El rey emérito pretende trasladar su residencia fiscal a Emiratos y no tributar en España. Juan Carlos I no pagaría impuestos por sus ganancias en el país del golfo Pérsico, donde no existe el IRPF.
Técnicos de Hacienda avisan que el Rey Emérito tendría que obtener la nacionalidad emiratí para ser residente fiscal (teniendo quizás que renunciar a la española si no pudiese tener ambas). Es increíble que un tipo que sigue siendo rey (jefe del estado) de un país (emérito pero rey), e intocable por ese país, viva en otro, teniendo ya su residencia física en ese otro, tratando de conseguir la residencia fiscal, para no pagar dinero en el país del que es rey (e incluso siendo rey de un país tenga que nacionalizarse de ese otro país, hasta el punto de igual tener que renunciar a la nacionalidad del país donde es rey para poder obtener la nacionalidad del otro país y así no pagar ningún dinero en su país de origen, y en este caso, ni en su nuevo país y a pesar de todo siga siendo rey de su país de origen).
Ya sabemos que al no ser Abu Dabi una dictadura y un pais muy poco serio, y siendo este hombre quien es, igual le hacen la vista gorda o a lo peor sigue siendo rey de España , con otra nacionalidad o incluso sin la española, para no pagar en España.
Todo muy de vergüenza ajena por lo que se «impone» una república…, pues la familia real, los borbones, la casa real, hacen lo que les da la gana…, y no van a cambiar…, y a nada que rascas sale todo lo malo y no me vale que digan que Felipe VI no es así,porque Felipe VI, es también intocable, y está blindado y protegido…, como lo estuvo su padre o más, lo cierto es que nada se sabe de Felipe VI (tampoco es democrática esa superprotección y no va a cambiar), además que Felipe VI, pese a esa protección, intervino en política en el Procés catalán, algo que un rey y jefe de estado, no electo, no puede hacer en una monarquía parlamentaria (igual sí en una absoluta, de lo que la española, como puede verse, tiene algunos toques). y todo esto, mientras la economía española no va nada bien. y sin saberse de dónde sale de ese dinero que gasta.
Fuente → blogs.deia.eus
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