De la esperanza a la tragedia
 
De la esperanza a la tragedia
Carles Vallejo

Reproducimos a continuación la ponencia pronunciada por Carles Vallejo, presidente de la Asociación Catalana de Expresos Políticos del Franquismo, en el acto del pasado 10 de abril con motivo del 91 aniversario de la proclamación de la II República, organizado por la Mesa de Nou Barris por la República.

Buenos días a todos ya todas. Os traigo el saludo de la Asociación Catalana de Expresos Políticos del Franquismo y quiero agradecer la invitación de la mesa unitaria Nuevo barrios por la República a este acto de conmemoración del 91 aniversario de la proclamación de la II República española.

Un acto que es a la vez sentimiento de esperanza y dolor. Esperanza porque conmemoramos el intento ilusionado de cambiar a España a mejor, y dolor porque esa esperanza fue truncada por un golpe de estado fascista que provocó una terrible guerra y una larga dictadura.

El 14 de abril de 1931, sin un disparo ni un fallecimiento, se produjo un cambio histórico con una inmensa adhesión popular. De manera pacífica había nacido la niña bonita, la II República, llena de esperanzas. Empezaba un intenso y corto período en el que se produjo un cambio de régimen, golpes militares, revoluciones obreras, una crisis económica mundial, y en lo que respecta a Cataluña, la recuperación de parte de nuestras instituciones nacionales.

Por primera vez la República Española, un régimen auténticamente democrático como nunca había tenido el país, hizo frente a reformas históricas con el objetivo de modernizar la sociedad española. Se aprobó la constitución más progresista que había tenido jamás España y se introdujeron cambios sociales destinados a mejorar las condiciones de vida de la mayoría de la población.

Las fuerzas conservadoras se apresuraron a poner fin al nuevo régimen que representaba una amenaza para sus privilegios. Con las elecciones de 1933, ganadas por las derechas antirrepublicanas, las reformas se paralizaron, la vida política se radicalizó y el enfrentamiento desembocó en la revolución de octubre de 1934, especialmente importante en Asturias y en Cataluña, dejando entrever la guerra que vendría dos años después.

La represión que siguió a esta revuelta fue terrible, el Gobierno de derechas desarrolló una política antirrepublicana que movilizó a las izquierdas, que constituyeron el Frente Popular, ganando las elecciones de 1936. El nuevo Gobierno volvió a desarrollar el programa de reformas, esta vez con mayor fuerza. Y las derechas empezaron a preparar un golpe de Estado que acabara con la república.

A pesar de esta situación poco favorable, la República realizó importantes reformas:

  • Una reforma agraria que quería convertir en propietarios cientos de miles de campesinos sin tierra; se legisló la obligación de los latifundistas de dar trabajo a los jornaleros, se introdujo la jornada de ocho horas de trabajo en el campo…
  • Una profunda reforma religiosa separando a la Iglesia del Estado, limitando la influencia religiosa a la enseñanza, eliminando muchos subsidios oficiales a la Iglesia y controlando las órdenes religiosas.
  • En cuanto al ejército se retiraron con paga entera a todos los jefes y oficiales que quisieron y se redujo el volumen del ejército adecuándolo al tipo de país que éramos.
  • Se introdujeron grandes reformas sociales, como la ley sobre el derecho de huelga, el establecimiento del Arbitraje Laboral y los Jurados Mixtos, la jornada de 8 horas y el reconocimiento de los Derechos Sindicales.
  • Se estableció la mayoría de edad a los 21 años (18 si se estaba casado) y la igualdad de derechos por los hijos fuera del matrimonio, se aprobó el divorcio y se hicieron leyes que liberaban a la mujer, igualando los derechos y dándole jurídicamente libertad al margen del cónyuge.

 

Desgraciadamente, este intento de cambio será truncado con el golpe de estado ante la pasividad de las democracias europeas y la agresión de los ejércitos de Hitler y Mussolini al ser derrotada la República, a pesar de la heroica defensa durante tres años del pueblo en armas. La tragedia de la derrota de 1939 significó la pérdida de la esperanza que había representado la República y la liquidación de todas las medidas progresistas que había establecido.

Y España vio cómo se imponía el terror, la represión, las ideas del pasado, leyes y situaciones injustas que la República había intentado superar. No hay más que recordar algunas de las concepciones que sobre las mujeres impuso la dictadura en palabras de la Jefa de la Sección Femenina del Movimiento , Pilar Primo de Rivera: “El papel de la mujer en la vida es de sumisión al hombre” , “Tenemos que tener tras nosotros la fuerza y ​​la decisión del hombre para sentirnos más seguras y, a cambio de esto, nosotros ofrecemos la abnegación de nuestros servicios. Éste es el papel de la mujer en la vida: dejarse guiar por la voluntad más fuerte y la sabiduría del hombre.”

91 años después, es necesario estar atentos a un fascismo renovado que avanza por todas partes, también en España. Hoy mismo, en las elecciones presidenciales francesas, tiene posibilidades de ganar a una candidata de extrema derecha que reniega de los valores del antifascismo. Y en Castilla y León el Partido Popular abre la puerta del gobierno a Vox, que lo primero que quiere es acabar con la ley de la Memoria Democrática y sustituirla con una llamada Ley de Concordia que, bajo el discurso de la equidistancia, pretende reescribir la historia.

Como decía George Orwell: «Quien controla el presente, controla el pasado; y quien controla el pasado, controlará el futuro.»

Por eso es necesario luchar contra el olvido, para “prevenir nuevos totalitarismos” como los que hoy amenazan a nuestra sociedad, una sociedad amnésica.

Pedimos sentido de la responsabilidad a las fuerzas políticas progresistas para desbloquear la ley de memoria que ponga fin a la impunidad del franquismo, como garante de justicia por las víctimas de la dictadura, y para combatir al fascismo y en la extrema derecha.

"Por una ley que ponga fin a la impunidad del franquismo".

Debemos luchar por los valores democráticos, de convivencia y justicia social que representó a la República y al antifascismo.

Actas como éste ayudan a recordarla. ¡Verdad, Justicia y Reparación!


Fuente → realitat.cat

banner distribuidora