Hay una carencia gravísima que es necesario atajar por un futuro de convivencia real: la enseñanza, en los distintos niveles de la Educación española, de la Historia del siglo XX de nuestro país.
Enseñando MemoriaAsociación Foro por la Memoria Democrática
Enseñando Memoria Hay una carencia gravísima que es necesario atajar por un futuro de convivencia real: la enseñanza, en los distintos niveles de la Educación española, de la Historia del siglo XX de nuestro país.
Hace unas semanas ciertos medios de la derecha española se hacían
eco de la respuesta escrita por el alcalde de una pequeña localidad -de
algo más de 150 habitantes-, de la provincia de Valladolid, al
requerimiento realizado por el Senado en relación con la aplicación de
la Ley 52/07 o de Memoria Histórica en el municipio; en concreto de su
callejero y, más concretamente, sobre un espacio dedicado a Calvo
Sotelo.
Sin entrar a analizar la misiva, que íntegramente fue reproducida y divulgada en redes contra la Cámara Alta, se denuncia en ella una supuesta falta de rigor al aplicar la memoria de personalidades de nuestra Historia reciente y de, paso, atizar al Gobierno -aún sin nombrarlo-, con toda una serie de temas muy recurrentes en las derechas. Pero a lo que vamos es que el escrito refleja una carencia gravísima que es necesario atajar por un futuro de convivencia real: la enseñanza, en los distintos niveles de la Educación española, de la Historia del siglo XX de nuestro país y su relación con los procesos sociales y políticos de nuestro entorno.
Y eso es lo que, a nuestro entender, se desprende del texto firmado por Javier Izquierdo, el joven regidor popular de la villa que señalamos, no por ser un caso aislado, sino por tratarse de una persona que ostenta cargo público en un sistema democrático y al que se le reclama, cuanto menos, una mínima y adecuada formación y amplitud de perspectivas -más allá de la particular y la partidaria-, para gestionar desde su cargo y representar a toda la ciudadanía de su ámbito.
Sin entrar a analizar la misiva, que íntegramente fue reproducida y divulgada en redes contra la Cámara Alta, se denuncia en ella una supuesta falta de rigor al aplicar la memoria de personalidades de nuestra Historia reciente y de, paso, atizar al Gobierno -aún sin nombrarlo-, con toda una serie de temas muy recurrentes en las derechas. Pero a lo que vamos es que el escrito refleja una carencia gravísima que es necesario atajar por un futuro de convivencia real: la enseñanza, en los distintos niveles de la Educación española, de la Historia del siglo XX de nuestro país y su relación con los procesos sociales y políticos de nuestro entorno.
Y eso es lo que, a nuestro entender, se desprende del texto firmado por Javier Izquierdo, el joven regidor popular de la villa que señalamos, no por ser un caso aislado, sino por tratarse de una persona que ostenta cargo público en un sistema democrático y al que se le reclama, cuanto menos, una mínima y adecuada formación y amplitud de perspectivas -más allá de la particular y la partidaria-, para gestionar desde su cargo y representar a toda la ciudadanía de su ámbito.
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La nueva ley de Educación recoge la entrada de la Memoria Democrática en el currículo escolar; bienvenida sea, aunque llegue tan tarde. La enseñanza obligatoria debe garantizar al alumnado el conocimiento de nuestra historia más reciente, acortando las cronologías en sus cursos para tratar todos los acontecimientos, todos los hechos, todas las situaciones y todos los protagonistas, sean hombres o mujeres, que permita el conocimiento mínimo, base de la continuación de su desarrollo y formación en la Enseñanza Secundaria y posterior pero, también, para quienes continúen por la formación profesional o no prosigan sus estudios.
Pero este alcalde no es el único falto de recursos educativos en materia de Historia Democrática de su país; en Madrid, su presidenta regional ya tiene presentada y aprobada una norma para la región, intitulada Ley Maestra de Libre Elección Educativa, operativa ya en el presente curso que fomenta los centros concertados y, por ende, los contenidos que en ellos se priorizan frente a la enseñanza publica y su nueva ley.
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El eco de las palabras del diputado ultra Ortega-Smith denigrando y vejando la memoria de las 13 Rosas ha vuelto a vibrar esta vez en el Tribunal Constitucional. Rechazada y archivada en 2019 por el Tribunal Supremo -a pesar de ser apoyada por la Fiscalía-, la denuncia vuelve a avivarse ahora cuando, otra vez la Fiscalía, ha impugnado la decisión del Constitucional de inadmitir el recurso de amparo presentado. Habrá que estar atentos si se abriera de nuevo el proceso.
Por último, cabe señalar que desde el pasado mes de enero el archivo personal de Marcelino Camacho ha quedado depositado en el Centro Documental de Memoria Histórica, que se ubica en Salamanca en el espacio que en su día fue la sección Guerra Civil del Archivo Histórico Nacional. El fondo, compuesto de una variada documentación original que va desde sus cuadernos penitenciarios, fotografías, libros, revistas, artículos, material audiovisual y objetos personales, será de acceso público a los investigadores e historiadores que estén interesados en conocer la figura del histórico sindicalista y la de Josefina Samper, fallecida en 2018, año en que la familia comenzó las gestiones que ha permitido que la colección -compuesta por diez metros lineales de archivo y una biblioteca de dos mil quinientas publicaciones- se integre en este centro dependiente del Ministerio de Cultura. La relevancia de los contenidos se lo merece.
Twitter: @foroporlamemori
Web: http://www.foroporlamemoria.es
Correo-e: asociacion.foroporlamemoria@yahoo.es
Publicado en el Nº 352 de la edición impresa de Mundo Obrero febrero 2022
Fuente → mundoobrero.es
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