De cadenas y memoria
De cadenas y memoria
Pilar Vaquero

El “vivan las cadenas, muera la nación” que la tradición patria vincula al pueblo de Madrid desenganchando la carroza de Fernando VII tras el trienio liberal y la intervención de los Cien mil hijos de San Luis, es uno de los hechos históricos que más duele a poco que conozcas la historia de España.

Y aunque se haya convertido en mantra que basta conocer la historia para no repetirla, lo único cierto es que cuando la conoces puedes identificar fenómenos que ya han sucedido tras quitarles el disfraz del momento, así en vez de carroza tenemos al Telediario de la televisión pública emitiendo en directo las imágenes del vuelo del emérito en su viaje a España, en jet privado para acudir a unas regatas, tras su escapada cuando la Justicia se acercó demasiado al origen de su fortuna y a sus declaraciones de renta.

Tras comprobar que el tiempo siempre corre a favor del delincuente y que la inviolabilidad garantiza la impunidad, vuelve por sus fueros, a una fiesta de “pobrecitos” con sus yates y sus trofeos en una mar que siempre ha sido de ellos.

Las imágenes de la esposa del “amigo íntimo” rodando con su móvil el recibimiento, más cercano al obtenido por la eurovisiva Chanel que lo que cabe esperar de un país que ha sido estafado y engañado por su primer servidor, duelen a quienes realmente les duele “España” que no es la fracachela, las juras civiles o las inmensas banderas, sino la gente que vive y lucha por sobrevivir en un mundo cada día más complejo, pero que sigue manejado por los de siempre (antes el Rey Sol ahora EEUU y su OTAN).

Seguramente dejar de ser una Monarquía y volver a ser una república no solucionase nuestros principales problemas de precariedad, violencia y crisis climática pero quizás el truco de la reforma constitucional reforzada que impide cambiar la Jefatura del Estado sin disolver las Cortes un par de veces, nos permitiría abrir un proceso constituyente donde abordar la propiedad de lo común, el reparto de la riqueza, la garantía efectiva de los derechos humanos…

Sé que peco de ingenua, pero sentarme a aplaudir al emérito en el ratico que viene a ver a sus súbditos mientras no deja de garantizarse la residencia fiscal en la democrática Adu Dabi, lo siento eso es pedirme demasiado.

Y por su repasar la historia sirve de algo, a su antecesor lo sacaron del trono los votos ciudadanos, por dar ideas.


Fuente →  arainfo.org

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