Frente al discurso fascista, rebeldía republicana

Rebeldía y protesta, para cambiarlo todo. Para construir un proyecto que ponga la vida de las personas en el centro, una vida digna, una vida justa y con derechos, que acabe con las desigualdades.

Frente al discurso fascista, rebeldía republicana
Haizea Garay Gallastegui

Somos las vencidas, las olvidadas, las nietas de quienes continúan en las cunetas. Nuestro grito ahogado sale de las raíces de esta tierra sembrada de víctimas del fascismo para denunciar que a pesar de las vulneraciones de derechos, de la desaparición, huida, exilio, tortura y muerte de toda una generación por defender la democracia y la libertad, esa palabra hoy tan manida, no vamos a callar ante las tropelías de una ultraderecha envalentonada.

La penúltima de las barbaridades llega de la mano de plantearse en televisión en alusión al bombardeo de Gernika efectuado por la Legión Cóndor que «los que bombardeaban no eran tan malos ni los bombardeados eran tan buenos». Lo primero que una se plantea es cómo una periodista se atreve a decir semejante barbaridad, sabiendo que Durango, Gernika, la masacre en la carretera de Malaga a Almería conocida como la Desbandá, y tantos otros brutales ataques de las aviaciones fascistas tuvieron como objetivo la población civil.

Lo verdaderamente preocupante es que nadie en ese momento ponga el grito en el cielo y rechace las ignominiosas afirmaciones vertidas. He aquí un blanqueamiento del fascismo, de una falsa equidistancia en la que llevan insistiendo décadas por la ausencia de políticas públicas encaminadas a la consecución de los principios de verdad, justicia y reparación. La memoria democrática de este país está en deuda con las miles de víctimas del franquismo. Por mucho que lo repitamos no va a llegar sola. Cuarenta años de dictadura, sumados a décadas de democracia amnésica nos llevan a un punto actual donde el auge de la extrema derecha no solo ha permitido blanquear décadas de dictadura sangrienta sino que la ensalzan aprovechando todos los espacios posibles, las tribunas de las instituciones, las tertulias en medios de comunicación incluido el espacio público de nuestros pueblos y ciudades.

Frente al discurso de la derecha y extrema derecha criminalizando a quienes defendieron la igualdad y la justicia social durante la legalidad democrática de la Segunda República, nos toca organizar nuestra rebeldía, seguir defendiendo la verdad, avanzar en la reparación jurídica de las víctimas. No podemos dar un paso atrás.

85 años después del bombardeo de Durango y Gernika, del sacrificio de miles y millones, es el momento de seguir abriendo fosas desconocidas como la del cementerio de Begoña en Bilbao. No podemos ceder ni un milímetro ante las provocaciones de la derecha.

Si la extrema derecha abre una sede en Donostia y en ella se atreven a hacer discursos belicistas de fragatas entrando en nuestra ciudad, nosotras debemos organizar la rebeldía republicana. Se acerca un nuevo 14 de abril, unas elecciones municipales permitieron instaurar la República. Hoy desde nuestra ciudad, seguimos reivindicando políticas de memoria digna. Venimos solicitando que se prospecte la fosa de Ulia porque hay familias que aseguran tener familiares allí, insistimos en la parte jurídica para acabar con la impunidad de responsables genocidas. Por ello, reclamamos que las administraciones públicas han de impulsar y ayudar a las víctimas en los procesos jurídicos, que se aporte a la «querella argentina» toda la documentación de los testimonios recogidos hasta la fecha en los estudios sobre vulneraciones de derechos que se han producido en nuestra ciudad durante la Dictadura porque avanzar en verdad, justicia y reparación será la base para garantizar que nadie vuelva a arrebatarnos la vida.

85 años también de la muerte del poeta del pueblo, del miliciano comprometido, Miguel Hernández.  «Basta de resignación de pies y de manos presos. ¿No tenéis almas en los huesos ni sangre en el corazón? ¿Por qué no lleváis dispuesta contra cada villanía una hoz de rebeldía y un martillo de protesta?».

Rebeldía y protesta, para cambiarlo todo. Para construir un proyecto que ponga la vida de las personas en el centro, una vida digna, una vida justa y con derechos, que acabe con las desigualdades. Un proyecto plural que busque sumar desde la diferencia, que sea memoria y futuro, basado en el feminismo, el ecologismo y el socialismo.

Hace más de una década decíamos: tenemos las manos vacías, pero las manos son nuestras. Sigamos trabajando desde la honestidad y la humildad la rebeldía militante del poeta que permita un horizonte republicano.


Fuente → naiz.eus

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