La Nueve: republicanos españoles en lucha contra el fascismo

Las peripecias bélicas de esta compañía de republicanos españoles (...) Lo que sí queremos poner de manifiesto es el ejemplo que nos dejaron esos miles de republicanos exiliados.

El 23 de febrero de 2009, la cadena 1 de RTVE comenzó a emitir el programa españoles en el mundo, en el que  mostraba la vida de ciudadanos españoles que vivían y trabajaban en el extranjero. En general, los reportajes ofrecían una visión positiva e ideal de estos emigrantes, mostrando  los éxitos económicos  de muchos de ellos y su magnífico nivel de vida.

Frente a esta visión parcial y subjetiva de la emigración española, existe otra, más dolorosa, más injusta y más silenciada. No estuvo integrada por triunfadores, ni empresarios de éxito, sino por una inmensa masa de españoles que se vieron obligados a huir de su propio país para evitar ser fusilados en las tapias de un cementerio, en las afueras de un pueblo o al pie de un olivo o de una encina.

Tras la derrota en la guerra civil, decenas de miles de republicanos marcharon al exilio huyendo de la represión franquista. La gran mayoría se quedó en Francia, cuyo gobierno trató a los exiliados españoles de una manera vergonzosa, internándolos en campos de concentración. Sin embrago, cuando el país fue ocupado por los alemanes, esos republicanos olvidaron las afrentas y el trato indigno, uniéndose a la resistencia francesa contra los nazis y protagonizando innumerables páginas de heroísmo y sacrificio que durante muchos años fueron ignoradas por la historiografía española.

Afortunadamente, el tesón y el buen hacer de muchos historiadores ha ido recuperando esos episodios de lucha de los republicanos españoles, aunque oficialmente sigue sin haber un reconocimiento a su lucha antifascista. Una de esas páginas brillantes de la Segunda Guerra Mundial fue protagonizada por una unidad militar integrada casi en su totalidad por españoles.

La Nueve es el nombre por el que era conocida la 9ª compañía del regimiento de línea del Chad, que estaba integrada en la 2ª división blindada, conocida como División Leclerc, del Ejército Francés de Liberación. Esta compañía estaba compuesta por 160 hombres, de los cuales 146 eran republicanos españoles, exiliados de la Guerra Civil, que tenían una adscripción política diversa: socialistas, anarquistas, comunistas y militantes del POUM.

La División Leclerc había nacido en mayo de 1943 bajo el mando del general Philipe Lecrec de Hautecloque, en el Chad centroafricano, en apoyo de la Francia Libre representada por Charles De Gaulle, quien no aceptó la rendición frente a la Alemania nazi ni el colaboracionismo del gobierno de Vichy. Estaba formada por 16 000 hombres, de los cuales a inicios de 1943 unos 2.000 eran españoles. Tras la liberación de Argelia, Túnez y Marruecos por las tropas anglonorteamericanas (Operación Torch), el norte de África pasó a depender de la Francia Libre y la División Lecrec fue enviada a Marruecos en septiembre de 1943, donde fue armada con carros de combate estadounidenses. Muchos de ellos recibieron nombres de batallas de la Guerra Civil española: Madrid, Teruel, Brunete, Guadalajara, etc.

Tras su traslado a Gran Bretaña, la División desembarcó en Normandía a comienzos de agosto de 1944, sosteniendo duros combates contra las tropas alemanas.

La Nueve fue la primera unidad aliada que entró en París en la noche del 24 de agosto de 1944 por la Porte d’Italie. El jefe francés de la 9 Compañía, Raymond Dronne, se dirigió hacia la comandancia del general alemán Dietrich von Choltitz para requerir la rendición. Mientras se esperaba la capitulación final, los españoles tomaron al asalto la Cámara de los Diputados, el Hôtel Majestic y la Plaza de la Concordia. La tarde del 25 de agosto, la guarnición alemana de París se rindió y fueron los soldados españoles quienes recibieron como prisionero a Von Choltilz, mientras otras unidades francesas también llegaban a la capital. Las tropas aliadas entraron triunfantes en París el 26 de agosto y los españoles desfilaron en lugar preferente por los Campos Elíseos, dado que fueron ellos los primeros en liberar la ciudad. Los soldados españoles de la División Leclerc desfilaron llevando en sus estandartes los colores de la Segunda República Española.

Tras la liberación de París, La Nueve continuó la lucha, siendo desplegada en el frente occidental de la «Línea Sigfrido». El 12 de Septiembre de 1944 los soldados españoles conquistaron la ciudad de Andelot e hicieron 300 prisioneros alemanes. Tres jornadas después, el 15, cruzaron el Río Mosela y establecieron una cabeza de puente en Châtel-sur-Moselle. El mismo general Charle De Gaulle visitó en el pueblo de Nancy a los veteranos de la 9ª Compañía Republicana Española, concediendo la Medalla Militar y la Cruz de Guerra al oficial francés Raymond Dronne, al subteniente canario Miguel Campos, al sargento catalán Fermín Pujol y al cabo gallego Cariño López.

Su última acción de guerra fue la conquista del Nido del Águila, el refugio de Adolf Hitler en Berchtesgaden, el 5 de mayo de 1945.

Las peripecias bélicas de esta compañía de republicanos españoles han sido narradas en diferentes libros y no es posible resumirlas en este artículo. Lo que sí queremos poner de manifiesto es el ejemplo que nos dejaron esos miles de republicanos exiliados. En Francia, México, la URSS, el Reino Unido, la República Dominicana, y en tantos países, continuaron fieles al ideal republicano; nunca se rindieron y combatieron al fascismo con las armas y la pluma hasta derrotarlo en 1945, y luego continuaron su combate contra el régimen franquista. Allí donde un republicano español se asentó, hubo un luchador antifascista. Hombres y mujeres que nunca aceptaron la derrota, que mantuvieron viva la llama republicana. Allí donde tantos claudicaron, ellos supieron mantenerse firmes, escribiendo una página brillante, no sólo de la Historia de España, sino de la Historia de la Humanidad.

Cuando el Día de la Liberación, en París, las autoridades francesas rinden también homenaje a los republicanos españoles, después de tantos años de olvido y desmemoria, están reconociendo una deuda histórica, reparan una injustica histórica, pero ese reconocimiento debe conducirnos a la siguiente reflexión: la unidad antifascista vuelve a ser en nuestros días una tarea política ineludible para las clases populares.

BIBLIOGRAFÍA
-DOMINGO ÁLVARO, Alfonso: Historia de los españoles en la II Guerra Mundial. Sus peripecias en todos los frentes y en todas las luchas. Córdoba, Almuzara, 2009.
-EGIDO LEÓN, María de los Ángeles: Españoles en la Segunda Guerra Mundial. Madrid, editorial Pablo Iglesias, 2006.
-GASPAR CELAYA, Diego: Banda de cosacos: historia y memoria de la Nueve y sus hombres. Madrid, Marcial Pons, 2022.
-MESQUIDA, Evelyn: La Nueve. Los españoles que liberaron París. Madrid,
Ediciones B, 2019.
-PONS PRADES, Eduardo: Los republicanos en la Segunda Guerra Mundial. Barcelona, RBA, 2006. 2 tomos.