
· La denuncia de los feminicidios y del negacionismo de la violencia machista por parte de formaciones políticas que usan las instituciones como altavoz de su mensaje misógino.
· La denuncia del incremento de la violencia sexual registrada en nuestro país, de la que casi un 50% de las víctimas son menores. Esta es solo la parte visible de una realidad en su mayor parte sumergida, dado que la infradenuncia es mucho mayor que en otros delitos.
· La denuncia de la hipersexualización de los menores y su acceso a la pornografía, unido a la carencia de una verdadera coeducación afectivo sexual en su entorno y en las aulas.
· Las feministas advirtieron de que la ley del «Sólo sí es sí» presentaba rebajas de penas para los delitos contra la libertad sexual. Necesitamos leyes que realmente protejan a las mujeres.
· El feminismo es y ha sido siempre abolicionista. La prostitución ni es sexo ni es trabajo, es violencia. Se exige la aprobación de la Ley Orgánica Abolicionista del Sistema
Prostitucional, la LOASP, que presentó hace ya dos años el movimiento feminista.
· La ilegalización y prohibición universal de los vientres de alquiler. La derogación de la «Instrucción 2010 de la Dirección General de los Registros y Notariado sobre el régimen registral de los nacidos mediante gestación subrogada en otros países».
· La denuncia del borrado de las mujeres en las leyes de autodeterminación del sexo registral que ponen en riesgo sus espacios seguros y los cimientos de la ley contra la violencia machista. Es violencia imponer mordazas por esta denuncia. El compromiso de las feministas es proteger a la infancia y adolescencia ante la hormonación y cirugías irreversibles.
· La denuncia de la violencia económica que se ceba sobre las mujeres: una de cada tres mujeres se encuentra en precariedad laboral y riesgo de pobreza en España.
· Solidaridad con las mujeres iraníes: los
velos impuestos en Irán, Qatar, Afganistán o en cualquier barrio de las
localidades españolas, son un atentado a los derechos humanos de las
mujeres. Solidaridad con las ucranianas, en este momento más vulnerables ante
los proxenetas.
· La prevención ginecológica dentro de la Sanidad Pública. La Comunidad de Madrid no practica aborto alguno en los centros públicos. La atención primaria y las urgencias son vitales para la detección de la violencia machista, algo que no se puede hacer por videollamada.
· La garantía de que la nueva Ley de Familias dé un marco protector a las familias monomarentales desde el primer hijo o hija. Por el reconocimiento de la doble maternidad en las parejas de lesbianas no casadas y sus hijas e hijos.
· La auditoría sobre los fondos del Pacto de Estado contra la violencia machista.
Fuente → tribunafeminista.org
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