Francisco Rodríguez Ledesma, asesinado por la policía en 1978
Francisco Rodríguez Ledesma, asesinado por la policía en 1978
Marco Herrera
 
El Colectivo Aire Libre del Cerro del Águila en Sevilla recuerda a una figura del barrio que perdió la vida a manos de un agente. El 30 de junio de 2020 fue nombrado Lugar de la Memoria el punto de la Avenida de Hytasa donde fue disparado

El 8 de julio de 1977, cuando trabajadores, sus familias y vecinos del Cerro del Águila y otras partes de Sevilla se concentraban a la espera de noticias sobre el cierre de la factoría de Hytasa, un hombre, Francisco Rodríguez Ledesma, que pasaba por allí, pagó con su vida acompañar en la lucha por el trabajo y la libertad a quienes se concentraban. La fábrica de Hytasa se construyó en 1937 con el cometido de confeccionar los uniformes del bando Nacional. Posteriormente se diversificó en el sector de la lana y el algodón y fue creciendo hasta tal punto que se convirtió en una de las mayores de toda Europa con casi 3.000 trabajadores.

Ya en 1976, bajo el Gobierno de Adolfo Suárez, se plantea el cierre porque, según las autoridades de entonces, estaba quedando obsoleta y llevaban años perdiendo dinero. Cuando el comité de empresa salía a dar las noticias sobre cómo transcurrían las negociaciones a los interesados, que esperaban en la calle, un furgón de la brigada políticosocial siempre permanecía cerca pero normalmente sin intervenir y sin incidentes. Hasta aquel 8 de julio. José Verdón es natural del Cerro y miembro del Colectivo Cultural Aire Libre de Sevilla, que aboga por la recuperación de la memoria de aquellos que dieron su vida por la democracia.

“Yo estuve en varias concentraciones pero aquel día no estaba. Cuentan que el furgón aceleró de repente hacia la gente. Se bajó un policía de paisano con gafas de sol y empezó a disparar contra quienes allí estaban agrupados y no pudieron dispersarse”. De esos cinco casquillos de bala que más tarde se recogieron, una atravesó por la espalda a Rodríguez Ledesma, que tras perforarle el bazo y el intestino, lo llevó a meses de complicadas operaciones que acabaron con su muerte en enero de 1978.

“Para que no hubiera manifestaciones en el entierro, deciden celebrarlo por la mañana a pesar de que lo anuncian para por la tarde. Aún así, se reunieron hasta mil personas allí para darle el adiós”. Al gobernador civil del momento se le exige que aquellos hechos se investiguen, eran demasiados testigos los que vieron que aquellos disparos no fueron al aire con ánimo de dispersar, sino hacia las personas que allí estaban.

José Ruiz Gorbea, el gobernador, ya traía incidentes en su haber, porque fue el responsable de los dos muertos y la decena de heridos en Montejurra en Navarra un año antes. “El policía era un tal Pachón de Cádiz, que venía de paisano en un 1500 del comisario jefe de Sevilla, Beltrán, al que reconoció la gente. Pachón venía ya dispuesto a aquello”. Pachón alegó en un juicio que forzaron las fuerzas de izquierdas, que se vio superado por las circunstancias y que los disparos fueron efectuados con su arma reglamentaria, lo cual ningún testigo contrastaba. Y salió indemne de aquel asesinato.

Francisco era un hombre de 53 años, de una familia de siete hermanos que había llegado a Sevilla desde Morón y era el sustento principal de la familia. Vivía justo enfrente de donde se concentraban los afectados con la causa del cierre y, en aquellos momentos, se encontraba en paro. “Entre la ropa entregada a su hermana en el hospital, aparte de 50 pesetas, tenía un carnet de Comisiones Obreras, lo cual invalida la versión de algunos de que simplemente iba pasando y se encontró todo aquello de sorpresa. Básicamente, porque José conocía el barrio y tenía dos salidas para haber podido evitar la concentración”. 

Años luchando por el reconocimiento de Lugar de la Memoria

El 30 de junio de 2020 consiguieron oficialmente que el lugar en el que dispararon a Francisco y el resto de manifestantes fuera declarado Lugar de la Memoria por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. “Después de 8 años reclamando esta consideración a la Administración socialista, ha sido paradójicamente el Gobierno andaluz de derechas quien lo ha otorgado”. José se queja del caso omiso que el PSOE en el poder les hizo, taponando una petición que contaba con toda la documentación necesaria.

“Hemos estado prácticamente en solitario planteando este reconocimiento, solo con el apoyo de los familiares y víctimas del franquismo de la Gavidia. A nivel de distrito y del Ayuntamiento nunca ha venido nadie porque dicen que no son actos oficiales”. Hasta ahora, los homenajes a Rodríguez Ledesma siempre habían corrido por parte de los vecinos, del colectivo o en la Velá popular del Cerro, donde lo nombraron “Cerreño del año” hace años.

Y esa postura del Partido Socialista de desentenderse de este asunto, cuando es el principal impulsor de la Ley de Memoria Histórica que busca el reconocimiento de las víctimas del franquismo, le resulta incomprensible a José. “Lo que yo no asumo es que un partido que se llame de izquierdas, que en su origen fue republicano, se le hayan olvidado este tipos de cosas y cuando les planteamos un mínimo reconocimiento, miren para otro lado. Es un error, algo inaudito”. Y añade a colación de las continuas referencias que los políticos del PSOE hacen a la Memoria: “Políticamente se puede tener una actitud, pero luego acompañar con su presencia en un acto tan sencillo a unos vecinos y que contesten con un “no es oficial”, es muy hipócrita”. Sobre la postura de apoyo de los políticos, José agradece el apoyo a José Ignacio García, de Adelante Andalucía.

Por último, se para en resaltar el esfuerzo colectivo que muchas pequeñas asociaciones hacen por el reconocimiento de estas víctimas, como a Unidad Andaluza por la República, miembros de Podemos por la base y entidades vecinales.


Fuente → nuevarevolucion.es

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