Lerrouxime más allá de Lerroux

Aunque Alejandro Lerroux murió en 1949 y que hoy en día para muchos paseantes por las redes sociales su legado es la que fue su casa, en la Sierra madrileña, actualmente habitada por “extraños fenómenos paranormales”, lo cierto es que su legado político sigue muy presente en nuestro país. El Diccionario de Historia de Cataluña define el lerrouxismo como un discurso basado "en los valores del patriotismo españolista y el anticlericalismo", que creció gracias a la "desorientación obrera, la derechización nacionalista y el peso de la inmigración", a las primeros años del siglo XX en Cataluña.

A partir de esta ideología lerrouxista, Josep Asensio (Barcelona, ​​1984) analiza en el ensayo El fantasma de Lerroux algunas ideas, prácticas y lecciones que pueden extraerse del legado lerrouxista en la política catalana actual. Asensio es colaborador habitual en diversos medios y autor del podcast La Milicia , centrado en conflictos bélicos y culturales.

Contra las libertades de Cataluña

Define Asensio el lerrouxismo como “toda política hecha en Cataluña en nombre de los débiles (los pobres, los obreros, los inmigrantes e incluso, últimamente, los indepes ) con el objetivo, consciente o accidental, de liquidar las ansias de libertad de los catalanes”. A partir de esta premisa, la comparativa con la política catalana reciente nos lleva los nombres de Arcadi Espada, Cayetana Álvarez de Toledo, Federico Jiménez Losantos y un largo etcétera de personajes que tienen imagen política con el partido Ciudadanos. Reflexiona a Asensio sobre aspectos como “el desgaste de justificarse continuamente” por parte del nacionalismo catalán, que parte de la vinculación lerrouxista de catalanismo y burguesía: “La política catalana no puede evaluarse en función de la mirada que le asoma encima la política nacional española”.

Lerrouxismo transversal

Pero el lerrouxismo no es sólo una práctica de políticos o intelectuales de derechas. Ya Josep Benet hablaba del “gran pánico al nacionalismo” de algunos políticos de izquierdas como Jordi Solé-Tura y criticaba, en esta línea, “la nefasta resurrección del lerrouxismo” proveniente de partidos de izquierdas. Y es que el lerrouxismo es transversal, porque, de hecho, no hay nadie que lo promueva oficialmente, y según Asensio "el testamento de Lerroux sobre la política catalana tiene una dimensión esotérica que se fundamenta, como tantas otras cosas en los sobreentendidos" .

Analiza Josep Asensio elementos como el de Tabarnia, el manifiesto Libros e iguales de intelectuales españoles o la utilización de la inmigración en Cataluña entre los años 1950 y 1975 (como si se tratara de una unidad compacta) como activo político en favores de intereses de García Albiol, Albert Rivera o… Pablo Iglesias y Gabriel Rufián. Y también, cómo se aborda el auge del independentismo, que "ha desbordado las corrientes principales de la política catalana", y cómo se ha convertido en la "dirección mayoritaria dentro del nacionalismo catalán" a pesar de las élites económicas ubicadas ideológicamente en lo que se conoce como el puente aéreo.

El fantasma de Lerroux no es una biografía ni un ensayo sobre Alejandro Lerroux, sino sobre su legado en la política catalana. Sin embargo, es una obra bien documentada, asentada sobre los hechos históricos que protagonizó Lerroux en aquellos años convulsos de las primeras décadas del siglo XX. Un personaje y una ideología que se proyecta, sin una reivindicación expresa y nítida, en la política catalana (y española, en tanto que incide) actual, o, en todo caso, en la llamada democracia española legada por el franquismo.

Y es que el fantasma de Lerroux sigue ahí y “todo el mundo le sacude para lo que más le conviene”.

El fantasma de Lerroux . Josep Asensio. Ediciones de 1984. Barcelona, ​​2022. 160 páginas. 17,90 €