80 años del fusilamiento de Encarnación Magaña Gómez

80 años del fusilamiento de Encarnación Magaña Gómez

La semana pasada se cumplieron 80 años del fusilamiento de Encarnación Magaña Gómez (1921-1942). Como indica el texto más abajo, fue la única mujer fusilada en Almería por traducir unas noticias de la BBC en las que se hablaba del transcurso de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), y en las que se criticaba duramente a Hitler y sus partidarios. Este suceso es conocido en dicha ciudad andaluza como «el parte inglés».

Lo aportado a continuación es de S. Rodríguez y es rescatado por Jose Ángel Pérez y que reproduzco aquí para dar más visibilidad.

Encarnación Magaña Gómez nació el 30 de Noviembre de 1921 en Tabernas (provincia de Almería), es hija del jornalero José Magaña Rosa y de Dolores Gómez Soriano, ama de casa. Desde muy pequeña quedo huérfana, tras morir su padre en un accidente laboral, el 22 de junio de 1922. Cuatro años después perdería a su madre en Almería, donde se habían trasladado para trabajar en una trapería. Fue adoptada entonces por Rafael García Montesinos y Epifanía Córdoba Tortosa, que les dieron sus apellidos y la llevaron a vivir a la calle Granada número 77.

Allí se hizo popular Encarnación, siendo recordada entre las vecinas del barrio como una chica muy vivaracha, inteligente y noble, que estudió hasta secundaria y pronto destacó por sus inquietudes políticas e intelectuales. Su padre adoptivo falleció también en 1936, así que cuando estalla el conflicto, con apenas 15 años, la joven Encarnación cogió las riendas de la casa y de su propia vida. Ingresó primero en las Juventudes Libertarias, pasando a ocupar poco después los cargos de secretaria y presidenta interina de la Asociación de Mujeres Libres. Con ellas realizó actividades de agitación y propaganda, como el festival benéfico de Solidaridad Internacional Antifascista, en el Teatro Cervantes, o las visitas a los frentes de Granada para llevar prensa y comestibles a los milicianos leales a la España republicana y a su gobierno.

Pero al ser procesada por primera vez, en 1939, la unión marital a José Hernández Ojeda, pesó más que su propia carrera política. Él estaba inculpado como Delegado de Orden Público y Abastos, comisario político del batallón «Floreal», y amigo personal del dirigente del Comité de Presos, Juan del Águila Aguilera, «por lo que nada de particular tiene que si no fue inductora, por lo menos conociera cuantos asesinatos monstruosos se cometieron en esta provincial por aquellas amistades de su esposo». Cuando el final del conflicto estaba cerca, Encarna se desplazó a Baza, sede del XXIII Cuerpo del Ejército republicano (EPR), con intención de huir juntos desde Alicante. En cambio, fue allí donde se produjo su separación definitiva, conduciéndolos a la prisión central de Orihuela y a Almería, respectivamente. Tras ser liberada, se refugió con Isabel Ojeda en el Barrio Alto, siendo de nuevo detenida en julio de 1939. En el registro domiciliario de la calle Granada encontraron cuartillas de propaganda del sindicato anarquista CNT y un ejemplar de Solidaridad Obrera, donde se criticaba a Hitler y el bombardeo alemán de la ciudad. En casa de sus vecinas, María Díaz y Dolores Hernández, hallaron otros dos paquetes con libros, misivas y fotografías de militantes, que ella misma había reclutado en la capital y varios pueblos de la provincia. Estos hechos le valieron a Encarnación la consideración de «peligrosa para nuestra España Nueva» (esto es, la dictadura del general Franco).

El 3 de agosto de 1939 pasaría por primera vez a la cárcel provincial de mujeres de Almería, por la Causa número 10.292. Su actividad y compromiso político, lejos de debilitarse por la represión de la dictadura, se acrecentaron, carteándose en clave con su compañero, condenado a muerte, y las imputadas María Cruz Soriano o Dolores Martín Palenzuela. Desde entonces, un grupo de Micro Biografía descargada de almerienses coincidentes con Hernández Ojeda en Alicante, o con Encarnita en Gachas Coloras, mantuvieron vivo el Socorro Rojo, la organización de solidaridad y resistencia clandestina entre los presos políticos antifascistas y el exterior. Antonio González Estrella y Diego Molina, entre otros, se ocuparon de difundir las noticias que la BBC emitía sobre la Segunda Guerra Mundial.

Un extracto publicado en el diario gibraltareño ‘El Campense’, y que pasó a conocerse en Almería como el «parte inglés». Cuando Encarnación fue puesta en libertad, en la primavera de 1940, aprovecharía su trabajo en la Papelería Inglesa del paseo de Almería para imprimir lo nque las autoridades franquistas consideraron «propaganda subversiva». La empresa a la que, durante años, se entregó por completo, hasta ser detenida definitivamente el 24 de marzo de 1941. El 28 de abril, otros 116 compañeros fueron inculpados por la Sumaria 1.319, el proceso que acabó con los sueños de libertad de ese grupo de jóvenes utópicos, obreros y profesionales, liderados por el estudiante Joaquín Villaespesa Quintana. La sentencia dictada por el Tribunal Militar fue desmedida y ejemplarizante. El régimen totalitario impuesto por la dictadura en toda España no estaba dispuesto a perdonar ni una sola muestra de disidencia, y así, el 18 de mayo de 1942, ocho de ellos fueron condenados a muerte en las tapias del cementerio. Así fue ejecutada Encarnación Magaña Gómez, en la madrugada del 11 de agosto, dando ejemplo de entereza, dignidad, dando paso a la leyenda, como la única mujer ejecutada en Almería por los colaboracionistas del régimen.

«Siete claveles blancos y una rosa roja».

Encarnación Magaña Gómez . Fuente: S. Rodríguez y Jose Ángel Pérez.

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