
J. M. Fernández Caamaño
En la mañana del 14 de abril de 1931 las noticias para los monárquicos no son nada halagüeñas. Habían cenado con una Monarquía y se despiertan con una República. .
Todo
arrancaba el domingo día 12. Por otra parte, fecha histórica en España.
Ese día son elegidos, mediante votación popular, los nuevos ediles
municipales, quienes regirán los destinos de los diversos ayuntamientos
españoles.
La sorpresa para los monárquicos será mayúscula,
mientras que la conmoción en los medios políticos lo es total. Muchos de
los votantes monárquicos en castigo a su propio partido, habían votado a
los republicanos y estos se mostraban felices. De manera que no daban
crédito a las noticias que llegaban sobre los resultados. La realidad
era que la República hacía presencia en España de la mano de la
Monarquía.
La ciudad coruñesa fue una de tantas en donde los republicanos ganaron por mayoría absoluta (34 republicanos y 5 monárquicos). Mayorías que se repitieron en Lugo, Orense y Pontevedra.
Reunión ministerial
Al
día siguiente, lunes 13, dada la situación política en que se encuentra
España tras las elecciones, se reúnen los ministros del Gobierno
monárquico en sesión de urgencia. Lo hacen desde las seis de la tarde
hasta pasadas las nueve de la noche.
La jornada del martes,
14, se reúnen de nuevo a las diez y media de la mañana para dar a
conocer al rey Alfonso XIII lo acordado y hacerle entrega del resultado
de la votación. Una vez conocidos los hechos, se le presenta al soberano
la renuncia de todo el Gobierno de la Nación para que proceda a
constituir otro con arreglo a la tendencia emitida en las urnas.
Por otra parte, los rumores de que la familia real habría salido de España comienzan a extenderse por todo el país.
Rumores
Este
dato, en un primer momento, carece de fundamento. A la vez se habla de
la constitución de un gobierno republicano provisional presidido por
Alcalá Zamora. Horas más tarde, los rumores, desde Madrid, se extienden a
un posible golpe de Estado.
Las conjeturas y las cábalas se
multiplican. La obra se encuentra en escena y tan solo faltaban los
actores para que el escenario estuviese al completo. De manera que el
día 17 se celebran los primeros actos del Gobierno de la República,
mientras que en Barcelona los radicales proclaman la República catalana.
Y en el exterior aún no dan crédito a lo acontecido en España. Países
como Uruguay y México son los primeros en reconocer el nuevo estatus
salido de las urnas.
Por su parte, el concejo coruñés,
elegido a través de las votaciones, en las urnas populares, en su
primera reunión republicana, decide el cambio de algunos nombres del
callejero herculino.
De esta forma, la Calle Real se llamará
calle del Capitán Galán y la avenida de Alfonso XIII pasa a denominarse
avenida de la República. La avenida de Primo de Rivera pasa a llamarse
avenida de los Mártires de Jaca y la calle de San Andrés se denomina del
Capitán García Hernández.
Mientras que el nombre de la
ciudad, hasta entonces Coruña, antecedido de su artículo en minúscula,
pasa de modo oficial a ser La Coruña. Algo que ya se venía haciendo
desde mucho tiempo atrás en los círculos culturales y en los literarios,
entre otros.
Días más tarde, mediante un decreto del
gobierno de la nación, se ordena suprimir toda denominación de real.
Esto provoca que todos los clubes, colegios, academias, círculos,
patronatos, y aquello que en la anterior etapa estuviese relacionado con
la monarquía, dejaran de llamarse reales.
Sobre los
timbres y papel moneda del Estado se estamparán las palabras “República
Española”, aunque continuarán estos efectos con su valor hasta su
posterior agotamiento, cuando serán sustituidos por los nuevos oficiales
de la República Española.
El día 17 de abril de 1931 se
publica de forma oficial el documento de la renuncia al trono de Alfonso
XIII, aunque no lo hacía en cuanto a sus derechos históricos sobre el
mismo.
Sería dado a conocer a la prensa por el ministro de Hacienda, al que además acompañó una nota informativa del gobierno de la República. En ella indicaba que el ejecutivo “no quiere poner trabas a la divulgación del manifiesto con el que se despidió del país el exrey Alfonso”.
Marsella
Al tiempo que el crucero de la
Armada española “Príncipe Alfonso” arriba al puerto de Marsella, con el
otrora monarca español a bordo y camino de su voluntario exilio en
Francia, el resto de la familia real le aguardaba en París, hospedada en
el “Hotel Maurice”, en cuyo establecimiento se habían reservado treinta
habitaciones para el séquito.
En propias palabras del rey a un periodista de la agencia Hevas: “Mi salida, ha sido provisional”. Y, a continuación, añade: “Créame, hace falta más valor, para hacer lo que yo hice, que para cargar al frente de un escuadrón”. El rey Alfonso XIII, muere en su exilio de Roma el 21 de febrero de 1941.
Fuente → elidealgallego.com
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