Valle de la Memoria
Valle de la Memoria
Santi Ochoa

Alternativa a la mayor fosa común de España, una asignatura pendiente de la democracia.

Situado en la sierra de Guadarrama, a 40 km de Madrid. Originalmente “Pinar de Cuelga Moros” y desde 1875 “Valle de Cuelgamuros”. En 1939 pasó a ser “Valle de los Caídos” y desde oct. 2022 recuperó su nombre de “Valle de Cuelgamuros”. Franco escogió personalmente este lugar. En 1940 comenzaron las obras de este monumento, formado por una Basílica católica, subterránea en su totalidad, un Monasterio y una gran cruz asentada sobre la cumbre del risco de la Nava. El monumento se inauguró el 1 abril 1959, justo 20 años después de finalizada la guerra civil.

CONSTRUCCIÓN

Franco creía que las obras durarían 6 años, pero se alargaron durante 19 años. La construcción ​se encargó a Agromán, Banús y Huarte con un coste final​ de 1.086 millones de ​ptas. Estas empresas fueron luego las grandes favorecidas del régimen. Para sufragar los gastos y acelerar las obras se convocó una suscripción nacional y la Lotería Nacional destinaba los beneficios del sorteo de todos los 5 de mayo al Valle de los Caídos, que continuó haciéndose años después de construido.

Se encargó el proyecto al arquitecto vasco Pedro Muguruza que había diseñado los dos primeros grandes edificios de la Gran Vía madrileña: el Palacio de la Prensa y el cine Coliseum. Tuvo que abandonar las obras a la mitad y las continuó el arquitecto Diego Méndez quien se encargó de las obras de la Cruz.

TRABAJADORES

En los 19 años que duró la construcción pasaron unos 20.000 obreros, tanto libres como presos. Al principio fueron obreros libres contratados y meses después, los capataces escogían en las cárceles entre los presos políticos que lo solicitaban, los menos desafectos al régimen. El constructor pagaba al Estado 10 ptas. por preso y día (la 1/3 parte que a un trabajador libre), pero al trabajador solo le llegaba, apenas 1 ptas. Al final llevaron presos comunes. En la segunda parte de las obras quedaron 2.000 personas libres trabajando en tres turnos de 8 horas. El cumplimiento de condena en el Valle era más suave que en las prisiones y recibían sobrealimentación. Podían trabajar al aire libre y recibir visitas y se toleraba que tuvieran a sus mujeres y después a los hijos pequeños en unos barracones o chabolas de piedra y ramas construidos a toda prisa, algunos con luz eléctrica. Unas condiciones de trabajo y vida mejores que en las obras que había en los embalses próximos.

En 1938 se promovió la Redención de penas por el trabajo (5 días de condena x 1 día de trabajo), en la mayoría de los casos a los 6-8 años de trabajo se podía obtener la libertad. Muchos penados después de cumplir su condena continuaron trabajando en el Valle como obreros libres, pues no tenían a dónde ir con sus antecedentes de “presos rojos”. En 19 años de obras murieron entre 14 y 18 personas, sin incluir las numerosas muertes de silicosis por el polvo de las demoliciones que fallecían años más tarde. Además, cerca de la décima parte de los trabajadores resultaron heridos en las obras, algunos con amputaciones de brazos o piernas. A la mitad de las obras Huarte las modernizó y los accidentes pasaron a ser menos que los habituales de la época. Solo hay constancia de 2 fugas, un argentino de las Brigadas Internacionales y la de Sánchez-Albornoz (hijo del ministro republicano) que se fugó del Valle en 1948 con un amigo y que se contó en la película “Los años bárbaros”.

FRANCO

El asesinato de Carrero Blanco el 20 nov. 1973 puso de manifiesto el caos por la falta de protocolos ante su repentina muerte por lo que nada más asumir Arias Navarro la presidencia del Gobierno ideó la “Operación Lucero”, un plan secreto que garantizara la normalidad del entierro del Jefe del Estado. Semanas antes de la muerte de Franco, no existía previsión de dónde enterrarlo. Arias, ante la falta de decisión de la familia, decidió hacerlo en el Valle de los Caídos. Un lugar que por su aislamiento evitaría el vandalismo y las manifestaciones descontroladas de los franquistas.

La losa de granito de 1.500 kilos que se utilizó para la sepultura, se aprovechó la que se hizo en 1959 para José Antonio y que se rechazó por no coincidir las medidas, por lo que figura el nombre de éste en la otra cara.

CADÁVERES

Hay registrados 33.833 restos de combatientes entremezclados de ambos bandos de la guerra civil, pero se estiman un total de restos de 60.000 personas, la mayor fosa común de España. Están repartidos en cajas de madera colocadas dentro de los nichos o columbarios ocultos y tapiados, al fondo de cada una de las 8 capillas laterales de la Basílica, fuera del alcance de los visitantes.

En 1952 se ofreció a familiares de las víctimas su traslado al Valle, pero casi todas lo rechazan por lo que en agosto de 1957 y a toda prisa, se organizó la 1ª fase de la operación “CAÍDOS” en la que fueron traslados al Valle, de noche y casi en secreto, 10.000 cuerpos de ambos bandos de todas las provincias para la inauguración del monumento. Años después, en la 2ª fase, mucho más amplia, dejaron de ser gratuitas las numerosas sepulturas provisionales de la guerra civil, por lo que a los familiares que no pagaban, se les trasladaban sus restos al Valle. Entre 1959 y 1967 casi todos los meses llegaba algún convoy de 7-8 camiones con restos de cientos de muertos. En 1983 se produjo en el último enterramiento en ese lugar.

RECLAMACIÓN DE RESTOS

Según un Estudio del Ministerio de Justicia en 2011: “la identificación individual de los restos óseos depositados en las criptas y/o capillas queda casi imposibilitada dado el estado de los columbarios observados y el esparcimiento de los restos por las criptas y/o capillas”. El Informe del Instituto Eduardo Torroja advirtió tener cuidado en los trabajos de extracción de algunos osarios dado el delicado estado de algunas criptas. Aunque, según el Informe del CSIC de 2018, sería imposible la exhumación de los cadáveres porque sirvieron para rellenar cavidades internas de las criptas y acabaron formando parte de la estructura del edificio.

La realidad es que más de la mitad de los restos están guardados en grandes cajones de madera cerrados, rotulados, apilados, la mayoría en buen estado y figura su referencia en los listados que se conservan en la Abadía. El Gobierno perforó unos pocos huecos en las paredes de algunos columbarios para que los familiares vieran las arcas con los restos, sin mayores consecuencias.

104 familias han exigido al Gobierno que les devuelvan los restos de sus antepasados que se encuentran en el Valle y, al contrario, hay 258 familias que se querellarán contra el Gobierno si toca los restos mortales de sus familiares. Desde 1980 cuando el Gobierno de A. Suárez atendió la reclamación y devolvió los restos de fallecidos de 14 pueblos de Navarra, no ha vuelto a producirse ningún otro caso.

ALTERNATIVAS

Hay que elaborar un PLAN DE ACTUACIÓN que elimine legalmente y por completo su pasado fascista y religioso y emprender las siguientes medidas:

Desde que en 2006 el Consejo de Europa recomendó al Gobierno hacer en la Basílica una exposición que explicara que fue construida por prisioneros, hasta oct. 2022 con la Ley de Memoria Democrática que resignifica el monumento y saca a los monjes, pero mantiene la cruz y no desacraliza la Basílica, ha habido sucesivas propuestas. Descartada por múltiples razones la demolición del monumento, que solo haría más negra el alma de muchos, hay que darle una salida viable con la difícil tarea de convertirlo en un símbolo activo de reconciliación, si no de todos los españoles, al menos de una gran parte y como dice el historiador Paul Preston, “El Valle de los Caídos no debe desaparecer. En España hay gente que confunde olvido con reconciliación y memoria con venganza”.

Aprendamos de cómo han resuelto otros países europeos el legado arquitectónico de su pasado fascista. En Alemania, el Campo Zeppelin en Nuremberg es una explanada como 12 estadios de fútbol en el que caben 240.000 personas donde se celebraban los grandes desfiles del Partido Nazi y la tribuna donde hablaba Hitler. Aunque está en estado algo ruinoso, se ha desestimado su demolición y se han destinando 85 millones de euros para su restauración que acabará en 2025, convirtiendo este lugar en un centro cultural que muestre a las nuevas generaciones las atrocidades cometidas por los nazis. En la actualidad, visitan el gigantesco complejo 200.000 personas al año.

Italia también convive con muchos de estos monumentos repartidos por todo el país. En Roma hay un obelisco de 36 m dedicado a Mussolini en 1932 y en el puente de entrada al centro de la ciudad hay imponentes bajorrelieves del ejército fascista. Hay otros muchos monumentos de este tipo como el “Arco de la Victoria” de Bolzano, construido por Mussolini en 1928 y en 2014 se transformó su interior en un museo sobre las dictaduras fascistas, buen ejemplo de qué hacer con el Arco de Moncloa, en Madrid.

En Barcelona hay un obelisco de 1934 de 20 m de altura en memoria del presidente de la 1ª República Española. Con la dictadura se transformó en monumento franquista y en democracia se recuperó su original sentido republicano.

FUNDACIÓN

En 1958 se constituye la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, que firma el Convenio con la Abadía Benedictina de Silos, que proporcionó 20 monjes y sus novicios por tiempo indefinido. En 1982 la Fundación pasa a depender de Patrimonio Nacional, sin modificarse el Convenio. En 2015 la Ley del Régimen Jurídico del Sector Público considera extintos los Convenios que no hayan sido renovados en 4 años, plazo que se extinguió el 2 oct. 2020, por lo que a partir de ese día la estancia de los monjes sería ilegal y el Gobierno está legitimado para llevar a efecto su desalojo del recinto.

Aunque la Ley de M. Democrática declara extinguida la Fundación, no será efectiva hasta que entre en vigor un Real Decreto que está todavía sin hacer, lo que unido a las más que posibles y variadas alegaciones y recursos ante el Tribunal Supremo, puede tardar años en resolverse. Es increíble, pero nadie parece saber quién manda en el Valle. Patrimonio Nacional solo lo administra “provisionalmente”, el Arzobispado de Madrid niega su poder jerárquico, la Abadía de Silos, como el Vaticano, se desmarcan, parece que la última palabra sobre el futuro del Valle de los Caídos la tendría la Abadía benedictina de Solesmes, en Francia.

LA CRUZ

Fue una pesadilla, por la complejidad de su construcción. Fue construida en 3 años por Huarte y acabada en 1956 y, pese a su peligrosidad, no causó ningún muerto. Para el acarreo de los materiales se perforó en el risco un pozo, con un montacargas en su interior, desde la base de la futura cruz hasta la cúpula de la Basílica. Se construyó desde dentro elevando la edificación por tramos de 12 m y sin andamiaje exterior, que habría cuadriplicado el coste. La estructura eran paredes de hormigón armado y las propias piedras de granito servían de encofrado, con un interior hueco dotado de montacargas. Una proeza para aquellos tiempos.

La cruz es el símbolo del Valle por lo que sería la primera actuación del Plan, trasformándola en un OBELISCO (“agujita” en griego, diminutivo irónico de “obelos”, aguja) mediante la demolición de los brazos y añadiendo en la parte más alta una pirámide de piedra (piramidón). Modernizar el montacargas que circula por su interior para hacer visitable el obelisco y facilitar el uso como mirador, abriendo huecos en la parte superior de sus paredes.

Ahora la cruz es la más alta del mundo con 142,5 m de altura (116.2 m de fuste + 25,60 m de peana), con el añadido en la punta quedaría un obelisco de 150 m de altura. Sería el 3º más grande del mundo y el mayor de Europa, bastante más alto que los del Vaticano, París o Londres. Desde hace un siglo siguen levantándose grandes obeliscos, incluso en España: 1990 Zaragoza (35 m), 1996 Madrid, 2 obeliscos (30 m) en el Pasillo Verde y 2001 A Coruña (46 m).

Terminar la reparación de 2013 de las esculturas de piedra de los 4 evangelistas de Juan de Ávalos que hay junto a la peana de la cruz que solo son figuras humanas con animales sin elementos religiosos. Retirar, en el inicio del fuste, las 4 esculturas de las virtudes cardinales y que daría mayor esbeltez al obelisco. Retirar la escultura de la “Piedad” sobre la puerta de entrada a la Basílica. Así mismo, retirar todos los símbolos religiosos, del franquismo y la Guerra Civil, empezando por los dos grandes escudos en los extremos de la explanada de entrada a la Basílica, la silueta metálica del escudo de la Abadía y de las armas de Franco situados en la puerta de entrada al mismo y cuantos haya de carácter similar.

BASÍLICA Y NICHOS

Es la Iglesia subterránea o cripta excavada en el interior del risco sobre el que se levanta la cruz y junto con el Monasterio constituyen la Abadía. Es una grandiosa nave sin columnas de 262 m de longitud. Hay que retirar los restos del órgano y todos los elementos religiosos de su interior, como imágenes, tapices, murales, relieves, esculturas, cruces (incluida la del cristo sobre el altar mayor) y desmantelar los altares de las 8 capillas, vaciando éstas. Las zonas del conjunto de nichos (columbarios), situados al fondo, quedarían listos para la inspección y posterior retirada (exhumación) de los restos.

Tiene una doble cúpula de piedra de 42 m de diámetro interior y un espacio hueco entre ambas; es tan grande como la de San Pedro en Roma y mayor que las de la catedral de Londres o la Basílica de S. Francisco el Grande en Madrid, o sea, la mayor de España. Es visitable desde arriba y está decorada con un gran mosaico, donde el artista incluyó su retrato, el de su esposa y a Miguel de Unamuno en el papel de San Raimundo de Fitero. Se dejaría como está, junto con la sillería del Coro.

Hubo 3 atentados con bomba. Anarquistas en 1962, Grapo en 1999 y ETA en 2005 que causaron daños sin víctimas en el órgano y mobiliario.

Dejar los nichos como están no es una solución definitiva ni sostenible para el futuro. La alternativa más viable es atender las demandas en curso y las futuras. Los restos contenidos en las cajas rotuladas y registradas se devuelven a los lugares de origen para que los Ayuntamientos realicen las identificaciones posibles y entrega a los familiares. Los que no se localicen, podrían ser enterrados en una zona nueva del cementerio del pueblo señalizada y explicada. Para la retirada de las cajas sin referencias con restos sin identificar, se pueden trasladar agrupadas a una sola de las capillas laterales de la Basílica, o trasladarlas a un nuevo cementerio público en un lugar a determinar con un memorial al efecto y cruces blancas anónimas, como los numerosos cementerios de los muertos en las dos guerras mundiales que hay en centro Europa. La salida de los restos de José Antonio parece que se realizará en breve sin mayores dificultades, al haber sido solicitado por sus familiares.

Desacralizar el monumento y sacarlo del Catálogo de Bienes Protegidos del Ayto. de El Escorial. Al ser Patrimonio Nacional quien ejerce ahora las funciones de la extinta Fundación, como la conservación y mantenimiento de la finca, será la encargada de registrar y almacenar los elementos que se retiren. Arreglo de las filtraciones y goteras en techos y muros del interior, existentes desde hace años. Acometer obras de acondicionamiento y rehabilitación integral de la Basílica, dejándola preparada para los nuevos usos que se determinen.

MONASTERIO Y HOSPEDERÍA

Monasterio. Edificio adosado en un lateral de la explanada al otro lado del risco. Regido por 15 monjes benedictinos, con la única obligación de dar 4 misas al año por los caídos en la Cruzada: el 18 julio, 1 abril, 1 octubre y 20 noviembre. Junto a él está el Noviciado, un edifico similar que aloja a unos cuantos novicios y una Escolanía, coro de niños internos para cantar las misas. Junto al Monasterio hay un pequeño Cementerio con los 16 monjes fallecidos hasta ahora.

Retirar los elementos religiosos o de culto del Monasterio y del Noviciado y acometer obras de acondicionamiento para nuevos usos en estas dos grandes edificaciones que reúnen buenas condiciones para la celebración de Congresos, Cursos de Verano o cualquier otra actividad social que se determine.

Hay una Hospedería externa de 2 plantas con 120 habitaciones, wifi, bar, restaurante, piscina, campo de fútbol, frontón, con aparcamiento gratuito, 8 salas de reuniones y 2 auditorios. Funciona como un Hotel, organiza bodas y bautizos, solo habría que eliminar los detalles franquistas y religiosos y adoptar un nuevo diseño. Aun siendo de propiedad pública, tiene crucifijos en las habitaciones, venta de vino para consagrar, rosarios, etc. y una exposición sobre la historia del cristianismo.

Tiene una Biblioteca con 20.000 volúmenes donde se aloja un Centro de Estudios Sociales que “estudia y difunde la doctrina social católica, inspiradora de las realizaciones sociales del régimen”. Habría que expurgar sus fondos y dotarla de libros y documentos actuales que constituya un Centro de Investigación sobre la Memoria, la historia del monumento y su pasado. Hay otra Hospedería similar, pero de uso interno del Monasterio que podría servir como alojamiento de becarios, congresistas, etc.

Los edificios del Monasterio-Noviciado y de las Hospederías están unidos por una gran Explanada con dos grandes Galerías (Claustro) en sus laterales de 200 m de longitud, similar a la de los Nuevos Ministerios en Madrid y al igual que en éstas, puede servir para exposiciones o necesidades futuras. La explanada central, rodeada por ambas galerías, es un lugar idóneo para grandes recepciones, actos sociales, etc.

FUNICULAR, ASCENSOR y CAMINOS

Desde 1975 existe un funicular que asciende 125 m desde la explanada a las terrazas de la base de la cruz. Modernizado en 1987 y en 2004, con cafetería junto a las taquillas y cerrado desde 2009. Es una instalación moderna que solo necesita una puesta a punto y asegurar el terreno por el que circula para evitar desprendimientos. También existe un ascensor, excavado en el interior de la roca, desde el interior de la Basílica a la base de la cruz, o se puede subir a pie por un camino con rampa y escaleras en el otro lado del risco, solamente habría que desbrozar la maleza para dejarlo en condiciones de uso.

Hay un Camino Real construido en 1944 por Banús. Es un sendero o calzada de piedra de 5 km de largo, monumental como una antigua calzada romana, con 2.300 escalones de granito que salvan 300 m de desnivel. Es la ruta oculta del Valle que empieza tras la verja de entrada al recinto. Está organizado como Vía Crucis de 14 estaciones. Es un proyecto inacabado que merece la pena terminar, uniendo algunos de los tramos. Faltan algunas de las capillas diseñadas por el arquitecto Muguruza y hay que retirar las que están en riesgo o medio derruidas y conservar las pocas que hay en pie, que son idóneas para cualquier otro uso. Incluye la retirada de las estatuas religiosas que las acompañan. El mismo criterio se seguiría con las cruces de piedra que jalonan el recorrido, que habría que señalizar, ponerlo en uso y figurar en la publicidad del nuevo Monumento.

POBLADO

Lo componen 4 hileras de edificios de viviendas adosadas, de 2 plantas con 3 dormitorios, patio y calefacción central para 52 familias, incluidas las de 8 guardias civiles para el cuidado del monumento, más escuela, economato y cantina. Construido para alojar a los trabajadores de Patrimonio Nacional, hoy solo quedan 11 viviendas habitadas y el resto están abandonadas y deterioradas.

El acceso limitado al Valle ha convertido este paraje en una reserva ecológica, donde todavía se pueden ver multitud de animales salvajes. Esta aldea debería rehabilitarse y podría convertirse en un centro de estudio de la naturaleza.

VISITAS, LITERATURA Y CINE

Desde 1990 el número de visitantes al año al Valle varía entre 150.000 y 500.000 personas. Aunque las entradas proporcionan al Estado 2 millones de € anuales, desde 2014 acumula un déficit de 2,5 millones.

El Valle ha sido escenario de importantes novelas: 1982, “Monseñor Quijote” de Graham Greene. 2017, “Origen”, de Dan Brown. 2014, “Las tres bodas de Manolita”, de Almudena Grandes que recrea las obras del Valle. En el cine: en 1963 documental de Samuel Bronston con música de Cristóbal Halffter; en 2010, “Balada triste de trompeta” de Álex de la Iglesia, con rodaje de una pelea en lo alto de la cruz; en 2013, “A la sombra de la cruz” documental de Alessandro Pugno sobre la historia oculta de los niños de la escolanía y en oct. 2022, “¡García! de S. García y L. Bustos, serie de TV cuyo protagonista resucita en la Basílica del Valle.

CONCLUSIÓN

La alternativa del obelisco se sitúa en un punto medio entre la cruz, símbolo del régimen anterior, y su demolición; es una opción que pueden llegar a aceptar ambas partes. Si en sus últimos años la dictadura fue un corsé que impedía un mayor crecimiento político y social, ahora hay que resetear la Constitución del ’78, eliminar los vestigios del franquismo y poner en su sitio a la Iglesia católica, su principal aliado. La inauguración de este nuevo monumento del Valle de la Memoria por el Jefe del Estado significaría el final de esta larga pesadilla.


Fuente → kaosenlared.net

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