos que lucharon por la democracia y no solo
quedarnos en la guerra y la posguerra, sino ampliarlo hasta 1978”,
concluye Grandío.
Fuente → laopinioncoruna.es
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