La derecha siempre parece estar desconectada de la realidad ciudadana y aunque no en todos los casos sea de esa forma, en su mayoría son gente de la tercera edad quienes todavía le brindan el apoyo electoral para que sobreviva el partido en periodos de elección.
Así que eso lleva a la reflexión, puesto que las juventudes de la actualidad se ven más identificadas con las ideas y posturas de las formaciones de izquierda, quienes poseen ciertas tendencias progresistas y apuestan por tópicos como: la igualdad, justicia social y equidad.
Para muchos, escuchar sobre estos objetivos es inspirador y más que todo para la población femenina, ya que continúan luchando para reducir las brechas que las separan de los hombres en distintas áreas, tanto académicas como profesionales.
España, al igual que otros países del continente europeo, sirvieron de eje para desencadenar un efecto dominó para avivar los movimientos feministas, remontándose a las olas anteriores y en ahora, se encuentran en proceso de organización para plantear una agenda en común que sea clara, y permita canalizar mejor los logros.
Si bien todavía existen muchos enemigos los cuales están en contra de que tengan voz, representación y voto, ha escalado rápidamente hasta consolidarse como un grupo de presión bastante fuerte, que pretende influir y participar en los asuntos públicos de los países.
En el caso del país ibérico es un poco más complicado debido a la configuración del tablero político actual, de la mano del PSOE que sigue estando cómodo con el sistema heredado de la dictadura franquista. Mientras que, Unidas Podemos, que está en proceso de alinear una plataforma alternativa, es el mejor aliado para el feminismo español.
No solo porque está la ministra de Igualdad, Irene Montero, al frente o porque se hable de lenguaje inclusivo, la ley trans y otros proyectos que se han promovido desde esa facción del poder, sino porque existe un equilibrio en las líderes de ese bloque, que pese a sus diferencias se están poniendo de acuerdo para conseguir un equilibrio.
Mujeres al frente de la política
A partir del 2019, el informe sobre la Brecha de Género que publica el Foro Económico Global ha manifestado que el feminismo está mejorando y cobrando fuerzas, alcanzando una posición favorable y al mismo tiempo sorprendente: España ocupa el puesto número 8 en el mundo en tema de igualdad.
Resulta una gran mejora, ya que para años previos a esa fecha, estaba en el puesto 29, comprobando que las actividades e iniciativas realmente han dado frutos contra todo mal pronóstico de los adversarios de Unidas Podemos, especialmente del Partido Popular y VOX.
Y se debe, nada más ni nada menos que a la activa presencia y participación femenina en la política nacional, a diferencia de otras épocas en la que el poder estaba tomado por hombres, quienes marcaban aún más la división de clases sociales y en términos de desigualdad de género.
En varios artículos se afincado los objetivos bien alcanzados por parte de líderes femeninas fuertes, inteligentes y empoderadas, como Belarra, Montero, Díaz y así sucesivamente porque si bien hay muchas, ellas son la cara del feminismo y la izquierda.
¿Por qué el feminismo conecta con la izquierda?
La respuesta a esta interrogante no es muy compleja de explicar, pero de cambiar en la práctica sí y es que, la izquierda acoge a los movimientos colectivistas que procuran romper sistemas que consienten acciones las cuales entorpecen el desarrollo integral del ser humano.
Por si fuera poco, el bloque de la izquierda siempre tiene un discurso mucho más ameno, cercano, digerible y comprensible para todas aquellas personas indiferentemente de a cuál sector pertenezcan, es decir, desde el intelectual hasta la ama de casa.
Para no generalizar, ese es el caso más frecuente y visible en España. Porque en otros países ubicados en el lado del continente americano, hay populismos de derecha que conectan con las masas pero pierden el efecto rápidamente y se cae en lo mismo: obtienen el voto y adiós.
El feminismo es un movimiento (que quieran o no) está ganando espacios tanto en lo social, político y económico, el cual bien organizado y con objetivos claros que sean viables, puede funcionar y alcanzar el principio de igualdad entre ambos géneros que se ha buscado desde el inicio. Pero, evidentemente, la izquierda es quien lo llevará de la mano a menos de que la derecha se ponga las pilas y le haga competencia, lo que no es muy probable.
Fuente → elestado.net
No hay comentarios
Publicar un comentario