La cumbre neofascista franco-española y sus vínculos con Vox

Si a estos eventos no les falta la cobertura mediática, otros que forman parte de la misma lógica identitaria suelen pasar bajo el radar, siendo igualmente importantes para entender el funcionamiento de esta internacional reaccionaria. Hace apenas dos meses, el 27 de noviembre de 2021, Madrid se convirtió en el primer destino en el extranjero donde el Instituto Ilíada de Francia haría su presentación. Este think tank fue fundado en 2013 en honor al ideólogo neofascista Dominique Venner, después de que este pusiera fin a su vida de un tiro en la cabeza frente a la catedral de Notre Dame de París. El instituto atrae a diversas personalidades de la órbita identitaria francesa como Alain de Benoist o Jean-Yves Le Gallou, pensadores de extrema derecha de largo recorrido, al igual que a miembros de la clase política ultra, como Marion Maréchal Le Pen. 

El encuentro transcurrió en Hilarión Eslava 36, un local conocido por haber albergado conferencias donde han asistido miembros del grupúsculo nazi-fascista Bastión Frontal, o que han contado con ponencias del general Pedro Baños. Según LinkedIn, este espacio dedicado a presentaciones y eventos varios está dirigido por uno de los ponentes del acto, Raúl Pajas, retratado frente a su público en una imagen difundida en Twitter por la asociación de extrema derecha Ohka. Intervinieron también los directores de varias publicaciones españolas que comparten esta ideología; el director del Instituto Ilíada, Philippe Conrad, y José Javier Esparza, autor de libros de historia española en clave identitaria y antiguo simpatizante de la Nueva Derecha francesa.  

Esparza ha publicado recientemente No te arrepientas (2021), descrito en la web del Instituto Ilíada como “munición española anti-woke”. Junto con el tema de su conferencia, El combate por la historia, ambos evocan la estrategia por la que está apostando la ultraderecha española: construir un argumentario en base a una interpretación sesgada de la historia, para sacar pecho por una España cuyo pasado apenas habría tenido sombras y sí muchas luces. La guerra cultural española se juega en gran parte en el terreno histórico, cumpliendo esta narrativa una función victimista y pretendiendo mostrar a la extrema derecha asediada por dos enemigos. El primero, el estudio riguroso de la historia de España, que no se le permite reivindicar sin ambages su pasado imperial. El segundo, el islam, antagonista fantasmático de una España atemporal, representado a través de episodios como la Reconquista o la Batalla de Covadonga.

Abordar la historia española desde el revisionismo identitario es también de interés para el Instituto Ilíada. Su director, Philippe Conrad, tuvo la oportunidad de presentar la traducción al castellano de su libro Al-Ándalus. La mentira del paraíso multicultural (2021). Esta publicación viene precedida por un ciclo de conferencias que llevó por título Al-Ándalus, del mito a la historia, organizado en 2019. Conrad contó con la asistencia de Arnaud Imatz, escritor vasco-francés dedicado al estudio de José Antonio Primo de Rivera, con un pie entre la esfera falangista española y la Nueva Derecha francesa. A la conferencia fueron invitados para hablar de sus trabajos sobre el tema Serafín Fanjul y Rafael Sánchez Saus. 

Serafín Fanjul es catedrático de Literatura Árabe por la Universidad Autónoma de Madrid, miembro de la Real Academia de la Historia y del patronato de honor de la fundación DENAES, creada en 2006 por el actual líder de Vox, Santiago Abascal. Este think tank que a finales de los 2000 gozó de cuantiosas subvenciones provenientes de la entonces tutora de Abascal, Esperanza Aguirre, funciona como punto de encuentro de cuadros, periodistas e investigadores de corte ultranacionalista, para exponer sus tesis revisionistas. 

Por su parte, Rafael Sánchez Saus es catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Cádiz, antiguo Rector de la Universidad CEU San Pablo y actualmente Rector Honorario de la misma. Es también consejero nacional de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), propietarios del CEU San Pablo y autores de los carteles antiabortistas que han forrado marquesinas y estaciones de metro de una parte importante de la geografía española. 

Sánchez Saus no solo ha podido exponer su trabajo entre el identitarismo galo. En 2020 presentó su libro Por qué Vox (2019) en un acto de la ACdP, en las instalaciones del CEU San Pablo de Madrid, de la mano de la líder del partido ultra, Rocío Monasterio. Publicado en la editorial Homo Legens, propiedad del Grupo Intereconomía SA, el conglomerado mediático presidido por Julio Ariza, este libro no es más que un compendio de artículos que el autor ha publicado en diarios andaluces del Grupo Joly. Entre ellos, aparte del clásico argumentario de Vox, se pueden encontrar ovaciones al escritor falangista Rafael García Serrano, “al que se ha hecho desaparecer de la memoria, como al amor de su vida, la Falange, a fuerza de desprecio y ocultación”. 

Huelga decir que el acto protagonizado por Sánchez Saus y Monasterio no es una excepción. A Vox, a través de este tipo de intercambios, o de los realizados en el ISSEP, la escuela de cuadros de Marion Maréchal Le Pen (directamente ubicada en una de sus antiguas sedes), no le son ajenos ni estos personajes ni este tipo de discursos. Fundamentalmente, es el ala más dura de la formación, representada entre otros por Jorge Buxadé, portavoz de Vox en el Parlamento europeo, la que los aborda con frecuencia.

En un acto reciente, Buxadé invitó a José Javier Esparza a hablar en una conferencia titulada Globalismo y multiculturalismo, donde recomendó su libro No te arrepientas. Igualmente, Jordi de la Fuente, secretario de organización de Vox en Barcelona y antiguo miembro de la nebulosa neofascista catalana, dio Me gusta a la foto de Raúl Pajas en la conferencia del pasado noviembre. 

La Reconquista ha dejado de ser un hecho histórico para convertirse en un artefacto ideológico. Lo vehiculan la ultraderecha grupuscular franco-española, así como varios miembros de la cúpula de Vox, para hacer frente al multiculturalismo que les obsesiona. Sirva esto para hacer hincapié en que la formación de Santiago Abascal es porosa a elementos de corte neofascista, a ambos lados de los Pirineos, con cierta apetencia por el falangismo. Al menos desde que abriera el ISSEP en Madrid, el laboratorio ultraconservador de Marion Maréchal, la frontera entre España y Francia se está convirtiendo en un punto de intercambio de individuos e ideas, con proyección europea.