España vivió los años del hambre desde 1939 hasta 1952. Pero dentro
de ese período, hubo otros años (desde 1939 hasta 1942) donde la
situación se volvió incluso más aguda, que es el momento de la hambruna.
Si bien se han realizado numerosos escritos sobre la época, no hay
muchos que traten sobre este asunto. Así lo confirma el historiador
granadino Miguel Ángel del Arco Blanco, quien acaba de publicar un
estudio que tiene previsto convertir en libro a finales de 2023 en el
que desmiente algunas de las excusas que Franco utilizó para justificar
el hambre.
"Cuando
consultamos documentación de esos años, en especial si se trata de un
archivo municipal o incluso provincial, nos topamos con su silenciosa
presencia", asegura del Arco. "Respecto a la hambruna, el régimen
franquista nunca la reconoció y permaneció silenciada", detalla el
investigador.
Desde su punto de vista, no hay que confundir ambos conceptos.
"El hambre ha existido siempre y está provocada por una situación
estructural de desigualdad, mientras que la hambruna es la agudización
de la situación de carencia por una serie de causas, lo que da lugar a
una crisis demográfica", señala. Entre las causas del caso español, como
ocurrió en otros países del entorno internacional, la hambruna vino
determinada por aspectos como la inanición (morían de hambre); aumento
de enfermedades infectocontagiosas como la listeria (aunque pueden tener
origen vírico, están muy relacionadas con la dieta e higiene); aumento
de los robos y hurtos y el abandono de niños por falta de manutención,
entre otras.
Los tres mitos de Franco
A la hora de intentar explicar por
qué se dieron los años del hambre, el historiador asegura que el
franquismo se inventó una serie de mitos para culpar a diversos factores
externos de las dificultades de posguerra. En concreto fueron tres.
La
pertinaz sequía
En primer lugar se señaló a la "pertinaz sequía" de que
la agricultura no funcionara. "No se explicaba por qué, tan solo se
culpaba al cielo". El profesor de Historia Contemporánea, tras analizar
los informes técnicos de la época, ha podido comprobar que eso es falso.
"Los años 40 no fueron más secos que los 50 y solo hubo un año con una
sequía importante, como fue el año agrícola de 1944 a 1945. El resto del
tiempo hubo un ambiente húmedo bastante normal", afirma.
Comenta
asimismo el autor en su estudio, que ha sido posible gracias a una beca
Leonardo, que entre los alimentos más recurrentes durante ese tiempo
estaba el pan negro, como llamaban al que se hacía con centeno por su
color oscuro. Este ha sido objeto de numerosas investigaciones de la
época, además, no estaba tan perseguido como el pan de harina
blanca.
Emilia Macarro, la vecina de Badajoz (una de las zonas rurales
que más sufrió la represión), comparte con Sputnik algunas de sus
anécdotas. "Un día estaba mi vecina amasando pan en su casa, aunque
estaba prohibido. Yo, del hambre que tenía, le dije: 'Señora Antonia, me
ha dicho mi madre que me dé pan, que luego ella se lo paga'. Era
mentira, mi madre no me había dicho nada, el hambre nos avivaba la
picardía", relata entre risas.
"La harina era un bien muy preciado y había contrabando, no se podía
hacer trigo. Mi padre sembraba y lo dejaba escondido porque si te
pillaba la Guardia Civil te lo quitaba", recuerda Emilia.
La destrucción de la Guerra Civil
El
segundo mito que utilizó Franco fue la destrucción de la guerra. "Se
culpaba a los republicanos de esta situación económica durante más de 10
años, lo cual tampoco se sustenta porque los historiadores económicos
han demostrado que la destrucción de la guerra no fue tan grande". El
investigador sostiene que no se bombardearon ciudades hasta el punto de
dejarlas completamente aniquiladas ni destrozaron las industrias como
muchos piensan.
Autarquía y actitud imperialista
En tercer lugar, el
franquismo acusó a la comunidad internacional de intentar castigar al
régimen por mantenerse neutral, una afirmación un tanto falsa para el
autor porque "Franco tomó una posición muy clara de no beligerancia pero
de cercanía y colaboración con el nazismo. Esto hizo que Gran Bretaña
pusiera un bloqueo económico para impedir que España vendiera productos a
Alemania por lo tanto si hubo bloqueo, las causas estuvieron en las
opciones imperialistas de Franco", comenta.
La política autárquica
llevada a cabo por Franco es otro de los motivos que ofrece el
historiador para entender la hambruna de la época. Una de las
intenciones autárquicas del régimen franquista fue el desarrollo de
enfermedades entre la población. "Las clases sociales más bajas fueron
las más afectadas por este tipo de padecimientos, desarrollando en
ocasiones trastornos e intoxicaciones alimenticias como consecuencia de
su lucha por la supervivencia".
De acuerdo con el relato de Emilia, que
vivió los años del hambre siendo una adolescente, los animales también
sufrían los estragos de la hambruna. "Mi padre tenía un montón de
cochinos de bellota y vino una enfermedad y se murieron todos", afirma,
"tuvieron que quemarles y cuando se te moría el ganado, tenías que ir al
campo a coger berros y espárragos para hacer sopa, era lo único que
teníamos".
En Madrid, de hecho, el hambre de la posguerra fue en gran
medida un fenómeno político solventado en función de la cercanía o
lejanía respecto a la Administración franquista tal y como apuntan
algunos estudios. Una explicación que concuerda con la memoria de
Emilia. "Fue hambre y miseria", describe Emilia. "Los pueblos más
rurales todavía aguantaban, pero en Madrid era complicado. La gente se
comía las pieles de las patatas que se tiraban a la basura. Cuando me
mudé a Madrid con 22 años (1961), aún recuerdo que todavía se vivía
hambre".
Las escenas de piojos, las enfermedades y las muertes por
inanición fueron otros de los grandes rasgos que caracterizan este
periodo. No obstante, según el propio autor, la historiografía española
ha pasado desapercibido este capítulo de la historia dando validez a un
relato falso, que ha obviado la pésima calidad de vida de miles de
personas.
"Hemos tardado en conocerlo porque nos hemos centrado en otro tipo de
cuestiones relacionadas con el pasado traumático de España como los
fusilamientos o la represión. Hechos muy importantes, pero que han ido
dejando al margen otro tipo de cuestiones como estas", reflexiona el
historiador. "Tened presente el hambre: recordad su pasado", concluye en
su estudio recordando los versos de Miguel Hernández.
Fuente → mundo.sputniknews.com
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