En 1979, la guardia civil franquista asesinó en Etxarri Aranat
En 1979, la guardia civil franquista asesinó en Etxarri Aranatz (Navarra) al abertzale y antifascista MIKEL ARREGI MARIN, ametrallando sin motivo ni razón el coche en el que viajaba / Tulio Riomesta

 

Una ráfaga. Un estruendo. Cristales destrozados y una vida rota. Mikel Arregi tenía 32 años, viajaba en coche con unos amigos, y de repente se terminó todo. El 11 de noviembre de 1979, la guardia civil descargó una lluvia de balas sobre el vehículo en el que se desplazaba Mikel. Según la versión oficial el coche, en el que viajaban 5 personas, no se detuvo a la señal de alto, motivo suficiente para acribillarlos. El crimen se cometió cuando el vehículo cruzaba el pueblo de Etxarri Aranatz, a la altura del antiguo cuartel del municipio.

Todos los testigos presenciales, incluidos los 4 que acompañaban a Mikel en el coche, afirman que no había ningún control de la guardia civil cuando dispararon contra el vehículo. El conductor, Javier Andueza, declaró que “al entrar en Echarri no vi ninguna placa de control ni señales con linterna ni nada. Íbamos hablando y no nos dimos cuenta de que había guardia civil hasta que dispararon. Al oír los tiros solté el volante y nos fuimos a la cuneta. ¡No disparen, estamos heridos! Llamen a una ambulancia”, gritó Javier cuando a los pocos instantes se aproximaron unos 15 guardias y nos dijeron: salgan del coche y cuerpo a tierra”.Tres de los ocupantes resultaron heridos, el más grave era Mikel Arregi con un disparo de bala; falleció esa madrugada en el Hospital de Navarra.

Mikel tenia 32 años, era concejal de una plataforma próxima a Herri Batasuna en el Ayuntamiento de Lakuntza, un pequeño municipio de Navarra. Formaba parte de la junta de constitución del Euskal Biltzarre Nazionala, un proyecto de aglutinación de los sectores progresistas y de izquierdas. Era muy activo, en una localidad donde existía una amplia conciencia obrera, abertzale y anticaciquil que se manifestaba en numerosas huelgas, creación de las primeras ikastolas y una oposición frontal al poso de los ayuntamientos franquistas.

La rabia, la impotencia estaba presente, la respuesta popular fue inmediata, la reacción del pueblo vasco fue ejemplar, manifestaciones y huelga general en toda Euskalherria. El día 14, ante una asamblea informativa en la plaza del Ayuntamiento de Irunea, la policía franquista cerró todas las calles disparando pelotas de gomas y golpeando con las culatas de las metralletas. También aporrearon a cargos electos aunque se identificaron: El diputado foral Ángel García de Dios, el presidente del Parlamento foral José Antonio Urbiola al hospital con tres fracturas; el primer teniente de Alcalde Patxi Zabaleta golpeado y pisoteado en el suelo también fue ingresado en el hospital. También golpeados los parlamentarios forales Saez, Jauregi y Goia y el concejal de Iruinea Napal.

Familiares y amigos formaron una comisión de investigación que logró que se celebrara un juicio contra los responsables de los disparos. Numerosos testigos explicaron que el control policial ya se había retirado en el momento del crimen. Dos sentencias de la Audiencia Provincial de Pamplona en 1980 y 1981, establecieron que los guardias civiles, en efecto, no iban provistos de ninguna prenda reflectante, como era preceptivo, por lo que el conductor no pudo apercibirse de su presencia. En septiembre de 1981, la Audiencia de Navarra condenó al guardia civil Ginés Cecilia Rico como autor de “un delito de imprudencia simple con infracción de reglamento y resultado de muerte”. La pena fue irrisoria, 2 meses de arresto y una multa de 55.449 pesetas en concepto de reparación del vehículo ametrallado. Nunca más se supo qué ocurrió con el guardia civil condenado.

La muerte de Mikel Arregi fue condenada por todas las fuerzas políticas en la Mesa y Junta de Portavoces del Parlamento de Navarra. El Gobierno de Uxue Barkos incluyó su caso en una ley de reparación que ha sido recurrida por PP, Ciudadanos y Vox ante el Tribunal Constitucional, porque no quieren que Mikel Arregi sea reconocida como víctima. Durante la larga etapa de la conservadora Unión del Pueblo Navarro (UPN) al frente del Gobierno foral, el nombre de Arregi jamás apareció en homenajes o reconocimientos públicos.

El monolito dedicado a Mikel, obra del escultor José Ramón Anda, fue fundido y elaborado por sus compañeros cooperativistas metalúrgicos en la fundición que trabajaba, con cariño y admiración. Ha soportado múltiples atentados, en 1981 100 gramos de trilita rompieron su base, y a los pocos meses un vehículo a tracción lo derribó, pero en 1983 fue reinaugurado, y atacado con 1,5 kg de goma-2. Los acosos han continuado contra la placa y estela colocada donde la víctima cayó herida de muerte.

En marzo de 2015, la familia del fallecido se personó en el Parlamento de Navarra y denunció «la impunidad existente en tantos casos que han sucedido» y su «impotencia» ante la ridícula condena judicial al asesino material de Arregi. Mikel Arregi, una víctima vapuleada y mancillada. La calle principal de Lakuntza lleva el nombre de Mikel.

Documentos: Noticias de Navarra (Iosu Imaz Prim). Diario de Navarra (Iñaki Iriarte López). Wikipedia. Berria (Joxerra Senar). Público (Danilo Albin)


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