Continúa la desborbonización

Continúa la desborbonización
Arturo del Villar


Las monarquías facilitan la existencia de tiralevitas, lacayos, mamporreros, bufones y en general todo tipo de aduladores integrantes de la Corte. En algún caso, como en la de Isabel II de Borbón y Borbón, se añaden monjas golfas milagreras y otros espectros anormales. Estos cortesanos dedicados a propalar las presuntas virtudes de los monarcas, son premiados con cargos y prebendas, por lo que están agradecidos a sus amos, y en cuanto se les presenta la oportunidad lo demuestran.

Así resulta que en ciudades y pueblos aparecen los nombres de los componentes de la familia irreal aplicados a calles, parques, hospitales, universidades, escuelas, hoteles, sociedades recreativas, también en buques, aviones y todo lo que pueda añadir la imaginación humana. De modo que cuando la monarquía se va desplomando en la estimación popular, urge cambiar sus nombres depreciados por otros sin tacha. Es lo que está sucediendo ahora en España con la borbonización acumulada desde la proclamación del sucesor del dictadorísimo designado por él mismo para perpetuar su régimen genocida, Juan Carlos de Borbón y Borbón, en 1975.

 

Cometió tal cúmulo de fechorías económicas y sexuales durante su reinado que su nombre se ha convertido en símbolo de la corrupción. Por ello se le está eliminando de todos los lugares en los que figuraba. El último en anunciarlo este 12 de enero de 2023 ha sido el Hotel Rey Juan Carlos I, de 5 estrellas, sito en la Diagonal de Barcelona, operado por la cadena Fairmont, inaugurado con ocasión de las Olimpiadas celebradas en 1992. El edificio mereció el premio Nacional de Arquitectura, y era uno de los iconos de los que presumía Barcelona, pero fue decayendo y ya nadie quería alojarse en un establecimiento con el nombre del mayor delincuente de la historia moderna de España. Cerró en 2020 con una deuda millonaria.

Ahora se ha anunciado que volverá a estar operativo a finales de año, dirigido por el Grupo Meliá. Precavidamente se le cambia el nombre, desaparece el del funesto monarca ahora fugitivo in partibus infidelium, y conseguirá atraer huéspedes con la nueva denominación sin ninguna tacha de Hotel Miranda de Pedralbes, indudablemente más atractiva que la anterior.

Se impone la desborbonización acelerada en el todavía reino. Ya antes otro establecimiento barcelonés, el Hotel Princesa Sofía, inaugurado en 1975, cuando la titular iba a dejar de ser princesa para convertirse en reina consorte sin suerte, eliminó la condición principesca para quedarse simplemente en Sofía, palabra griega equivalente a la castellana sabiduría, algo de lo que han carecido siempre los borbones, según demuestra la historia de su dinastía nefasta.

Una de las extrañezas presentes en la Villa y Corte consiste en saber que uno de los grandes museos estatales se denomine Centro de Arte Reina Sofía, sin ningún motivo ni explicación pertinente. Creado en 1988 para exponer el arte del siglo XX, no se entiende por qué se le ha impuesto ese nombre, para nada vinculado al arte.

En los Estados Unidos numerosos museos llevan el nombre de una persona física o de una fundación, debido a que lo ha creado con sus aportaciones económicas o artísticas, pero la reina consorte ahora decrépita carece de ningún título para amadrinar precisamente el museo en donde se exhibe el Guernica, la obra que Picasso regaló a la República Española, que prohibió se expusiera en España hasta que se recobrase la legalidad constitucional republicana extirpada por los militares sublevados en 1936, y que depositó hasta que llegara ese día en el Museum of Modern Art de Nueva York. De ahí se extrajo ilegalmente después de muerto el artista, para traerlo al Madrid monárquico en contra de las instrucciones y deseos del pintor, debido a la ignorancia de sus herederos que lo permitieron.

Es preciso continuar la desborbonización, para que el país adquiera una normalidad de la que ahora carece. Podemos proponer un trabalenguas y decir que el desborbonizador que lo desborbonice buen desborbonizador será, y buena falta nos hace. De momento, hemos ganado dos hoteles dignos en Barcelona.

#Desborbonizar

– Ilustración de J. Kalevellido

Fuente → loquesomos.org

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