Amorebieta, el tercer pueblo vasco más bombardeado durante la Guerra Civil

Dato tan desconocido como terrible, según un estudio de Xabier Irujo, solo Bilbao y Legutio sufrieron más acciones de bombardeo en Hegoalde

Negar el Holocausto se considera delito en Francia, Alemania, Bélgica y Suiza. En estos días ha habido personas que han negado en las redes sociales el bombardeo nazi, italiano y con el beneplácito de los golpistas españoles contra el municipio de Amorebieta de abril y mayo de 1937. Estos días, el Ayuntamiento zornotzarra demuestra que sí existió con una batería de interesantes actividades. Merece saberse ya que la localidad vizcaína fue la tercera que más acciones de bombardeo sufrió durante la Guerra Civil tras Bilbao y Legutio. Es decir, de ser desconocido y negado por solo algunas personas en el pueblo, un atlas encargado al investigador Xabier Irujo para el Gobierno vasco certifica lo terrible que fue.

Amorebieta bombardeada, en la zona del Calvario. Olivares Zorriqueta

Siempre según las conclusiones del estudio Atlas de bombardeos en Euskadi (1936-1937), de Irujo, Amorebieta fue bombardeada en 49 ocasiones ocurridas en un total de veinte días. El estudio recoge que 113 pueblos de Hegoalde fueron atacados por aire desde el 22 de julio de 1936 al 18 de agosto de 1937. No obstante, la primera localidad que sufrió uno contra población civil y con planificación militar en Europa fue Durango el 31 de marzo de 1937.

El origen de los bombarderos zornotzarras fue Gasteiz, Burgos y Logroño. Los ejecutantes fueron la Aviazione Legionaria del italiano fascista Mussolini y la Legión Cóndor del alemán nazi Hitler. Todo ello bajo la aprobación y apoyo por tierra de los militares españoles golpistas sublevados contra la legítima Segunda República en julio de 1936.

Tipos de aviones

El 29 de mayo fue uno de los días más duros sufridos por Amorebieta con cinco bombardeos. Durante diferentes jornadas actuaron aviones Junkers Ju52, Heinkel He111, Dornier Do.17, Junkers Ju86, Heinkel He70, Heinkel He51 y Fiat Cr.32. Los días fueron: del 28 al 30 de abril de 1937 y, a continuación, en mayo: 2, 3, 5, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 19, 20, 22, 24, 25 y 29. El estudio determina que fueron bombardeadas también el frente de Bizkargi y Astepe, entre otros enclaves. Y en ocasiones también ejecutados por pilotos sublevados españoles, por ejemplo, contra una fábrica de ladrillos. El 15 de mayo, tal día como ayer hace 85 años, bombardearon los alrededores de Amorebieta, el suroeste de Bizkargi. Lanzaron bombas de 10 kilos. Irujo detalla que fueron tripulantes de Heinkel He45 con el piloto comandante Eyaralar y observador capitán Cuadra; piloto sargento Olivera y observador alférez García Gil; piloto brigada Vitorino Santos y observador capitán Bazán. Tripulantes de Aero: piloto capitán Cárdenas y observador alférez García; piloto capitán Orive y observador alférez Del Barco (17-10); piloto teniente Sánchez y observador capitán Pilón (17-5); piloto alférez Álvarez y observador alférez Díaz Arcaya (17-9)2619”.

Dos hombres portan a un herido a su paso por la casa conocida como de Natalia Abarrategi Arriola. Olivares Zorriqueta

Los buzones de Amorebieta-Etxano ya han recibido estos días la información sobre el programa de actos bajo el título ‘Los años previos y posteriores a la Guerra Civil’ que conmemora los 85 años de aquel episodio bélico. El sábado ya comenzó a sonar una sirena de bombardeo. Los actos continuarán hasta el 31 de mayo. Hoy mismo ya se puede ver una exposición que tiene como título ‘Amorebieta/Etxano bajo las bombas’ en el centro Zelaieta. Esta muestra aporta a la ciudadanía algunos partes de guerra de aquellos raids, así como fotografías de cómo quedó el valioso patrimonio identitario zornotzarra. Asimismo, cómo celebraron los franquistas su entrada a la localidad y supervivientes de la guerra que tomaron parte en un documental que se puede ver in situ. Además, podrás conocer cómo eran las “bombas reales” que arrojaron los fascistas o cómo iban vestidos los pilotos y gudaris que les hacían frente, y otros detalles, por ejemplo, de la cárcel de mujeres que dirigió un hermano de los históricos poetas Machado, o las fichas de quienes escaparon de la fuga más grande que se recuerda de la historia, en este caso del fuerte navarro San Cristóbal de Ezkaba.

La exposición municipal, además de imponentes fotografías históricas patrocinadas por Foto Arentza, contiene elementos históricos aportados por las activas agrupaciones Euskal Prospekzio Taldea y Frentes de Euzkadi. Es el caso de un plato reglamentario con el nombre grabado del combatiente zornotzarra Jesús Azkuna, localizado en una trinchera de Mendata por Euskal Prospekzio Taldea y Aranzadi. “Asimismo, una hebilla de artillería y restos del ceñidor; una cantimplora reglamentaria de aluminio, una placa de identificación de combatiente vasco hallada hace breves fechas, un emblema del batallón Nº35 Amuategui de las JSU, mecheros recuperados como un emblema de UGT o un botón de abrigo.

Con material de Euskal Prospekzio Taldea y Frentes de Euzkadi

La exposición se complementa con «dos maniquíes y tres bombas reales”, cita in situ, Alberto Sampedro Isile, de Euskal Prospekzio Taldea. Así, podremos ver cómo vestía un piloto de vuelo sublevado de L’aviazione legionaria del fascista Musollini. “Es un alférez que viste un conjunto de vuelo de origen italiano. Consta de una cazadora con cierre y bolsillos de cremallera y cuello desmontable de pelo, y un amplio pantalón confeccionado en tejido de «gabardina». También porta un casquete de cuero y botas de vuelo de cuero”, analiza Sampedro.

Dos mujeres ven la exposición de Zelaieta Zentroa.

El otro maniquí es un teniente de batallón vasco. “Es un uniforme de pana de fabricación vasca. Correaje de oficial con hebilla del Gobierno Provisional de Euzkadi, hebilla de gudari. Porta una funda para pistola Astra 400 fabricada en Gernika”, agrega este zornotzarra. Llamará la atención a las personas visitantes que se toparán con tres bombas reales, de la época. Hay una de cien kilogramos denominada Torpedín. “De origen italiano, es de tipo explosivo que contenía una carga de 50 kilos de explosivo. Fueron también ampliamente usadas por los sublevados”, apostilla Sampedro. Y en una vitrina veremos dos bombas, una de ellas que detonó en Gernika, y que conserva Gernikazarra Historia Taldea. La otra es de Euskal Prospekzio Taldea. “Es una bomba incendiaria de origen alemán. La carga es de termita que es una composición pirotécnica que produce una reacción química de alta temperatura. Su lanzamiento era por medio de contenedores que portaban unas 115 bombas BIPE 1E. Fueron muy utilizadas en los bombardeos en Euskadi. En cuanto explotaban era muy difícil apagar aquel fuego”.

Marina García, su historia en la exposición. Iban Gorriti

La exposición reserva una pared para la parte humana, personas que de una u otra forma sufrieron el bombardeo y en extensión la guerra en Amorebieta y Etxano. En la parte central, se ve a Gregorio Arrien, la persona que impulsó la conmemoración de la terrible guerra en la localidad y que falleció en 2019. Asimismo, se puede ver un retrato de Bonifacio Eguren, asesinado por una bomba mientras su vagón de tren estacionaba en el municipio, o el gudari Uriguen, cuyos restos se exhumaron recientemente tras una prospección. Otros nombres y apellidos protagonistas de la muestra son: Elías Euba, Mari Tere Areitioaurtena, Miren Derteano, Ana e Itziar Gorospe, Txomin Euba, Marina García o Salomón Astoreka.

Un curioso pañuelo de un gudari nunca expuesto

Junto a estos protagonistas, una segunda vitrina recoge, efectos personales de personas que sufrieron la guerra. Es curioso un pañuelo que se exhibe por primera vez aportado por María Esther Bisbal de su padre, sargento del batallón Arana Goiri, del PNV. El gudari que luchó en Saibi lo envió a su mujer y esta lo enterró en una caja metálica en una huerta hasta pasada la guerra. “No sabemos de qué año será”, detalla la hija.

La persona visitante podrá ver, asimismo, en todo momento un documental titulado ‘Oroitzapenak, acordes para la memoria’, sobre la Guerra Civil en Amorebieta, con guion de Gregorio Arrien.