Una democracia consolidada no puede permitirse ni tolerar por más tiempo que sigan existiendo víctimas sin derechos, ni campos y cunetas con miles y miles de desaparecidos, niños robados o sentencias vivas por delitos políticos adjudicados a los que defendieron al régimen legal y legítimo de la II República. Nuestro Estado de derecho tiene una deuda pendiente con las víctimas de la dictadura franquista, una deuda que se debe enmendar a través del derecho de las víctimas a recursos efectivos como son el derecho a la verdad, a la justicia, la reparación y las medidas de no repetición.
El Proyecto de Ley en actual tramitación incorpora las recomendaciones de los organismos internacionales como la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa de 17 de marzo de 2006, y de Naciones Unidas a través del Comité de Derechos Humanos, el Comité contra las Desapariciones Forzadas, el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas y el Relator Especial para la Verdad, la Justicia, la Reparación y las Garantías de No Repetición.
Quienes integramos la Plataforma por la Comisión de la Verdad creemos mayoritariamente que en el momento actual es un imperativo moral apoyar lo que consideramos un avance verdaderamente significativo en materia de memoria democrática española
La Plataforma por la Comisión de la Verdad, que agrupa a más de cien organizaciones memorialistas, ha decidido dar su explícito apoyo al proyecto de ley sobre memoria democrática, porque precisamente representa un cambio de paradigma desde un Estado colaborador, pero pasivo, hacia un Estado activo que se preocupa por aquellos ciudadanos que llevan décadas pidiendo verdad, justicia y reparación para sus familias, y garantías hacia futuro de que estos hechos deleznables no se repetirán.
Las últimas enmiendas acordadas por los partidos políticos que apoyan al Gobierno han sido un aporte imprescindible que ha permitido mejorar sustancialmente el proyecto original, incluyendo un desarrollo del derecho a la verdad que proporciona el marco jurídico necesario para la creación de un organismo con las facultades propias de una Comisión de la Verdad, aunque reciba una denominación diferente.
Otro aspecto destacable del Proyecto de Ley es que se ocupa de manera preferente por la represión sufrida por las mujeres o menores sin identidad, pues solo a través de la inclusión explícita de todos los tipos de violaciones de derechos humanos y de todos los colectivos represaliados podrá este texto suponer un elemento reparador y fortalecedor de nuestra democracia.
Para quienes la democracia no es una opción, es un imperativo para la propia supervivencia/convivencia en libertad, y entendemos que los populismos o los autoritarismos de nuevo o viejo cuño son una enfermedad que debilita nuestra sociedad. Los valores deben ser semillas cultivadas para la convivencia en libertad, que se aprende con la práctica diaria, con la participación ciudadana y, sobre todo, con la educación y la cultura sustentadas en la dignidad de toda la humanidad.
Si bien siempre existirán matices y voces disonantes, quienes integramos la Plataforma por la Comisión de la Verdad creemos mayoritariamente que en el momento actual es un imperativo moral apoyar lo que consideramos un avance verdaderamente significativo en materia de memoria democrática española y un pilar imprescindible para la no repetición de crímenes e injusticias tan atroces, cuyos dolorosos efectos siguen hoy presentes en miles de familias españolas.
Este Proyecto de Ley es un paso esencial de fortalecimiento de nuestra democracia. Avanzar ya, y de verdad.
Fuente → infolibre.es
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