“En España no fue una Guerra Civil, fue un golpe de nazis y fascistas contra la República”

Manuel Calvelo, que trabajó para la ONU y educó a poblaciones rurales de América del Sur, presenta la reedición del libro de su madre, Isabel Ríos, encarcelada siete años durante el franquismo mientras su marido fue fusilado

“En España no fue una Guerra Civil, fue un golpe de nazis y fascistas contra la República” / Marta Villar

La fotografía de la portada del libro que sujeta en su mano Manuel Calvelo Ríos muestra a sus padres, Manuel e Isabel, abrazados y mirando sonrientes a la cámara. Ambos estaban en el patio de una cárcel y ese día, 25 de diciembre de 1936, era la fecha fijada para su fusilamiento. “Lo más terrible es lo que está escrito por detrás de la fotografía: A nuestros queridos hijitos, con la sonrisa feliz de los que van a morir por la revolución, explica Manuel Calvelo, el hijo de este matrimonio represaliado que ha venido expresamente desde Chile donde reside desde hace media vida hasta el pueblo donde nació él y su madre, en Curtis, para presentar, este pasado miércoles la reedición del libro que escribió ella sobre la peripecia vital de la familia, su lucha, sus ideales. Testemuño da Guerra Civil es el libro que edita Galaxia traducido ahora al gallego por el periodista Xosé Antón García Ferreiro. 
 

Manuel Calvelo López, médico ayudante de cátedra del famoso doctor Novoa Santos, fue fusilado finalmente cinco días más tarde de la fotografía y a su mujer Isabel Ríos le conmutaron la pena en el último momento y pasó siete años en distintas cárceles. “Durante las últimas tres horas de su vida charlamos de nuestras cosas, de nuestra vida en común, de nuestro problema “, recuerda Isabel su último momento con su marido antes de que lo matasen, según relata en su libro, una obra extraordinaria por el tono en el que está escrito, sencillo, vívido, por las personas que desfilan por sus páginas y por el retrato de aquellos años tan duros.

Él había fundado una agrupación socialista en La Palma, ella organizó en Curtis el Partido Comunista, entre cuyos primeros miembros estuvo el famoso guerrillero Benigno Andrade, Foucellas, que vivió temporadas en casa de Isabel.

“Después de que la liberaron en el 43 trató de sobrevivir con nosotros en Curtis. Yo tenía tres años, y mi hermano mayor, que murió hace poco, seis. En Curtis ella compraba quesos y huevos que mandaba a Madrid y así vivíamos a pesar de que ella había sacado una oposición. Pero la Guardia Civil le prohibió ese comercio y nos mudamos a A Coruña donde sobrevivimos a duras penas, pasando hambre. Mi madre tenía una hermana en Buenos Aires y le pidió que la reclamase. Ya estaba todo arreglado para irnos pero aún así la acosaban, la metieron presa y la torturaron salvajemente. Al final conseguimos marchar en agosto del 47 a Argentina. Cuando dio el golpe militar el general Onganía nos fuimos a Chile y de nuevo sufrimos allí otro, con Pinochet, pero ya nos quedamos”, relata Manuel Calvelo Ríos.

Los recuerdos y vivencias de Isabel Ríos los plasmó ella en este libro que ahora se reedita y se traduce, tras la primera impresión que sacó Ediciós do Castro. “Isaac Díaz Pardo le dijo a mi madre que escribiese el libro, que se lo editaba”, explica Calvelo. “Quería presentarlo aquí en Curtis por el respeto a la memoria de mi madre”, añade. Isabel, nacida en Curtis en 1907, falleció en Madrid en 1997. Regresó a España dos meses antes de la muerte del dictador Franco.

Durante Manuel y su fallecido hermano Roberto publicaron en un periódico en Galicia un pequeño anuncio, siempre alrededor del 31 de diciembre, el día del fusilamiento de su padre. Primero los tres, luego al morir Isabel, ellos dos. En uno de estos anuncios, por ejemplo, el de 1978, dicen sobre su padre: “Muerto heroicamente en la lucha por un mundo mejor”. Ese fue el objetivo que tenían el doctor Calvelo e Isabel Ríos, llevar el conocimiento, la educación, a las clases más desfavorecidas. Por eso ella misma declaró que si volviera a nacer volvería a hacer lo mismo.

La semilla de los ideales de sus padres quedó prendida en sus dos hijos (el cura no logró, a pesar de que iba a pedirlo cada día, que matasen también a Isabel para que sus niños no se volviesen comunistas).

Calvelo Ríos tiene hoy 89 años y aún sigue dando clase en la Universidad de Chile al ser uno de los mayores expertos mundiales en comunicación para el desarrollo. Cuenta con un larguísimo currículo académico y profesional, que le llevó a trabajar y luego ser consultor de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Fue uno de los fundadores de la Televisión Nacional de Chile y aprovechó para crear un modelo teórico de formación que llevó, con ayuda de su hermano Roberto, a dar clases y capacitación a todas las poblaciones rurales de América del Sur. Llevaban televisores en mulas por las selvas, mediante vídeos enseñaban desde cómo hacer una casa con materiales locales hasta cómo ayudar a parir a una vaca si no hay veterinario o métodos fitosanitarios sencillos.

En la presentación del libro en el restaurante Exprés de Curtis (que ya existía en época de Isabel Ríos), totalmente lleno, Manuel Calvelo destacó ante el público cómo su madre había sido una adelantada a su época, una mujer “completa e independiente, y lo pagó caro”. Tan adelantada que en cuanto salió de la cárcel (durante esos años los niños se quedaron a cargo de un tío), en los cuarenta, les dio a sus hijos “un curso de educación sexual”, recuerda.

“De mi padre apenas tengo un recuerdo de, cuando estábamos en Madrid, llevarme él sobre sus hombros para ir a la manifestación del Primero de Mayo. Recuerdo ver desde arriba la multitud. También algo de cuando nos llevaba al laboratorio donde trabajaba con el doctor Novoa Santos”. La lucha por la verdad y la memoria histórica vive incólume en Manuel. En 2014, junto a su hermano, se unió a la querella de la jueza María Servini en Argentina para la investigación de los crímenes de la dictadura franquista.

“Lo que pasó en España no fue una Guerra Civil, fue un golpe de nazis y fascistas contra la República”, subraya Manuel Calvelo. “Lo que se llamó transición a la democracia hay que sacarle la ele y la ese, fue traición a la democracia”, añade.

Ahora este profesor tiene “grandes esperanzas” porque precisamente donde vive, con su esposa y sus dos hijos, en Chile, gobierna ahora una izquierda a la que miran desde todos los países. “Pero también tenía esperanzas cuando en España surgió Podemos y me decepcionó, entró en el juego. Ése es el temor que tengo, pero por ahora, la esperanza”.


Fuente → laopinioncoruna.es

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