Se cumplen 59 años del asesinato de Julián Grimau por el fascismo. En Madrid, la madrugada del 19 al 20 de abril de 1963, a las cinco y media de la mañana, el franquismo mató a Julián Grimau. Un pelotón de soldados franquistas le disparaba hasta en 27 ocasiones y acababa con su vida a los 52 años.
Grimau era miembro del comité central del Partido Comunista y llevaba tres años en España trabajando en la clandestinidad. El dirigente comunista fue ajusticiado tras un consejo de guerra sin garantías jurídicas, fue detenido en noviembre de 1962, interrogado y torturado cruelmente, la policía franquista le arrojó por la ventana de la DGS, en la actual Puerta del Sol de Madrid. Su proceso judicial fue una farsa, sin testigos, declaraciones basadas en segundas versiones y una identificación errónea de un abogado barcelonés en un libro. El fiscal del juicio de Grimau nunca había estudiado Derecho, pero solicitó para él pena de muerte por delitos durante la Guerra Civil y 30 años de cárcel por alteración del orden público, incluyendo, incitación a la huelga, reuniones ilegales y reparto de octavillas.
El franquismo ya lo había condenado de antemano.
La sentencia de muerte de Grimau fue firmada por el Consejo de Ministros del que, precisamente Manuel Fraga unos de los padres del Partido Popular, formó parte.
Por aquel entonces España ya había ingresado en los organismos internacionales y el consejo de guerra sin garantías jurídicas al que fue sometido el dirigente comunista supuso un escándalo para el régimen de Franco. Las manifestaciones tanto en España como a nivel internacional supusieron una crisis para el franquismo. Pero pese a las protestas y a presión de intelectuales y figuras políticas relevantes a nivel internacional el Consejo de Ministros franquista se negó a conceder el indulto al político comunista.
La ejecución del camarada Grimau desató protestas a nivel mundial y generó tal crisis en el franquismo que el dictador se vio obligado a activar las herramientas de contrapropaganda para intentar limpiar la imagen de su sanguinario régimen. Al frente de esta misión estuvo Manuel Fraga.
Grimau es considerado "el último muerto de la Guerra Civil" y en el 59 aniversario de su asesinato el mundo de la cultura, sus camaradas del PCE, el mundo de la política y la ciudadanía le han rendido un caluroso homenaje en redes.
Fuente → luhnoticias.es
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