Reanudar: En
1939, los republicanos españoles emprenden el camino del éxodo.
Huyeron de la dictadura franquista y se dirigieron a Francia, donde
esperan encontrar refugio y apoyo. La realidad es bastante diferente.
Después de la terrible experiencia de la Retirada, son conducidos a
campos de internamiento inhumanos.
Con: Geneviève
Dreyfus-Armand (Historiadora, conservadora general de bibliotecas,
especialista en historia política y social de la Francia contemporánea y
de las migraciones españolas en el siglo XX), Maëlle Maugendre
(Historiadora, especialista en historia de la inmigración y de los
refugiados).
Más información:
Pocos días después del golpe de Estado del General Franco contra la República Española, el diario La Petite Gironde publicó un editorial del 23 de julio de 1936 titulado "Las Leyes de la Hospitalidad":
"Ante los acontecimientos de España, podemos decir que estamos sobre el
terciopelo. Pase lo que pase, estamos seguros de llegar a los
refugiados" . El editorialista continúa:
"Sin embargo, existe un remedio muy simple. Todo lo que se necesitaría
es un pequeño artículo de ley que dijera que si un refugiado político
extranjero incurre en una medida de expulsión, no será llevado a una
frontera de su elección. , pero entregado a las autoridades de su país.
Con esta amenaza, se puede estar seguro de que estos señores, por muy
feroces que sean, se callarían". Mientras que el
espíritu de los tiempos es fascista, para los refugiados republicanos se
abusa de las leyes de la hospitalidad.
La Guerra Civil Española
En
1936 estalló la Guerra Civil española, enfrentándose el campo
republicano, partidarios de la entonces vigente Segunda República, y el
campo nacionalista, partidarios del general Franco**.** La Guerra Civil
española desgarró
al país durante tres años, desde 1936 a 1939, año que ve la victoria de
Franco y los nacionalistas. El llamado Caudillo instaura una
dictadura fascista, el Estado español, que dura hasta 1977, dos años
después de su muerte.
Exilio Republicano
Ante
las convulsiones políticas y la dura represión emprendida por los
falangistas, que ejecutaron masivamente a sus oponentes, los
republicanos españoles huyeron lo más rápido posible y acudieron en masa
a la frontera franco-española. Ya en 1936, 1937 y 1938, refugiados
españoles habían llegado a Francia. Pero en febrero de 1939, al final
de la guerra civil, la cuarta ola del exilio, la Retirada, fue aún más
importante. Casi medio millón de exiliados españoles encontraron
refugio en suelo francés. En los caminos de la Retirada
, para cruzar la frontera y atravesar los Pirineos, los refugiados se
organizan, agotados por un largo y penoso viaje, donde el hambre y el
frío amenazan permanentemente.
Maëlle Maugendre,
especialista en historia de los movimientos de inmigración y refugiados,
se interesó por los testimonios de los exiliados españoles y en
particular por los viajes de las mujeres refugiadas:
"Los testimonios fueron muy importantes en el contexto de la historia de
las mujeres refugiadas porque las autoridades francesas y la policía
nunca se centra en estas poblaciones. Poder interrogar a mujeres que
habían vivido la Retirada ayuda a sacarlas del olvido historiográfico, a
ponerlas de nuevo en el escenario histórico. El aporte de la fuente
oral proveniente de mujeres es necesario cuando se tiene una historia
compuesta esencialmente por fuentes administrativas, sobre todo porque
la cuestión de género es fundamental en la acogida que se ofrece a los
refugiados españoles: en Francia, las mujeres son consideradas víctimas,
viudas afligidas con sus hijos, mientras que algunas portaban armas en
el frente de batalla. la guerra en España".
Las primeras oleadas de desplazamientos habían sido relativamente bien gestionadas por el gobierno francés, entonces el del Frente Popular, elegido en mayo de 1936. La sociedad civil también se había movilizado para acoger a los refugiados. Pero la gestión del éxodo de 1939 fue muy diferente. El final del Frente Popular en abril de 1938 y el cambio de gobierno provocaron un cambio en las políticas de acogida francesas. A partir de noviembre de 1938 se firmaron decretos que confirmaban la voluntad de vigilar y controlar a los extranjeros vistos como “indeseables”, e internarlos en campos.
La llegada a Francia de refugiados españoles
Así, a su llegada, los refugiados españoles son estacionados en campos de internamiento o en centros de acogida. El gobierno francés, desbordado por la magnitud del éxodo, no sabe cómo responder a la emergencia humanitaria e impone condiciones de vida indignas a los refugiados. La comida es mala ya veces insuficiente, la calefacción y las instalaciones sanitarias inexistentes, la promiscuidad total, ¡y los barracones a veces tienen que ser construidos por los propios refugiados! Ya debilitados por el viaje, los exiliados españoles sufrieron enfermedades que se propagaban con tanta mayor facilidad cuanto más deplorables eran las condiciones higiénicas en los campamentos. Entre febrero y julio de 1939, 15.000 personas murieron en los campos, a menudo de disentería.
Lea también: Guerra Civil Española: los dos exiliados
El
sentimiento de humillación y traición es tanto más fuerte cuanto que
los refugiados españoles ven a Francia, su vecino fronterizo, como una
tierra de asilo acogedora y democrática. Para los españoles, Francia
es un país amigo, un país hermano, que eligió un Frente Popular pocos
meses después de la elección del Frente Popular
en febrero de 1936. Los españoles esperan, por tanto, de los franceses
la solidaridad en la lucha contra el fascismo, una solidaridad que tarda
mucho en llegar, ya que desde 1940, el régimen de Vichy hace estragos
en Francia. Geneviève Dreyfus-Armand, especialista en la historia de
las migraciones españolas en el siglo XX, subraya esta gran admiración
“de los republicanos españoles por la República francesa, que forjaron
en su lucha por la República. Los republicanos perciben Francia como el
país de los humanos derechos. Los españoles se sintieron defraudados al
ser considerados criminales, personas peligrosas y ser conducidos en
campamentos, delimitados por alambre de púas. En febrero de 1939, había
275.000 hombres en los campamentos. El gobierno francés no anticipó este
éxodo masivo".
Cuando Francia entró en guerra
en septiembre de 1939, el estado francés utilizó rápidamente a los
refugiados españoles como mano de obra. Muchos, especialmente mujeres,
tuvieron que trabajar en fábricas y minas para apoyar la economía de
guerra, a menos que fueran reclutados directamente en las Compañías de
Trabajadores Extranjeros (CTE). Algunos desertan y se esconden y la
Resistencia. Otros deciden volver a emigrar, especialmente a
Hispanoamérica, y establecerse en México o Chile. Unos pocos miles de
españoles regresaron a España, voluntariamente o por la fuerza, a veces
bajo la presión de las autoridades francesas. Estos retornos a España
van seguidos de encarcelamientos, estancias en campos de concentración
y, en ocasiones, incluso ejecuciones. Pero un destino aún más
desastroso estaba reservado para ciertos refugiados españoles que se
quedaron en Francia, que fueron entregados a los nazis y deportados a
los campos de exterminio.
Para hablar de eso
Geneviève
Dreyfus-Armand es conservadora general de bibliotecas, presidenta de
honor del Centro de Estudios e Investigaciones sobre las Migraciones
Ibéricas (CERMI), y especialista en historia política y social de la
Francia contemporánea y las migraciones españolas en el siglo XX.
Ella ha publicado notablemente:
- Les Camps sur la page, un exilio español (coescrito con Émile Temime, De lo contrario, 1995)
- España, pasión francesa (1931-1975). Guerras, exilios y solidaridades ( coescrito con Odette Martinez-Maler, Les Arènes, 2015)
- Septfonds, 1939-1944. En el archipiélago de los campamentos franceses (Le Revenant, 2019)
- Los republicanos españoles en Rivesaltes. De un campo a otro, sus hijos dan testimonio (enero de 1941-noviembre de 1942) (Éditions Loubatière / Rivesaltes camp memorial, 2020)
Maëlle Maugendre es doctora en historia contemporánea, especialista en historia de la inmigración y de los movimientos de refugiados, y profesora-bibliotecaria de la facultad.
Ella ha publicado notablemente:
- Del éxodo al exilio. El internamiento de republicanos españoles en el campo de Vernet d'Ariège, de febrero a septiembre de 1939 (Éditions Sudel, 2008)
- Mujeres en el exilio. Refugiados españoles en Francia (1939-1942) (Presses universitaire François-Rabelais, 2019)
Referencias Sonoras
- Montaje de una lectura de un fragmento de L'Espoir de André Malraux en 1937, archivo de la canción republicana ¡No pasarán!
- Archivo del General Vicente el 7 de noviembre de 1936, RTF, 1946
- Archivo de la victoria de Franco en España, RTF, 1939
- Extracto de la película Josep d'Aurel, 2020
- Canción El Paso del Ebro interpretada por los Motivados
- Lecture par Sam Baquiast du témoignage de Joan Tarragó i Balcells sur le camp d'internement de Septfonds (Tarn-et-Garonne)
Fuente → radiofrance.fr
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