El pasado 22 de agosto se comenzaron los trabajos de exhumación de las fosas del Cementerio Parroquial de Colmenar Viejo. Se trata del primer proyecto de búsqueda de víctimas civiles en la Comunidad de Madrid en el lugar donde se sabe que fueron arrojados los cuerpos de 107 hombres y una mujer, asesinados por las fuerzas franquistas en 1939. La mayoría de las víctimas de la UGT, PSOE, CNT y algunos del Partido Comunista . Eran en su mayoría obreros de la construcción, jornaleros o miembros de ayuntamientos democráticos elegidos por el pueblo en 1936.
La excavación, a cargo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, cuenta con mucha expectación en medio de un ambiente de silencio interrumpido por los trabajos incansables de los arqueólogos que ya "buscan con paletines" o por algún"click" de las cámaras de Dani Gago y Álvaro Minguito. Pero no es un silencio absoluto, la vida y la memoria se abren paso tras mucho dolor. Los familiares pueden ver sobre la fosa un mural con las fotos de sus familiares, tal como era antes de fundirse con la tierra.
Allí aguardan mujeres que ya son abuelas que se sienten desde hace 83 años huérfanas. Cuando el reportero de CTXT le pregunta a Benita, en un momento, sus ojos vuelven a ser niños, al instante en que perdió a su padre y lloran como se llora a un padre a cualquier edad. Cuenta que no ha tenido nunca una tumba donde llorar a su padre, "ni cumpleaños, ni santos, ni nada de nada". También se buscan los restos de jóvenes que fueron asesinados con 21, 22 o 25 años de edad, y viendo sus fotografías se adivinan cuántas esperanzas depositadas en el futuro y cuánto hemos tardado como sociedad en corresponder a su valentía.
La Asociación Comisión de la Verdad de San Sebastián de los Reyes ha sido clave en la tarea de recopilación de historias, contacto con las familias y recuperación de las historias de vida de las personas que se están buscando. Es como un gran puzzle que espera a ser completado en el menor tiempo posible teniendo en cuenta que el tiempo juega en contra y que el presupuesto concedido por el Ministerio es la mitad del que se necesita para exhumar a todos los que se creen que esperan en las fosas de Colmenar Viejo. Cuando la secretaria de la asociación, Carmen Carreras, vio el primer gesto que indicaba el inicio de los trabajos, pensó para sus adentros "lo hemos conseguido". Pensó en el familiar que falleció en julio y por pocos días no pudo ver que estos trabajos eran una realidad, pensó en todo el camino realizado hasta llegar a ese día desde 2015, en el trabajo del historiador Roberto Fernández que estudió uno por uno los expedientes de los consejos de guerra sobre estas personas y cuenta a este medio la humanidad que destilan cada una de las personas que realizan este trabajo.
Fuente →luhnoticias.es
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