20N: Fascismo nunca más

20N: Fascismo nunca más  

El contexto del 20N de 2022

Este 20N de 2022, vuelve a ser un 20N para el no olvido, para el ejercicio de la memoria democrática y para reivindicar políticas públicas de garantía de no repetición. La amnesia y el olvido son estrategias deshumanizadoras que no debemos permitir.

El contexto del 20N de 2022 lo podemos caracterizar por cuatro puntos principales. En primer lugar, llegamos a la fecha con una nueva ley de memoria, la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática. En segundo lugar, aún hoy persisten actos franquistas de homenaje a Franco, como la misa que organiza la Fundación Nacional Francisco Franco , las concentraciones en el Valle de los Caídos del Movimiento Católico Español , o la marcha de antorchas de La Falange , aunque sean organizaciones y actividades contrarias a la Ley de Memoria. En tercer lugar, nos encontramos con la extrema derecha institucional, encorbatada y con tacones, VOX, que ha convocado para el día antes manifestaciones en todas las ciudades del estado bajo lemas securitistas y de acusación del gobierno español de golpista y traidor, y lo hace el 19N ya sea por mantener un relato de “no-nostálgicos del franquismo, ya sea para facilitar la asistencia de grupúsculos que el día 20N quizás se están manifestando; derecha extrema y extrema derecha política, mediática, judicial y policial no aceptan la democracia. Y por último nos encontramos con las derrotas en las urnas de Bolsonaro (victoria de Lula en las elecciones en Brasil) y las candidaturas de Trump en el Congreso y en el Senado de EE.UU., que son dos derrotas de los hijos políticos directos de Steve Banon, padre ideológico de la actual extrema derecha global y que no nos pueden llevar a bajar el nivel de alerta ante el peligro de la extrema derecha, dado que el bolsonarismo y el trumpismo siguen vivos, como está de viva la extrema derecha por todas partes .

El coste persistente de la no ruptura democrática

Cuesta mucho creer que ya hace cuarenta y siete años de la muerte del dictador Franco porque, desgraciadamente, el espíritu de aquella España negra que olía a rancio, naftalina y sangre seca, sigue estando bastante presente en pleno siglo XXI y no solo en estamentos militares policiales, militares, judiciales y en la Monarquía sino que mantiene una vigencia sorprendente dentro de los medios de comunicación e, incluso, en capas populares que creen que pueden mejorar su calidad de vida apoyando las fórmulas de “ el penúltimo contra el último” que propugna VOX, arrastrando demasiadas veces al PP ya un C's en descomposición.

Durante mucho tiempo, hemos escuchado por doquier el mantra de “la Constitución que nos llamamos entre todos” como el punto final del horror franquista y el inicio de una sociedad utópica basada en una supuesta fraternidad hispánica que nos conduciría a la modernidad y nos permitiría superar y olvidar todo lo que sucedió cuando no éramos ni tan modernos ni tan fraternales. Se utilizaron todos los métodos a disposición del Estado para borrarnos la memoria, hasta el punto de que apareció la nueva categoría de republicanos- juancarlistas que se encargaron de dar legitimado al nuevo régimen que no era ni tan nuevo ni tan moderno ni tan fraternal. La calidad ética y democrática de la “Transición” ha quedado recientemente explicada por José Barrionuevo, ex ministro de Interior, en la última entrevista, donde confirma aquello por lo que fue condenado: la creación del GAL como herramienta de terrorismo de Estado.

El Estado del Reino de España mantiene vigente una Ley de Amnistía, un auténtico punto final y autodeclaración de impunidad de asesinos y torturadores, cuya escandalosa consecuencia es la justicia argentina quien investiga crímenes del franquismo. La Ley de Amnistía (15/10/1977) se aprueba justo después de la ratificación por el Estado español del Pacto de Derechos Civiles y Políticos (28/09/76), cuyo contenido es totalmente incompatible con la Ley de Amnistía, que establece que los crímenes del franquismo no pueden juzgarse. Pero los crímenes de lesa humanidad, como éstos, no prescriben y no pueden quedar impunes. De momento, todas las querellas interpuestas en los juzgados español han sido archivadas. En el Estado Español hubo 300 campos de concentración y poco se sabe. No ha existido el interés de hacerlos visibles y condenarlos como sí hizo Alemania. Ahora hay garajes encima, edificios, parques, calles…

La impugnación en el modelo de “transacción” (de pacto con los asesinos, de olvido y de impunidad de “ley de punto final”) fue un motor fundamental en la revuelta de las bases militantes comunistas catalanas, que fundó el Partidos de los y las Comunistas de Cataluña (PCC), del que se cumple el 40 aniversario este año. El PCC fue toda una experiencia política y vital que recordaremos y homenajearemos a las jornadas “Contra el final de la historia” – Jornada sobre el 40 aniversario del PCC”, el sábado 26 de noviembre, en Cotxeres de Sants [2]

El ejercicio de la Memoria Democrática como garantía de no repetición

El derecho efectivo a la memoria democrática debemos caracterizarlo también, como garantía de no repetición. La promoción de la memoria democrática y de las garantías de no repetición no corresponde exclusivamente a una lucha de las víctimas del franquismo y de sus familiares, sino que interpela al conjunto de la sociedad democrática.

En un contexto democrático, el Estado de derecho debe ser la principal garantía de no repetición; la memoria democrática debe formar parte de las políticas públicas de las instituciones democráticas, orientada a la consolidación de los valores democráticos, de defensa de los derechos y libertades, como herramienta para promover garantías de no repetición. La promoción de las garantías de no repetición debe abastecer desde política cultural archivística, de base de datos, difusión de testimonios, actos institucionales y sociales memorialistas, hasta las actividades y proyectos en los ámbitos y funciones pedagógica, educativa y preventiva de una memoria crítica y democrática de lo que fue el fascismo.

El memorialismo, por tanto, sigue siendo una herramienta imprescindible para conocer de dónde venimos, pero también para crear conciencia de hacia dónde queremos ir y hacia dónde no. Y debe ser un punto de encuentro de todas las personas con ideas progresistas, de transformación política y social.

Memoria Democrática: herramienta fundamental para conocer el fascismo, no banalizarlo y combatir adecuadamente los racismos y la extrema derecha actual

Hace un año, reflexionábamos en este artículo sobre la memoria histórica: “Este olvido de la memoria histórica en la escuela, y en tantos otros ámbitos, ha supuesto que las generaciones que han llegado a la etapa adulta a lo largo de todos estos años les carezca una formación sólida sobre la historia de nuestro país, sobre lo que supuso la dictadura y la lucha antifranquista. Parece como si existiera una estrategia intencionada para evitar profundizar en nuestro pasado, que facilita la manipulación mediática y política […]”.

La Memoria Democrática es también una herramienta fundamental para conocer y reconocer el fascismo y rehuir su banalización. Es la capacidad de diferenciar entre fascismo, extrema derecha radical trumpista y derecha conservadora y de diferenciar entre fascismo, racismo institucional y racismo sociocultural, que nos otorga la capacidad para señalar correctamente el fascismo y poder combatirlo, así como para analizar las características propias y diferenciales del racismo institucional y racismo sociocultural y las herramientas específicas a emplear para abordarlos. Para entender bien lo que es el fascismo, recomendamos ver la película “Novecento”, que es todo un retrato no sólo del fascismo italiano, sino del conjunto del fascismo.

En cuanto a la extrema derecha radical trumpista, vemos cómo ésta funciona formalmente dentro del mismo marco jurídico-político de la democracia liberal. Pero pone en cuestión derechos humanos y derechos fundamentales y utiliza una extraordinaria violencia verbal contra todos los colectivos que no constituyen su normatividad (español-patriota-blanco-macho alfa-heterosexual-anticomunista): personas migrantes y/o racializadas, feministas , colectivo LGTBIQ+, independentistas, comunistas…). Es absolutamente intolerante contra las disidencias, pero por ahora no plantea su exterminio físico, como sí hacía el fascismo.

En cuanto a la derecha conservadora, en el actual contexto del reino de España la podremos identificar como un conglomerado que va del PNV o el PDeCat en el sector del PP que tiene más la pulsión de “retorno a la estabilidad bipartidista” de alternancia y pactos de Estado. Cuando hace años, en Cataluña, identificábamos al pujolismo como catalanismo conservador, estábamos acertando de lleno en la ubicación ideológica. En este artículo lo caracterizábamos de forma más extensa.

El enfoque autoritario de la seguridad, que despliega la extrema derecha de VOX en los barrios y que puede calar en vecindario de barrios trabajadores y populares bebe de las herencias del franquismo sociológico, y es necesario abordarlo con potentes políticas públicas de seguridad democrática, así como con un enfoque que garantice el derecho a la seguridad en un sentido amplio de seguridad en los derechos (trabajo, alimentación, vivienda, suministros básicos…).

Asimismo el discurso de odio, antiinmigratorio y racista que también despliega la extrema derecha de VOX en los barrios, y que puede calar en vecindario de barrios trabajadores y populares, bebe de la contaminación del pensamiento profundamente racista y colonial del capitalismo hegemónico, de las miedos y de las inseguridades vitales provocadas por el destrozo de la cohesión social realizada por el capitalismo salvaje global y de la táctica de las oligarquías del “divide y vencerás” a través del enfrentamiento del penúltimo contra el último como vía para que la gente trabajadora y de las clases populares no sean conscientes y señalen a los responsables de verdad: el poder oligárquico económico-mediático- deep state . El racismo sociocultural debe abordarse desde el diálogo, la mediación y los datos contra las fake news , generando políticas públicas de cohesión social, articulando redes de solidaridad trabajadora y vecinal y apoyando a las organizaciones sociales.

Al racismo institucional debemos combatirlo en todas sus diferentes expresiones: las identificaciones policiales por perfil étnico; los discursos racistas de responsables municipales de seguridad; la denegación de la inscripción en el padrón municipal; la negativa a otorgar de regularización administrativa a personas migradas que han tenido que huir de sus países de origen por la pobreza, las guerras, el cambio climático que originan los propios “países del Norte”, el capitalismo global, que les niegan el entrada (con una policía militarizada de control de fronteras) y/o la regularización administrativa; la necropolítica de fronteras de la UE y del gobierno español, que constituye una auténtica vulneración de los derechos humanos fundamentales a partir de la militarización del control de fronteras y su externalización; y la peligrosa derivada de islamología institucional, sumándonos, una vez más, a la exigencia de la libertad inmediata del compañero Mohamed Said Badaoui, compañero de lucha antifascista, antirracista, por los derechos humanos y por la cohesión social, exigiendo las derogaciones de la ley de extranjería y de la ley mordaza, que constituyen un auténtico “Guantánamo” con zonas de auténtica oscuridad y exclusión del ejercicio de los derechos fundamentales, y apoyando al Foro Social contra la Islamología y todo tipo de racismo , el FSI, que anualmente impulsa la Unidad Contra el Fascismo y el Racismo.

Comunistas de Cataluña hacemos una llamamos a:

  1. Participar activamente en el acto “Hagamos justicia, hacemos memoria”, que se realiza este domingo 20N en Barcelona, ​​ante la jefatura de policía, en Via Laietana.
  2. Apoyar la manifestación de Marea Pensionista de este sábado 19N, como movilización justa en sí misma ya la que se le añade una componente antifascista, dado que VOX convoca justamente en el punto final de la manifestación de Marea Pensionista (Plaza Sant Jaume).
  3. Reforzar a las entidades memorialistas con personas y recursos que les permitan aumentar su actividad en los terrenos educativo, cultural, institucional y social.
  4. Exigir, activamente, la ejecución y aplicación decidida de la nueva Ley de Memoria Histórica para que, desde el reconocimiento de sus carencias, despliegue todos sus efectos, que son muchos y notables, en todos los municipios y comunidades autónomas del estado plurinacional .
  5. Participar activamente en las jornadas “Contra el final de la historia – Jornada sobre el 40 aniversario del PCC”, el sábado 26 de noviembre en Cotxeres de Sants, como evento de alta relevancia cualitativa en la construcción de la memoria histórica del movimiento obrero , del comunismo catalán y del conjunto de las fuerzas de izquierdas solidarias, internacionalistas, por la paz, el trabajo y la autodeterminación, feministas, ecologistas, republicanas y soberanistas.
  6. Luchar por la democratización de los aparatos de Estado, que no se produjo en la transición-“Transacción” sin ruptura, así como por la democratización de los medios de comunicación, apoyando proyectos comunitarios de comunicación que disputen la hegemonía mediática de la extrema derecha.
  7. Reforzar el movimiento unitario contra el fascismo y el racismo, contribuyendo a su extensión territorial, generando actividad en los centros de trabajo y en los barrios, y apoyando los proyectos y actividades sindicales, vecinales y culturales que tengan por objetivo combatir el discurso del odio, el fascismo, el racismo, la xenofobia y todo tipo de discriminaciones.
  8. Aterrizar en los municipios las políticas de Memoria y contra el fascismo y el racismo:
  1. Contribuir a llevar las políticas públicas de Memoria Democrática al debate electoral previo a las elecciones municipales de 2023, con el objetivo de incrementar la labor memorialista en los nuevos plenos y gobiernos municipales.
  2. Contribuir a generar Acuerdos y Declaraciones de las Candidaturas Democráticas, como se hizo en las elecciones municipales del año 2019 a través de la campaña “ Llamamiento de las Candidaturas Democráticas: No al odio, #STOPVOX ”.

Fuente → realitat.cat

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