Jusapol, una historia policial de españolismo, corruptelas, violencia y amor a Vox
La plataforma se define como apolítica, pero se comporta como el brazo policial de la extrema derecha· Una de sus obsesiones es combatir el independentismo

Jusapol, una historia policial de españolismo, corruptelas, violencia y amor a Vox

Apolítica y defensora de los derechos de los agentes de la policía española y la Guardia Civil . Así se define la plataforma Jusapol , que con la excusa de la reivindicación de la igualdad salarial con los Mossos d'Esquadra y la Ertzaintza actúa como trinchera de la extrema derecha, el nacionalismo español y un modelo policiaco reaccionario , que prioriza la impunidad de los agentes –defendiendo la ley mordaza– a cualquier fiscalización democrática.

Jusapol nació en el 2017 en la comisaría de la policía española de Palencia. La mayoría de sus miembros eran, sobre todo, agentes destinados a seguridad ciudadana. Pero aquella plataforma, que debía servir de apoyo a los policías, enseguida derivó –aprovechando el proceso independentista catalán– hacia una organización política con vínculos con las formaciones más espanyolistas y extremistas, como Ciutadans y Vox .

Gracias a este apoyo, pero también a la atención mediática de los medios más conservadores, Jusapol empezó a crecer, organizando actos y manifestaciones por todo el estado. Cabe destacar que Ciudadanos fue fundamental en estos primeros pasos. Parte de la estrategia españolista de Albert Rivera implicaba instrumentalizar los cuerpos policiales y la plataforma le abría sus puertas a una bolsa de votos de 150.000 agentes.

Rivera “compra” un míting a Barcelona

El 20 de enero de 2018, Jusapol convocó una manifestación en la plaza Urquinaona de Barcelona. Supuestamente, la marcha debía servir para reivindicar la igualdad salarial entre policías, pero se convirtió en un mitin electoral de Rivera, que recibió gritos de "presidente", con la plana mayor de Ciutadans. El ayuntamiento cifró en 35.000 los asistentes, aunque la organización dijo ser 160.000.

Más tarde se supo, gracias al diario Público , que el partido había pagado prácticamente todos los gastos –incluido un dirigible con el eslogan “Equiparació ara!” y la movilización de autobuses con gente de todo el estado– a cambio de imponer la presencia de Rivera en primera fila y la de Societat Civil Catalana como organizadora.

El mismo diario reveló que el gabinete jurídico Suárez Valdés , propiedad del marido de Begoña Villacís (jefe de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid) en ese momento, redactó y difundió los documentos que sirvieron a Jusapol, en los primeros meses de vida, como hoja de ruta para hacer frente al resto de organizaciones policiales.

Sindicalismo, persecuciones y la sombra de Vox

A mediados de 2018, Jusapol dio un paso más en su estrategia de crecimiento y creó los satélites Jupol y Jucil con la intención de controlar los consejos de la policía española y la Guardia Civil, que son los órganos de mediación y resolución de los conflictos colectivos con la administración del estado. La aparición de estas nuevas entidades, especialmente Jupol, radicalizó aún más al colectivo.

A pesar de ser supuestamente apolítica, Jusapol y sus satélites empezaron a perseguir y amenazar al independentismo. En este sentido, presentaron denuncias contra el presidente Quim Torra y el conseller Miquel Buch acusándoles de incitar al odio ya la violencia contra sus manifestaciones, las cuales exaltaban sin problemas la represión y la brutalidad policial del Primero de Octubre.

En Cataluña, las contramanifestaciones y las protestas contra los actos de Jusapol, como la famosa manifestación holi en la Vía Layetana de Barcelona, ​​han dejado decenas de activistas represaliados, entre ellos, Marcel Vivet , condenado a un año y medio de cárcel por desórdenes públicos , aunque en primera instancia había recibido una pena de cinco años.

Por otra parte, a finales de 2018, una delegación de ultras de Jusapol viajó hasta Waterloo para asediar al presidente Carles Puigdemont , e incluso trataron de entrar en la Casa de la República, mientras proferían todo tipo de insultos, como “perro asqueroso”, “mira la casa del hijo de puta”. A pesar de la gravedad de los hechos, el gobierno español se lavó las manos y se negó a investigarlo


Unas semanas más tarde, el idilio de Jusapol con Ciutadans empezó a resquebrajarse. El motivo fue la sangría de la formación de Rivera y la irrupción del partido de ultraderecha Vox en el Parlamento de Andalucía. Los de Santiago Abascal representaban a la perfección el extremismo y el discurso belicoso de la plataforma policial. De hecho, según explicó Público , miembros de Jusapol –entre ellos, el policía y youtuber Jandro León, que ha recibido varias sanciones disciplinarias– hicieron campaña de forma activa a favor de Vox en las redes sociales.

Victoria electoral, guerra interna y asalto al congreso

En verano del 2019, Jupol se impuso con contundencia en las elecciones sindicales de la policía española, con lo que logró ocho de los catorce puestos en el consejo del cuerpo. Sin embargo, este triunfo quedó marcado por la guerra entre el presidente de Jusapol, Natán Espinosa , y el secretario general del sindicato, José María, Chema, García , antes de la primera reunión con el Ministerio de Interior.

En ese encuentro, Espinosa era partidario de escuchar las propuestas del ministerio, mientras que García, que tiró por el derecho, dejó de lado cualquier vía conciliadora y presentó batalla desde el primer minuto, exigiendo la igualdad salarial entre policías. El conflicto entre los dirigentes, según whatsapps filtrados por El Plural , llegó a los insultos ya las difamaciones personales.

Espinosa, que quedó arrinconado, acabó abandonando a Jusapol y fundó un sindicato llamado EYA, actualmente residual, con la intención de presentarse a las próximas elecciones al consejo de la policía (2023). Con García como hombre fuerte, Jusapol y Jupol profundizaron aún más en la sintonía con Vox.

Las tácticas agresivas y las polémicas se acentuaron. Tras amenazar a un diputado de EH Bildu en el Parlamento Vasco , miembros de Jusapol y Jupol también montaron un escarnio público a Pablo Iglesias ya Irene Montero en su casa. Sin embargo, el punto culminante de esta estrategia fue el 3 de marzo de 2020, cuando reventaron un cordón de la policía y llevaron una protesta hasta la puerta del congreso español. 


Varios diputados de Vox, como Javier Ortega Smith y Macarena Olona , se tomaron fotografías con los manifestantes –que llevaban pasamontañas, máscaras y grilletes– y los apoyaron. Ahora bien, el comportamiento fue muy distinto con otros cargos electos. Laura Borràs, entonces portavoz de JxCat, fue sitiada y perseguida por los policías y guardias civiles mientras le llamaban "catalanes de mierda" y "ven si te atreves, hija de puta".

José María, Chema, García se abraza con Ortega Smith en la protesta de Jusapol en el exterior del congreso español.

Las corruptelas del secretario general

La manifestación en el congreso español ocasionó desavenencias dentro de la junta de Jupol, que derivaron en una asamblea extraordinaria, en mayo del 2021, para destituir al secretario general, José María García. Además, sobre la mesa estaba la denuncia de un afiliado por la falta de transparencia en los cargos de la tarjeta corporativa del dirigente, en la que se habían cargado gastos personales, como por ejemplo comidas por valor de cientos de euros, cócteles en discotecas, Viagra y el renting de un vehículo de gama alta.

"Ha actuado de forma autoritaria hasta imponer cambios en la estructura del sindicato y en los estatutos para perpetuarse en el cargo y controlar el sindicato", reprochaba un dirigente de Jupol a García, en declaraciones a El País . Además, en el momento de la destitución, García había sido suspendido de empleo y sueldo por la dirección general de la policía por una falta grave y una muy grave.

Por si fuera poco, en el mismo artículo, fuentes de la junta del sindicato explicaban que habían cambiado las cerraduras de los despachos de la sede de Madrid para evitar que el ex secretario general y sus acólitos entraran. Por otra parte, los gastos sin justificar en la tarjeta corporativa son investigados ahora por el juzgado de instrucción número 53 de Madrid.

El sindicato ha señalado públicamente a la diputada de ERC Montse Bassa , que denunció la brutalidad de la policía española en el congreso, y ha llevado a los tribunales a la ex-consejera de Salud Alba Vergés , el ex-secretario de Salud Pública Josep Maria Argimon y la coordinadora de la campaña de vacunación contra la Covid-19, Carmen Cabezas , asegurando que discriminaron a los agentes de la policía y de la Guardia Civil durante la vacunación .

Victoria electoral amarga y dimisiones

A finales de 2021, en las elecciones al consejo de la Guardia Civil, Jucil se convirtió en la asociación más votada y logró seis vocales (el órgano lo integran dieciséis). Ciertamente, fue una victoria, pero mucho menor que la de Jupol en el 2019 en el consejo de la policía. Además, pocos meses después, quedó manchada por la renuncia de la mitad de los vocales de Jucil.

Aunque la asociación aseguró que las renuncias se debían a razones estrictamente personales, María Rosario Muñoz escribió una carta a los militantes en la que lamentaba la lucha de egos dentro de la cúpula de la organización, “los codazos para salir a la fotografía”, y “las mentiras para devaluar a otros con la voluntad de apartarlos”. Además, acusaba a algunos miembros del comité ejecutivo de haber vulnerado el código ético interno.

Un dirigente de Jupol en Ceuta también ha dimitido recientemente de sus cargos. Ramón del Campo , que era afín al secretario general derribado, escribió otra carta en la que denunciaba la opacidad de la cúpula del sindicato, que a su juicio toma decisiones de forma autoritaria e ilegal. Y añadía: "Se parece más a una dictadura que a un sindicato democrático."


Fuente → vilaweb.cat

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