Un héroe de la 'Desbandá' que salvo cientos de vidas, por lo que fue fusilado y despreciado por el PP
Un héroe de la 'Desbandá' que salvo cientos de vidas, por lo que fue fusilado y despreciado por el PP / Juan Luis Valenzuela

El farero de Torre del Mar que apagó las luces para evitar que ametrallaran y bombardearan a miles de refugiados

 

La masacre civil de mayor dimensión y cruenta de toda la Guerra Civil española -también la más silenciada- fue, sin duda alguna, la denominada popularmente como la Desbandá. Entre el 6 y 8 de febrero de 1937, huyeron de Málaga, de la provincia de Cádiz, de la comarca granadina de Loja y de otras zonas, entre 100.000 y 150.000 personas. Mujeres, niños y mayores, en su mayoría, escapaban ante el terror impartido por Queipo de Llano y las amenazas de muerte del genocida de Tordesillas unida a la ofensiva de las tropas franquistas que habían tomado la capital malagueña. Aterrorizados, salieron con lo puesto. En su mayor parte recorrieron la carretera de Málaga a Almería ('la Carretera de la muerte') a pie, en burro o los más afortunados, en vehículos. Constituyó el éxodo más grave y de mayor dimensión de la Guerra Civil

Entre 3.000 y 5.000 muertes

Fueron dos días en los que se sometió a miles de civiles a una tortura y riesgo sin precedentes con un ataque ininterrumpido de los ejércitos franquista y el italiano unidos a la aviación alemana. La Desbandá dejó a su paso un trágico balance de entre 3.000 y 5.000 personas fallecidas o asesinadas, la mayoría civiles, bombardeados y atacados por tierra, mar y aire, en una encerrona criminal desde la sierra y desde el litoral. Como lo calificó el médico canadiense y voluntario internacionalista, Norman Bethune, fueron “doscientos kilómetros de miseria”.

Esta masacre dejó un reguero de acontecimientos particulares, todos dramáticos sobre una población civil que caía por fatiga, hambre y frío o eran acribillados. Entre todos estos acontecimientos surgieron héroes, personas anónimas pero de una valentía digna de encomio. El caso de Anselmo Vilar García, el farero de Torre del Mar, es paradigmático. 

Apagó el faro y firmó su condena de muerte

Anselmo, gallego de Lugo e hijo de otro farero, era en los días de la Desbandá el responsable del faro de Torre del Mar, entidad costera de Vélez-Málaga. En una especie de ratonera criminal, los huidos se agolparon en Torre del Mar, quedando atrapados. El farero, consciente de la situación, decidió apagar las luces. En un acto de gran valentía, pero sobre todo de humanidad y generosidad, él mismo actuó apagando el faro para obstaculizar la persecución y dar tiempo a los civiles a alejarse al impedir la orientación de los barcos cruceros nacionales, el Canarias y el Almirante Cervera, así como de los aviones. De esa forma ayudó en la escapada de los huidos. De hecho, el espacio cercano al faro, que tenía un alcance de 12 millas, fue el que menos sufrió los ataques. Emparedados por tres columnas de las fuerzas italianas. El farero gallego logró crear una “zona negra” para el enemigo durante esos dos días de frío invierno y de terror. Y, con ello, firmó su condena de muerte. 

Fusilado sin juicio

Tras la llegada del ejército fascista a Vélez-Málaga para montar el cuartel provisional en esta ciudad y conocer que el farero apagó las luces, fue detenido y, sin apenas ser juzgado, condenado a la pena capital, siendo fusilado en la media noche entre el 9 y el 10 de febrero de 1937 en las paredes del cementerio de la capital de la Axarquía.

El Ayuntamiento de Vélez-Málaga ha concluido un proceso que abrió para reconocer la figura y la memoria del valiente farero. De hecho aprobó esta semana pasada en un Pleno que Torre del Mar ponga el nombre de Anselmo Vilar a la plaza del faro que dejó apagado en febrero de 1937, y que le costó la vida. Se argumentó desde el equipo de Gobierno presidido por el socialista Antonio Moreno Ferrer, que con este gesto “Anselmo forma ya parte de nuestra identidad y memoria. La intención de este equipo de Gobierno es atender esa propuesta popular para reconocer y poner en valor la importancia histórica y los valores humanos de Anselmo Vilar”. 

El PP, ¿heredero de los vencedores?

Lo triste es el resultado, pues fue aprobado por 16 votos a favor y 9 abstenciones. Las abstenciones procedieron del los concejales del Partido Popular, una formación a la que le cuesta desengancharse del franquismo y que a veces, como en esta ocasión, parece considerarse “hijos y herederos de los vencedores”.

¿Tan difícil hubiera sido un acuerdo por unanimidad para reconocer la figura de un hombre asesinado solo por salvar vidas de manera pacífica? ¿Qué se puede esgrimir contra el farero valiente para no respaldar su memoria con un simple voto? 

¿Moderados en el PP?

Un héroe de la Desbandá que salvo cientos de vidas y que pagó con subida esta acción humanitaria no merece el reconocimiento del PP. ¿Moderados en el PP? ¿Liberales en el PP? Ni siquiera humanitarios, ni tan siquiera por una víctima inocente… y gallega como Alberto Núñez Feijóo.


Fuente → elplural.com 

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