El equipo de la Sociedad Aranzadi dirigido por el forense Francisco Etxeberria, recuperó en 2009 los restos de 45 personas, entre ellos 2 jóvenes de 16 y 17 años. Las víctimas fueron fusiladas los 10 primeros días de septiembre de 1936, y arrojadas a 2 fosas paralelas en Milagros (Aranda del Duero, Burgos), de 13 metros de longitud, por grupos, en diferentes momentos. Junto a las fosas había una caseta de camineros, donde los guardias civiles y falangistas que realizaron los asesinatos se lavaban después de perpetrarlos.
La fosa se ha encontrado gracias a diversos testimonios, especialmente una vecina que vivió durante aquella época en la caseta de camineros y que presenciaba todos los días las matanzas. Se asesinaron a vecinos de Aranda de Duero, Castrillo de la Vega, Fuentelcésped, Pardilla, Quemada, Vadocondes, Zazuar, posiblemente Santa Cruz de la Salceda, Gumiel de Mercado o San Juan del Monte y quizá una docena de vecinos de Milagros, un grupo de Riaza y otro de Condemios en Guadalajara. Con la escusa de ser trasladados detenidos a Aranda de Duero, eran fusilados poco antes de llegar.
Todas las víctimas eran miembros del Frente Popular, militantes de izquierdas, sindicalistas y diferentes cargos públicos municipales, en muchos casos alcaldes y concejales de la comarca de Aranda del Duero. Hay zonas donde han sido detectados 2 y 3 niveles de esqueletos. Entre los objetos recuperados, 2 gafas, monedas, un lápiz, botones, balas, y casquillos de bala de armas cortas y de fusiles incrustados en la tierra sin remover, lo que identifica los tiros con los que fueron rematados los asesinados. Se han detectado heridas de arma de fuego en cráneo.
A finales de agosto de 1936, Marcial Alameda, estudiante de 17 años, tuvo la mala suerte de cruzarse con una camioneta en la que una partida de falangistas llevaba a un grupo de hombres a fusilar. Y lo subieron a él también. Marcial llevaba el día que lo fusilaron 3 duros que en algún momento escondió en el calcetín, pensando que lo más que iban hacerle aquel día de agosto de 1936 era robarle. Aparecieron entre los huesos del pie y la suela de la alpargata, junto a las balas que lo mataron.
Tiziano, padre de Marcial, 43 años, era empleado de Renfe. También lo mataron los fascistas un mes después, el 8 de octubre. Han permanecido 76 años a 6 kilómetros de distancia uno del otro, enterrados en 2 fosas comunes junto a otros esqueletos sin nombre. Los restos de Tiziano fueron exhumados de la Fosa de Gumiel de Izán (Burgos) en 2011, junto a otros 59 republicanos asesinados por los franquistas en 1936. Tiziano dejó viuda y 4 hijos de 12, 14, 15 y 16 años.
Gracias a estas exhumaciones, Isabel Alameda, de 88 años, pudo enterrar a su padre y a su hermano bajo una lápida, junto a su madre. Su padre estaba entonces preso en la cárcel de Aranda. “Mi madre siempre ha contado que le denunciaron vecinos del pueblo. Que fue una venganza”, explica Maribel. “Todos los días iban a verle a la cárcel a llevarle comida, hasta que un día les dijeron que ya no estaba allí y entendieron que lo habían matado”.
Además, se han encontrado al menos otras 3 víctimas de los falangistas en otra fosa cercana, en el kilómetro 4,800 de la carretera de Aranda a Torresandino. Los restos pertenecerían a 2 vecinos de La Aguilera y a uno de Gumiel de Mercado. José Ignacio Ovejero explicó cómo paralelamente a esta fosa, se utilizaban otras en las mismas fechas; en el contexto de la Ribera del Duero burgalesa actual fueron asesinadas y arrojadas a fosas más de 700 personas.
“La represión acabó en la comarca de Aranda de Duero con cerca del 2% de la población: unas 1.500 personas”, explica el investigador José María Rojas. Ver fosas como la de Milagros recuerda lo canallesco de algunas personas, que no tenían escrúpulos ni vergüenza’, sentenció el presidente de la Asociación de Víctimas y Represaliados del Franquismo, Gervasio Puerta, de 88 años.
Documentos: El País (Natalia Junquera). Público. Guerra Civil Española y sus víctimas (Griselda). El Correo de Burgos. RTVE. Europa Press
No hay comentarios
Publicar un comentario