La imposición de la monarquía borbónica… ¿otra traición al pueblo español? / Paco Arenas
La consulta del 14 de mayo para elegir entre monarquía o república, ¿el primer paso?El próximo sábado 14 de mayo tendrá lugar en toda España una consulta no vinculante sobre la opinión del pueblo español y su derecho a decidir la forma de Estado y su derecho a recuperar su Soberanía Nacional, usurpada por militares golpistas y la monarquía borbónica. La consulta, que no referéndum, está organizada por la Plataforma Consulta Estatal Popular Monarquía o República. ¿Y si fuera un referéndum?, ¿qué elegirían los españoles? Por desgracia, de momento no podemos saberlo. El derecho a decidir sobre la forma de Estado es la mayor traición al pueblo español de los últimos 47 años.
En Italia, una vez derrotado el fascismo, el 2 de junio de 1946 se celebró un referéndum institucional para decidir la forma de Estado, el 54,26 % votó en favor de la República, mientras que el 45.74% votó por la Monarquía, proclamándose la República Italiana en 18 de junio de ese mismo año. La diferencia entre Italia y España es muy grande. Allí, los italianos derrotaron al fascismo y aquí. Aquí, el fascismo nunca fue derrotado y dictador restauró la monarquía borbónica en la persona de «conducta nada ejemplar» del huido a Dubái, el demérito Juan Carlos de Borbón, rey de España por la imposición de un genocida.
El dictador Franco y sus herederos |
Desde el primer instante de la restauración borbónica, a la traición se le llamó eufemísticamente: «transición a la democracia» o «democracia española.» Ya en su momento, Adolfo Suárez le confesó a Victoria Prego que no se planteaba un referéndum porque, según las encuestas que manejaba el gobierno, la República habría sido la opción elegida por el pueblo español.
La Constitución del 78 impuso la monarquía como única opción posible. El referéndum fue el plato de lentejas con gorgojo que lo tomabas o lo dejabas, o lo que era lo mismo, seguir la dictadura o implantar un sucedáneo de democracia liberal con un jefe de Estado impuesto por el dictador que tenía prerrogativas de tipo medieval. El rey podía robar, violar, matar o hacer lo que le diese en gana, y su persona era y es inviolable, no puede ser juzgado.
A pesar de esa constitución redactada bajo el ruido de sables, el 23 de febrero de 1981, todo indica que el Régimen continuador de la dictadura, decidió apretar las tuercas o cortar las alas del pueblo español, no fuera a ser que le diese por volar más de la cuenta. Llegó aquel autogolpe, que triunfó consiguiendo sus objetivos, convirtiendo la prensa y la propaganda del Régimen en «salvador de la patria» a quien lo promovió.
Por no alargar más de lo necesario, es preciso decir que todos sabemos los saqueos de distintos miembros de la Casa Real, comenzando por Juan Carlos y continuando por el resto de la tropa, institucionalizando la corrupción ancestral de la monarquía borbónica a lo largo de la historia. De todas estas «conductas poco ejemplares» solo presuntamente se ha «juzgado» la del duque empalmado, como cabeza de turco necesaria.
Entonces y ahora, la clase política, los diversos gobiernos, la fiscalía, la judicatura y los medios de manipulación masiva se han comportado como babeantes vasallos ante la corrupta monarquía. Ciudadanos, han intentado y en muchos casos conseguido, tomarnos por imbéciles, mostrándonos a una institución desnuda de virtudes y honradez, como si fuese el más espléndido traje del emperador.
De nada han servido los múltiples escándalos y corruptelas protagonizados por los distintos miembros de la Casa Real, para despertar o para que surgiese un fuerte sentimiento republicano o una fuerza que encauzase ese malestar contra la monarquía. La mayor parte de la babeante clase política española, se plantea ni siquiera dar la voz al pueblo en forma de referéndum institucional y vinculante, ni tan siquiera preguntar su opinión en las encuestas.
Es por ello por lo que ha tenido que ser una plataforma ciudadana la que convoque esta consulta popular no vinculante, para conocer la voluntad soberana del pueblo español con respecto a la forma de Estado, puesto que, por orden del gobierno de M.Rajoy, desde el 2012, en la presunta «democracia española» el CIS no pregunta por la preferencia de los españoles, algo no subsanado por el actual gobierno progresista.
España tiene derecho a decidir y a recuperar su Soberanía Nacional. Los españoles tenemos derecho a ser consultados. También a no ser motivo de escarnio por permitir que presuntos delincuentes jamás sean juzgados en igualdad por tener el apellido Borbón. En democracia, todos los delincuentes deben ser juzgados con independencia del apellido que tengan.
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